Nos llama la atención diversos aspectos de este descenso, principalmente
la parte inicial, sifonante, y el color negro del fondo. Ramal del Bras Sec,
en un entorno único de la zona del Col de Bebour, próximo a la Plaine-des-Palmistes.
Cañón con caudal que requiere comprobar el estado del sifón que nos encontramos
tras la primera dificultad. Si está totalmente sifonado se recomienda cancelar el
descenso. Se estructura en una primera parte, muy oscura y encañonada, con un
ambiente totalmente de espeleo, y una segunda más abierta y de grandes pozas. No
se aprecian escapes aparentes hasta la cabecera del último P10. Un escape
posible tras el P45. Predomina la progresión vertical con dificultades entre los 10 y
45 metros. Es un descenso muy resbaladizo. Se pisa en la roca y, en un primer
momento, agarra bien. Tras empaparse de agua procedente de las botas, cambia
totalmente la adherencia, haciéndose muy resbaladizo. El material necesario
incluye 2 cuerdas de 45 metros. Se aconseja incluir una tercera cuerda de
“backup”, nunca sobrante. Tened cuidado con la recuperación del P45 (buscad instalación de la vertical). El equipamiento de las cabeceras es bueno. La mayor
parte de las dificultades se pueden hacer en agua. El retorno por el cauce del
Bras Sec, tras el P20, nos proporciona una gran cantidad de sorpresas.
Aunque el color negro suele ser bastante fúnebre, en este descenso se convierte
en un tono magnífico, tal vez lo mejor desde un punto de vista estético.
En cuanto a la
aproximación, coged la N3 hasta el Col de Bellevue, si se viene desde la
zona de Sant Pierre. No desaprovechar ninguna ocasión de paso por esta
zona para disfrutar de las vistas. Descended la carretera de grandes curvas,
hasta encontraros la D55 a la izquierda, es la ruta de la Petite Plaine.
Si se está más próximo de San Benoit, coged la N3 pero subiendo desde
dicha localidad hacia la Plain-des-Palmistes. En ambos casos, cogeremos
la D55. Al poco de entrar en la D55, desviaros a la izquierda hacia el Col
de Bébour. Pronto nos encontramos con una zona de recreo, con mesas y
quioscos. Llama la atención los magníficos ejemplares del bosque. Continuamos
dejando un primer aparcamiento en batería a la derecha. Tras pasar unas
instalaciones de “parque de aventuras” (tirolinas, puente americano, etc.) a
nuestra izquierda, entre los árboles, nos encontramos un aparcamiento a nuestra
derecha, con coches a ambos lados (rectangular). En este punto dejaremos el
único coche necesario.
Se identifica fácilmente ya que después del aparcamiento nos encontramos un puente sumergible en crecidas. Este puente tiene una gran tubería para dejar pasar el agua. Se trata del Bras Sec. Posiblemente veremos que en este punto el río está seco. En su parte alta, zona del descenso, las condiciones de agua cambian, encontrando un cierto caudal. Tras dejar el coche, la aproximación a la cabecera no tiene pérdida. Iniciad el ascenso por el margen izquierdo del Bras Sec, al principio en paralelo al río, prácticamente por su cauce. Pronto nos separamos ligeramente del cauce y continuamos en todo momento ascendiendo por su margen izquierdo. Seguimos la ruta marcada por las tuberías de captación (siguientes fotografías). Se progresa en todo momento por un sendero de cierta pendiente, entre el bosque que nos protege del sol.
Un tramo de cierta
pendiente, sin vegetación, nos pone en contacto con los rayos del sol. En unos
cuantos minutos llegamos a la parte alta. En ella aparecen de nuevo las tuberías
de captación. Progresad ayudados por ellas, en una zona boscosa, descendiendo en
busca del cauce.
Destacar de esta zona el
encanto del bosque, proporcionando unas percepciones selváticas únicas. En la
parte superior observamos la caída de agua de la parte alta del Bras Noir.
No podemos dejar de
sorprendernos por la concentración de palmeras y helechos gigantes. El bosque
del entorno del Bras Noir es único.
