jueves, 23 de enero de 2014

Seixo Branco-Dexo (Costa de Mera, Oleiros, A Coruña)

En la costa de Mera (Oleiros), muy cerca de la ciudad de A Coruña, se localiza el acantilado conocido como Seixo Branco, Destacar las espectaculares vistas y las puestas de sol. La visión del mar cuando está cabreado es otro de los grandes momentos en la zona. Esta ruta, que nos llevará hasta Dexo, también nos permitirá observar unas cuantas construcciones militares, de defensa de costa, actualmente en ruinas, y algunas magníficas furnas (cuevas marinas) que, en época de mar fuerte, producen unas auténticas fumarolas.

Ruta espectacular totalmente recomendable para hacer tanto a pie como en bicicleta. En este caso la ilustraremos con fotografías en bicicleta. Ideal para niños con un manejo de bicicleta básico con autonomía para desplazarse por caminos. Gran parte es llana, con un par de subidas en la que tendrán que bajarse de sus monturas.

Antes de nada, para posicionarnos en la ruta, incluimos el fichero kmz para google-earth aquí, y el correspondiente mapa. Estamos en una ruta parcialmente circular que supondrá un total de 6 kms.


Ver Seixo Branco-Dexo (Costa de Mera, Oleiros, A Coruña) en un mapa más grande

En la localidad coruñesa de Mera, una vez pasada la playa, viniendo de Santa Cruz-A Coruña, cogeremos desvío a izquierda, en pleno pueblo, por la Rúa Antonas. Luego a derecha por la Rúa Celso Emilio Ferreiro. En lo alto, nuevamente a la derecha por la Rúa Seixo Branco, que seguiremos, sin coger desvío alguno, hasta que finaliza y se convierte en camino, junto a unas casas. En este punto dejaremos el coche e iniciaremos la ruta a pie o en bicicleta. En el mapa se representa la ruta desde este punto. También aconsejable, como alternativa a esta actividad, visitar el faro de mera, o la cala de Canaval.

Cogeremos el camino principal sobre tierra, entre pinos. A los pocos metros seguimos por un desvío a la derecha, con algo de subida y unas rocas, que permitirán medir la pericia de los pequeños en el mundo de la BTT.



Unos pocos metros y el camino inicia un ligero y continuo descenso. Desde este punto tenemos unas vistas espectaculares de la ciudad de A Coruña destacando, en su perfil, la Torre de Hércules.



Continua el camino entre una de las plantas características del monte gallego, el tojo "toxo".


El descenso se acentúa ligeramente y vemos, al fondo, unas construcciones de hormigón.


Estamos en Seixo Branco, un acantilado por el que todo el que visita la zona debe pasarse.


Como antesala del acantilado, una construcción militar de hormigón nos da paso.



Y las vistas, siempre únicas desde gran parte de los puntos de esta ruta, con el mar de fondo.


Los días de mar de fondo o gran oleaje este mirador se convierte en una atalaya desde la que poder apreciar la enorme fuerza de la naturaleza y, en este caso, del agua.


Seguimos nuestra ruta por la costa, por sendero de tierra. El barro y los charcos no pueden falta y, como es lógico, no se resisten a meterse en ellos.


Un sendero con ligero descenso, sin dificultad.


Y llegamos a la primera furna, con vallas de madera como mecanismo de seguridad. Estas cuevas marinas son todo un deleite los días de mar fuerte, lanzando al cielo potentes fumarolas de vapor de agua marina.


La ruta sigue, con algo más de pendiente, pero siempre ligera.




Para llegar a otra de las "furnas" de la zona.


Seguimos nuestro camino.


La tercera y última "furna" de la ruta nos sale al camino.


Y vuelta a las dos ruedas.



En cierto punto, próximo a la costa, una corta pero gran cuesta obligará a los pequeños, y no tan pequeños, a bajarse de la bici. En lo alto, cogeremos a la izquierda, por camino horizontal.


Camino ancho sin desniveles inicialmente para, más adelante, tener una fuerte bajada y subida. Más adelante cogeremos desvío a izquierda para, a los pocos metros, a derecha.


No disponemos de fotos del último pequeño tramo hasta Dexo y sus delfines. En dicho punto iniciamos el regreso sobre nuestros pasos para, en la zona de los carteles de ruta, en lugar de hacer el fuerte descenso a línea de costa, seguir por camino a cierta altura.


En muchos puntos con la Torre de Hércules al fondo.


En algunas zonas el camino presenta trincheras producidas por vehículos.


Con una ligera subida que pone sus piernas a prueba.







En un cruce, en las proximidades del coche, cogeremos a derecha para volver a descender al mirador de Seixo Branco, haciendo el regreso al coche por un camino más ancho, próximo a la costa, que pasa paralelo a unas grandes construcciones militares de hormigón en ruinas.


Para finalmente llegar al coche. Pero antes de marchar, hacemos algunas pruebas en zonas con una cierta pendiente. Aunque sus pequeñas bicicletas no tienen cambios, sus piernas responden bien. Pronto nos será difícil seguirles.



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