Antes de nada indicar que es una ruta demasiado pequeñita. La zona de la cerrada son unos pocos metros, por lo que si te encuentras en la zona vale la pena acercarse. En otro caso, no compensa mucha kilometrada para esta mini-ruta. Casi se podría decir que es el paseo natural de los habitantes del pueblo. El tramo es bonito, pero repito que muy pequeñito. Se localiza, una vez pasada la presa de la Bolera, de nuestro primer descenso, en la localidad de Castril. En lugar de generar bits con la forma de llegar a dicha localidad, lo mejor es que tires de GPS y, o, en su defecto, de mapa. De todas formas, te adjunto un fichero kmz para google-earth con la ruta que hicimos, que también puedes cargar en muchos de los programas de GPS disponibles para smartphones.
Ruta circular de 3 kms. en total. Una parte de la misma es por la localidad de Castril, por el casco urbano, en un bonito pueblo, otro tramo entre olivos y el más bonito, el propio de la Cerrada.
En la localidad de Castril, callejeando en coche, localizamos el inicio de ruta. De todas formas, puedes pinchar en la zona que prefieras, el orden de los factores-tramos, no altera la suma-ruta.
En la zona de inicio hay aparcamiento para un buen número de coches, al lado del río Castril. Luego atravesamos un parque muy arbolado para, en poco más de 50 metros, llegar a la cerrada.
La cerrada es un pequeño tramo del río, que empieza en una antigua central hidroeléctrica.
Desde este punto recorremos un tramo por unas pasarelas de madera. Es la zona de mayor interés de todo el recorrido.
Luego por sendero paralelo al río, otro pequeño tramo.
Y alguna pasarela en cable y metal.
Otro tramo de interés es el excavado en roca, formando una pequeña cueva artificial. No es necesario llevar frontales.
A mitad del túnel un ramal nos lleva a un mirador sobre el río (siguientes dos fotografías).
A la salida del túnel, avanzamos por sendero cómodo, al lado de una acequia seca.
Para descender nuevamente al río y atravesarlo por un puente.
Un molino hace las veces de bar-cafetería, es molino de la cerrada. Aquí calienta mucho el sol y no podemos resistir la tentación de sentarnos en la terraza a tomar algo. Buff, es finales de junio y hace un sol que ... No me imagino como será esto en agosto. Aunque como todo, será cuestión de acostumbrarse.
Desde el molino cogemos sendero ascendente, hacia el pueblo de Castril, en lo alto.
Una buena subida, a pleno sol, entre campos de olivos. Uno de los pequeños hace una de sus preguntas habituales, ¿cuántas aceitunas produce de media un olivo?. Buff, estos son tremendos. Todo dependerá de la zona, del tipo de olivo, tamaño, etc., pero si alguien puede dar respuesta al número medio de aceitunas por olivo estimado, se lo agradezco, para poder darles una respuesta un poco más aproximada.
En unos pocos minutos entramos en las calles de Castril. Como se agradece la sombra de sus casas. Típico pueblo andaluz, muy bonito, en el que predomina el blanco. Aquí las empresas de detergentes se lo curran.
Hace calor, y el hallazgo de un banco estratégicamente montado a la sombra, entre casas, se convierte en un auténtico paraíso.
Mientras los pequeños disfrutan del banco, están derretidos, nosotros nos acercamos a la zona del Santo de Peña Castril.
Desde el pueblo, cogemos un sendero que en continuo descenso nos lleva al punto de partida de la ruta. Por el camino disfrutamos de algún que otro banco estratégicamente montado a la sombra. Aquí la correcta ubicación del mobiliario urbano debe ser una cuestión de estado.
Con unas buenas vistas de parte de la localidad de Castril, vamos perdiendo altura, hacia la cuenca del río.
Entre paredes de caliza.
Hasta cerrar el círculo, llegar al río y, finalmente, al vehículo en el inicio de ruta.
Es hora de finalizar esta nueva actividad y emprender viaje a la zona del que será nuestro segundo descenso de barrancos, el de la Cerrada del Utrero, en las inmediaciones de la localidad de Cazorla. Por lo tanto, además de esta ruta, utilizaremos el día para cambiar de zona en el parque.
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