lunes, 29 de agosto de 2016

Barranco del Furco (Broto, Huesca)

Han pasado mucho, muchos años, desde la última vez que hicimos este espectacular descenso. Años de juventud, años de mucha actividad deportiva (aquí algunas fotografías del Furco en aquellos tiempos). Ahora volvemos pero con niños.

Aunque se trata de un descenso corto (900 metros), demasiado corto, al salir estuvimos a punto de volver con los neoprenos puestos por el sendero de aproximación a repetirlo, es una auténtica maravilla estética excavada en Flysch (rocas sedimentarias compuestas por una alternancia rítmica de capas de rocas duras -cohesivas- [caliza, pizarra o areniscas] intercaladas con otras más blandas -friables- [margas y arcillas]. Esta disposición favorece la erosión diferencial, pues las capas friables son desgastadas con mayor facilidad que las capas cohesivas. Esto hace que las capas duras se queden en resalte y sin apoyo, que así son erosionadas más fácilmente, pero a la vez la existencia de las rocas duras protege a las blandas. (fuente.: https://es.wikipedia.org/wiki/Flysch).

Descenso ideal con niños que tengan un cierto manejo de progresión en cuerda (en caso de duda se les puede asegurar), siempre con bajo caudal, en los meses de verano y nunca después de fuertes lluvias.

La población más cercada al descenso es Broto. En cuanto a tiempos, acceso 20 minutos, descenso 1h30m, retorno inmediato (no necesario segundo coche). Rápel máximo de 25 metros, por lo que necesario 2 cuerdas de 30m. y cuerda de "backup". Obligatorio neopreno completo.

Existe infinidad de tracks y rutas de aproximación y descenso del Furco. Uno de los más próximos al que hemos hecho es el que adjuntamos en este enlace.

Aparcamos nuestra casa con ruedas a 2 metros del cauce del descenso, punto exacto del final del mismo, por el que llega una senda. Es un pequeño aparcamiento con espacio para 3-4 vehículos.


Desde el pequeño aparcamiento caminamos por la carretera unos 50 metros, cruzando el cauce del Furco (cuidado con el tráfico). De inmediato vemos a nuestra izquierda un camino ascendente que indica a Buesa y Fanlo. Cogeremos el sendero.


Unos minutos y llegaremos a la carretera que sube a Buesa. Seguiremos ascendiendo por la carretera. Una curva a derecha y un poco más arriba un aparcamiento que utilizan muchos barranquistas para hacer el descenso (siguiente fotografía). Esta es otra buena opción para dejar el coche, en una carretera más tranquila y con menos tráfico.


Al poco de pasar este aparcamiento sale una pista en tierra ascendente a izquierda. No es esta. Debemos seguir caminado por la carretera hasta la siguiente pista.


La segunda pista a izquierda (siguiente fotografía), en tierra, después de pasar el aparcamiento, nos llevará sin pérdida posible al inicio del descenso.


En unos 10 minutos estaremos próximos a la presa de inicio del descenso.


Para empezar con la tarea del attrezzo que, con niños, lleva su tiempo. El punto de inicio se identifica claramente al ver una pequeña presa, que es el inicio del mismo.


Descendemos por la pared de la presa, por sendero. Unas cadenas equipadas ayudan a asegurar la progresión al cauce. Antiguamente se accedía por la parte de atrás de la presa, saliendo por una ventana con una instalación en cabecera. En la actualidad se accede por la parte de abajo.

Croquis del descenso disponible aquí.

De inmediato unos pasamanos en cadena en el margen izquierdo nos llevan a una espectacular y estética C22. Hay dos cabeceras. Las empresas trabajan este descenso y el disponer de más de una cabecera facilita la práctica deportiva en este descenso. En concreto, coincidimos con dos grupos de empresas, con cuyos guías aprovechamos para charlar brevemente. En las siguientes fotografías los pequeños descendiendo la C22. Hace muchos años descendí el Furco con cierto caudal. En la poza de recepción de la C22 tuvimos que nadar, y siempre me quedó en la cabeza si sería posible hacer esta dificultad como un macro-tobogán. En guía me indica que la poza de recepción no tiene profundidad, aspecto que en esta ocasión, con poco caudal, pude comprobar.

