viernes, 21 de octubre de 2016

Chemin de la Mature (Valle de Aspe, Pirineo francés)

Nos movemos de zona del pirineo francés y nos desplazamos, atravesando por el puerto de la Piedra de San Martín, a la zona del valle de Aspe. Nuevamente estamos en una ruta 5 estrellas conocido como "le Chemin de la Mature". Otra de las maravillas del pirineo francés. En cierto sentido nos recuerda a otras dos rutas de España, la del Cares, en León,  o el desfiladero de las Xanas, en Asturias.

Como siempre, antes de nada, adjuntamos enlace al fichero kmz para google-earth o para cargar en cualquier software GPS que soporte este tipo de ficheros. Esta ruta, circular, con dos tramos bien diferenciados, supone un total de10 kms. La ruta nos supondrá cerca de 4 horas, con calma, disfrutando y haciendo fotos.

Aunque se puede llegar a esta ruta desde España, atravesando el túnel de Somport, nosotros accedemos desde Francia. Las localidades más próximas son Etsaut y Borce. Al poco de pasar dichas localidades, 1,5 kms. aprox. antes de llegar al Fuerte de Portalet (Fort du Portalet) a la izquierda se coge un desvío al Puente de Cebers (Pont de Gebers). Nada más coger el desvío se cruza por dicho puente el río Gave d'Aspe. De inmediato, nada más cruzar, coged desvío a derecha en el punto en el que se localiza un aparcamiento. Se puede dejar aquí el vehículo o seguir por dicha carretera a un segundo aparcamiento. En nuestro caso lo dejamos en este primer aparcamiento, en el que se localizan varios carteles con información sobre la ruta.

Seguiremos con ligero ascenso por la carretera hasta el segundo aparcamiento que, de llegar tarde, suele estar lleno. Al principio de este segundo aparcamiento cogeremos un camino en tierra a la derecha, con varios carteles e indicaciones (siguiente fotografía).


El sendero no tiene pérdida posible. A los pocos metros pasaremos por unas casas y seguiremos nuestro camino en dirección a la cortada (siguiente fotografía).


Unos metros más y podremos divisar el Fuerte de Portalet (siguiente fotografía), construido en el siglo XIX por los franceses para proteger la frontera de una posible invasión española. Invasión que yo sepa, siendo consciente de mis limitaciones en historia, nunca se ha producido. Creo recordar que fue Bonaparte y sus tropas el que si decidió en cierta época hacernos una visita, aunque con el paso del tiempo hemos perdonado a tan insigne personaje. Éramos un pueblo primitivo que necesitaba un poco de buenos modales (-:

Galería de fotografías del "Fort du Portalet" disponible aquí.

Su construcción fue ordenada por el rey Luis Felipe en 1842 y se finalizó en 1870. Más información sobre la historia del "Fort du Portalet", incluida una visita virtual al mismo disponible en http://www.jaca.com/fort-portalet-valledeaspe.htm.


Por la parte superior del Fuerte de Portalet seguimos por sendero bien marcado entre vegetación.


En poco más de 100 metros entramos en la senda excavada en la pared de la montaña que, en algunos puntos, puede llegar a discurrir a más de 100 metros sobre el nivel del río. Vistas impresionantes. Creo que sobra decir que en este tramo niños fuera de control, corriendo, o descontrolados no es buena idea. No es lugar para jugar a la gallinita ciega, ni a paloma blanca-paloma negra. (-:. Con niños se deben tomar las medidas oportunas (a estos los carga el diablo).

Este peculiar sendero fue realizado durante el siglo XVIII para explotar la madera de los bosques de la zona. Seguro sería un espectáculo ver el transporte de los troncos por tan singular sendero.

Según accedemos a este tramo de la senda nos encontramos un grupo de escaladores, a los que cariñosamente llamamos "colgados". (-:


Seguimos el sendero, sin pérdida posible, a no ser que decidas hacer parapente o salto base. Los niños por la parte interior, pegados a pared. Aunque el ancho es considerable, en algún tramo del recorrido se estrecha ligeramente. Si alguno de los participantes tiene vértigo, mejor no meterlo en esta ruta.


Aprovechamos para hacer fotografías de la vertical.


En los primeros metros con buenas vistas del Fuerte de Portalet.


Para iniciar una progresiva y suave ascensión.



El tramo más espectacular y estético es el que adjuntamos en las siguientes fotografías, perfectamente excavado en la caliza.



Para seguir por cómodo sendero a media altura del barranco con unas espectaculares vistas (siguientes fotografías).



Como es lógico, no podemos resistirnos a asomarnos a la vertical. El ser humano siempre tan curioso. Aunque también dice el dicho que la curiosidad mató al gato. Sobra decir que los niños mejor que no se asomen. Como todo en la vida, los más "viejos" tenemos menos valor para la sociedad, y mucho menos para la seguridad social (-:


En algunos tramos del sendero se localizan piedras sueltas que, curiosamente, se utilizan para hacer hitos. No tiene mucho sentido un hito en este sendero, pero !!!!!


Entramos en un último tramo de esta zona, por sendero, y con mayor pendiente, con piedras sueltas (siguientes fotografías).



Ellos suben rápido, próximos a la pared.


Un vistazo al valle nos proporciona una ligera idea de las vistas que tendremos más arriba.


