Las Médulas desde el mirador de Orellán (Orellán-Médulas, Bierzo)

Hoy traemos a esta entrada una ruta que recorre algunos de los principales rincones de este paraje, las Médulas, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997.

Como siempre, empezamos incluyendo el mapa de ruta y el correspondiente fichero kmz para google-earth.

►Fichero kmz para google-earth Las Médulas


Ver Las Médulas (Médulas, Bierzo) en un mapa más grande

Partimos del Mirador de Orellán, posiblemente el punto con las mejores vistas de las Médulas. Un aparcamiento nos obligará a dejar el coche unos 200 metros antes del mirador. Seguiremos por pista ancha y de tierra hasta el mismo.

En este mirador disfrutaremos de las vistas, únicamente afeadas por las varias canteras que se observan a lo lejos desde este punto. Según la época, también es posible visitar las cuevas que nos llevarán a una gran ventana colgada en una de las paredes arcillosas. Para acceder a las cuevas se tiene que pasar por taquilla, en la que nos entregan casco y linterna. No recuerdo el importe de la entrada aunque, sin duda alguna, vale totalmente la pena para los pequeños. Hace años eran de acceso libre, ahora quedan pocas cosas en la naturaleza por las que no tengamos que pagar peaje.

En el caso de no querer meter en la ruta el desnivel existente entre la parte baja de las médulas y el mirador, se puede organizar esta ruta a dos coches, con uno de inicio de ruta, de acceso al mirador de Orellán y, otro, en la localidad de las Médulas. De esta forma la ruta sería mirador Orellán, bosque-sendero a la parte baja y visita a las cuevas de la parte baja de las médulas. Así, con dos coches, se reduciría considerablemente el recorrido, que quedaría en 3 kms. aproximadamente y evitaríamos el ascenso al mirador.

Siguiendo con nuestra ruta, desde el mirador seguiremos por el camino de tierra para, a los 100 metros, coger sendero a derecha que, en continuo descenso, entre un bosque magnífico, de hayas, robles y castaños, acceder a la parte baja de las Médulas. Se adjuntan algunas fotografías.

Como es lógico, aprovechamos para que los niños hagan una actividad que no se estila mucho en los tiempo modernos, el subirnos a los árboles. Aunque somos primates evolucionados, no dejamos de serlo, y volver a los orígenes resulta agradable.

Luego seguimos descenso por sendero, sin pérdida posible, disfrutando del bosque.

Para llegar a la parte baja, en la que nos encontraremos la Fuente de la Tía Viviana. Luego a derecha por carretera asfaltada. Recuerdo hace muchos años que este recorrido se hacía por un sendero estrecho. El hacer una carretera asfaltada por este paraje es un crimen en toda regla. Tal vez el organismo competente debería plantearse el levantar el asfalto que queda y dejarlo como estaba originalmente. Aunque el paso del tiempo y la propia naturaleza lo está consiguiendo lentamente.

También se puede optar por recorrer la parte inferior de las médulas en bicicleta, aunque creo que es más aconsejable hacerlo a pie. Incluimos algunas fotografías de otra ruta que se hizo hace un par de años en las médulas pero en bicicleta.

Volviendo a la ruta que nos trae a esta entrada, seguiremos camino a derecha, hasta las cuevas.

La primera de ellas, la Cuevona, por su nombre, de grandes dimensiones y espectacular.

La parte negativa, en su interior, al dar el primer giro, nos encontramos con una gran cantidad de basura. Los visitantes de este paraje deberíamos tener un poco más de respeto por el mismo. No es normal encontrar esta punto así. Existen pueblos próximos, como el de las Médulas, con baños públicos. Como se suele decir, al monte se viene cagado y meado. (-:

Luego está el estado de las vallas de madera. Nuevamente estamos ante un mal uso de la infraestructura por parte de los visitantes. Las vallas no son asientos. Desde esta entrada solicitar de los organismos competentes procedan a reparar las vallas y a realizar la retirada de la basura de las cuevas.

Seguimos por el camino principal para acceder a la Cueva de la Encantada.

Por unas escaleras accedemos a una rampa en arcilla.

Un tragaluz le confiere a la Encantada un aspecto único, de catedral.

Ascendemos por la derecha para acceder a dos pequeñas galerías.

Disfrutamos de las vistas desde una de las galerías.

Par continuar por la galería principal, de grandes dimensiones, hasta que un hundimiento nos imposibilita seguir.

De vuelta al exterior, seguimos explorando algunos caminos, antes de iniciar regreso al pueblo de las Médulas, en el que hemos dejado un segundo coche.

En el camino observamos a un ratón de campo jugando.

Y también la forma y colorido de algún viejo castaño.

Para rematar el día, visitamos el castillo templario de Ponferrada. Aprovechamos para hablar a los niños de estos insignes monjes-guerreros y novelarles el final de su existencia, cuando el rey Felipe IV, fuertemente endeudado con la orden Templaria, y "acojonado" por su creciente poder, hizo todo tipo de maniobras para conseguir su disolución. Bueno, más bien fueron pasados por la hoguera, en gratitud a sus acciones militares en las cruzadas. Este final ha generado una gran cantidad de leyendas. De hecho, Felipe IV no consiguió su objetivo, dado que en la actualidad existen varios caballeros templarios en Ponferrada. Visto desde otro punto de vista, es una forma radical de no pagar las deudas. En los tiempos modernos, las deudas siguen marcando la agenda económica y social de muchos países, viendo incluso que algunos se han llegado a plantear no pagarla...

También visitamos la basílica de la Virgen de la Encina, patrona de la comarca de El Bierzo.

Y con esto damos por finalizada una de las muchas rutas posibles en una tierra única, el Bierzo.

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