NOTA.: En el caso de que se utilizase la antigua cabecera, lo que no tiene mucho sentido con el actual equipamiento del barranco, en la ventana de la presa, la dificultad pasaría a ser de 35 metros, por lo que las cuerdas deberían ser las adecuadas a tal dificultad.




De inmediato, entramos en otra pequeña y bonita dificultad, en un giro a derecha, una C9, equipada también en el margen izquierdo. Cuidado con los posibles resbalones en esta cabecera. Tengo un buen amigo, cuyo nombre no incluiré en esta entrada, que cayo desde esta cabecera. Tuvo mucha suerte. Asegurarse en las cabeceras es algo que no debemos olvidar, especialmente a los más pequeños.


En la siguiente fotografía las 2 dificultades, C22 y C9.


Iniciamos entonces un corto tramo de progresión, con destrepes sencillos y pequeños. El flych nos muestra su arquitectónico trabajo.




Para también hacer algún pequeño salto, evitable.


Y más saltos, todos ellos evitables.


Eh, eh, que me estoy portando bien.


Un pequeño puente se divisa sobre nuestras cabezas.


Para entrar en una zona bastante estética.


En pseudo-penumbra.




Y llegar a la dificultad más divertida de todas, que se puede hacer de muchas formas. Por el margen derecho a una repisa-plataforma desde la que se puede hacer un buen salto. Por el margen izquierdo y también derecho se pude hacer en cuerda, es una C13. Pero para nosotros, sin duda alguna, la mejor opción es hacer un pequeño destrepe y descenderla en forma de tobogán que, en el último tramo, te lanza por el aire. En la siguiente fotografía el destrepe de acceso al tobogán.


Por desgracia los videos del tobogán salieron totalmente desenfocados. La dificultad se puede apreciar al fondo-derecha de la siguiente fotografía. Para otra ocasión que haga este descenso montaré un contrapeso para poder izar a los pequeños y puedan hacer esta dificultad todas las veces que quieran, tanto en tobogán, rápel como salto.

De inmediato nos encontramos varios pasamanos-cadenas, tanto en margen derecho como izquierdo, para poder hacer la siguiente dificultad desde distintos puntos. Es una C22 con varias alternativas. En nuestro caso decidimos utilizar el margen izquierdo para que los pequeños progresen en agua. Si se utilizar el margen derecho se progresaría fuera de agua.


Descendiendo la C22 (siguientes fotografías).



Alguno de los pequeños aprovecha para tratar de poner en práctica la maniobra de bloqueo de la piraña. Estas pruebas mejor en la parte baja de las dificultades.



Ellos se encargan de la recuperación de la cuerda. Es un entorno único, con una estratificación que ... (sobran las palabras, mejor observar las fotografías). En el margen izquierdo se localizan varios parabolts para poder montar una tirolina contra la cabecera del margen derecho de la C22, opción que tendré en cuenta para futuros descensos del Furco con niños.



Ellos siempre dispuestos a colaborar.


Un pequeño tramo de progresión de destrepes.


Para disfrutar en un último y pequeño tobogán (T5), y seguir machacando las culeras de los neoprenos. El neopreno del más pequeño no quedará otra que jubilarlo este año, lo tiene destrozado.


Un pequeño tramo, pasando bajo una tubería aérea.



Y por una curiosa acequia de madera.


Para en 2 minutos llegar al aparcamiento de nuestra casa con ruedas. Fantástico, fantástico descenso. Los pequeños encantados y, tal y como apuntamos al principio de la entrada, estuvimos a punto de volver a cabecera a repetirlo, aunque era el momento de cambiar de zona. Totalmente recomendable. El único punto negativo, se hace demasiado corto.

Descenso combinable con la Garganta de las Gloces, localizado en Fanlo, otro estupendo barranco escuela acuático (siempre en verano y nunca después de fuertes lluvias).

Como siempre, aunque creo que sobra decirlo, en el caso de que no seas practicante de este deporte y quieras introducir a tus pequeños en este mundo, la mejor opción son las empresas del sector. Será una actividad que nunca olvidarán.

Más información de este descenso en www.topocanyons.info.


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