Un nuevo vistazo atrás nos deja ver, a lo lejos, un pico con mucha verticalidad, que llama la atención, es el Pene d'Udapet, de 1913 metros.


El sendero va ganando en anchura.


Y el fondo del valle en espectacularidad.



El sendero va perdiendo pendiente hasta que avanzamos por terreno llano, en un cómodo sendero que nos permite avanzar rápidamente. Esta parte del sendero discurre entre hayedos (siguientes fotografías), que en algún punto dejan pasar poca luz.





Lentamente vamos perdiendo cota, aproximándonos al río. El descenso nos permite avanzar mucho más rápido.


El ambiente en este segundo tramo ha cambiado totalmente. De la cortada inicial de la zona de fuerte de Portalet pasamos a un tramo totalmente en bosque. Se agradece considerablemente la variedad que nos encontramos en esta ruta. Como se suele decir, en la variedad está la diversión.





El río se encuentra a nuestra derecha, a no demasiados metros.


Llegamos a un desvío, señalizado, que cogeremos a izquierda por sendero ascendente, con indicación al Coll d'Arras (collado por el que tendremos que pasar en nuestra ruta).


En este nuevo tramo el sendero progresa con cierta pendiente. Toca subir.


En varios puntos paramos para disfrutar del paisaje entre las "ventanas" que nos abre la vegetación. Un espectáculo. Nuevamente entramos en otro tramo bien diferenciado a los anteriores.


Un cartel nos informa sobre la existencia de un café próximo, el Beloute Café.


En el siguiente tramo las paradas son frecuentes para observar el paisaje entre las pequeñas ventanas que nos abre el bosque de nuestro sendero.


El suelo está totalmente cubierto de hojas. Me trae recuerdos del otoño en el Courel, en la provincia de Lugo. Hace casi dos años que no visito el Courel, desde que a los de Conservación de Medio Ambiente de Galicia les dio por burocratizar la práctica de la espeleología en Galicia. Antes era raro el mes que no me pasaba como mínimo un fin de semana por esa magnífica tierra que, por cierto, empiezo a echar de menos.


En todo momento ascendemos. En otros tramos el suelo está decorado con caliza.


Las formas de algunos árboles nos llaman la atención. Son algo revirados. No me extrañaría que tuviesen algo que ver con la redacción de alguno de los párrafos del decreto de Red Natura 2000 de Galicia.


Siempre mirando al fondo del valle. Cada vez más lejos, a más metros.



En la parte alta tenemos que atravesar una verja para el ganado. Dejadla cerrada.


Y atravesar una llanura con ganado. Ellas no molestan, no las molestes.


Empezamos a divisar un nuevo tramo del valle, por el que en la parte inferior discurre el sendero excavado en la pared del "Chemin de la Mature". Ahora estamos a mucha más altura.


Para volver a meternos en bosque, en una zona llana.


El horizonte siempre llamándonos la atención.


Iniciamos un suave descenso para, en una pequeña pradera, con un abrevadero, observar una gran cantidad de buitres sobre nuestras cabezas. No somos comida. Muchas veces jugamos con los pequeños a acostarnos en el suelo y quedarnos quietos para que los buitres vuelen sobre nosotros.




Con ligero descenso entramos en una zona boscosa, con un cierto número de pequeños afloramientos calizos.




La ruta está perfectamente señalizada.


Por sendero bien marcado.




Hasta que llegamos al Beloute Café. Como es lógico, aunque es última hora de la tarde, decidimos parar a tomar algo. Una cerveza Grimbergen tostada, dos zumos de buenas dimensiones multi-frutas totalmente naturales, y otra consumición que no recuerdo fueron algo más de 9 euros. Sinceramente, me parece barato. El poder disfrutar de una cerveza en un paraje como este, y con unas vistas como las disponibles desde la terraza de este establecimiento, no tiene precio. No cambiaría tomar algo en este sitio vs. cualquiera de los grandiosos establecimientos de París, Londres, Roma o Ponferrada. Además, el transporte de alimentos y bebidas a este enclave supone un plus totalmente añadido. No pases por este punto sin, como mínimo, tomar algo. También sirven comidas-cenas.

En una mesa próxima una pareja de jóvenes franceses disfrutaba de una suculenta cena, muy casera y natural. Apuramos las consumiciones para que nuestros pequeños no hiciesen la función de anticonceptivos ante dicha pareja. Además nuestro volumen de voz, y especialmente el de los niños, es muy superior al de ellos, y no quisimos incluir decibelios en su romántica velada.


Luego iniciamos un rápido descenso, de cierto desnivel.



En poco recorrido bajamos la totalidad de metros que hemos ido ganando a la montaña desde el inicio de la ruta.


Un descenso rápido y vertiginoso.


Ellos delante, nosotros, pues detrás, no hay otra opción. Pronto no podremos seguirles el ritmo.



En el descenso pasamos distintos tramos, algunos de ellos en bosque. Es lógica la variedad del bosque contando con los metros que descendemos.


Para llegar a la civilización, con algunas casas y caminos aptos para coches.


Para estar finalmente de regreso al aparcamiento de inicio de ruta.


Algo más de un kilómetro más por la carretera y estaremos en el primer aparcamiento. Nos paramos en uno de los carteles informativos a documentarnos. Ha sido una ruta única y muy variada que no olvidaremos.



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