Continuamos el descenso,
siguiendo en todo momento la tubería. Una escalera de madera nos ayuda en la
progresión. Revisad el estado de los escalones antes de pisar.
Tras esta escalera tenemos dos posibilidades. La primera cogeremos el sendero, poco marcado, a la izquierda. Esta opción nos dejará en una cabecera, que en dos cordadas, P10+P15, nos deposita en la marmita tras el sifón. Ambas cabeceras son naturales en árboles.
Tras esta escalera tenemos dos posibilidades. La primera cogeremos el sendero, poco marcado, a la izquierda. Esta opción nos dejará en una cabecera, que en dos cordadas, P10+P15, nos deposita en la marmita tras el sifón. Ambas cabeceras son naturales en árboles.
La segunda opción, que
es la más aconsejable en condiciones de caudal aceptables, consiste en seguir
descendiendo por el sendero principal (siguiente fotografía),
hasta encontrarnos con el cauce del Bras Noir.
En este caso llegamos a la cabecera de la dificultad que se encuentra antes del sifón, que deberá ser evaluado para decidir, según su estado, progresar desde este punto o ascender a la zona de la escalera para hacerle un cortocircuito, evitándolo. Siempre puede darse la situación de evitar también esta última opción, por un elevado caudal, que recomiende abortar el descenso total. En nuestro caso optamos por seguir el sendero hasta el cauce del Bras Noir (siguiente fotografía) para, tras unos pocos metros de progresión, llegar a la vertical de acceso al sifón, punto inicial del descenso. Señalar que el tiempo estimado de aproximación es de 30 minutos.
En este caso llegamos a la cabecera de la dificultad que se encuentra antes del sifón, que deberá ser evaluado para decidir, según su estado, progresar desde este punto o ascender a la zona de la escalera para hacerle un cortocircuito, evitándolo. Siempre puede darse la situación de evitar también esta última opción, por un elevado caudal, que recomiende abortar el descenso total. En nuestro caso optamos por seguir el sendero hasta el cauce del Bras Noir (siguiente fotografía) para, tras unos pocos metros de progresión, llegar a la vertical de acceso al sifón, punto inicial del descenso. Señalar que el tiempo estimado de aproximación es de 30 minutos.
Al llegar a la cabecera del P15, lo primero que nos llama la
atención son las plantas con flor que nos encontramos a escasos metros de la instalación. En este
punto nos cambiamos para iniciar el descenso.
En un primer momento apreciamos un P15, parcialmente en
rampa, con una gran marmita, aparentemente muy profunda, en su base. El negro de la roca hace muy difícil tratar de predecir la profundidad de las marmitas de forma visual. A priori,
la poza parece un gran “pozo”, sin salida, una gran marmita trampa, en la que
entra agua, sin desde arriba saber por donde se escapa.
Equipado en el margen derecho, descendemos a la marmita para
comprobar el estado del sifón. Como medida de seguridad, llevo el croll puesto y
un basic con pedal en la saca. En el caso de no encontrar el paso sifonado,
ascenderemos para iniciar el descenso desde el aéreo del cortocircuito con recepción al otro
lado de esta poza, tras el sifón. Tras descender un primer tramo de la dificultades,
vemos en el margen izquierdo una pequeña instalación con cordino, posiblemente
utilizada para ver desde este punto el sifón. Intento localizarlo desde esta
ubicación y no consigo verlo. El diámetro de la poza de la base es considerable
y, el fondo, totalmente negro, haciendo gala del nombre del cañón. Al entrar en
agua me aproximo al extremo contrario de la poza,
justo al otro lado del punto de recepción. Se aprecia un pequeño
sifón. Desconozco a priori la posible corriente en
dicho punto. Al llegar al sifón intento ver al otro lado, sin apreciar luz
alguna. Agarrándome
en los bordes lanzo las pierdas hacia delante. Noto el otro lado del sifón, no
teniendo dificultad alguna, con el nivel encontrado, en su progresión. Con las
piernas exploro la forma del sifón bajo el agua. Paso el sifón para comprobar el
estado y vuelvo de nuevo a la poza inicial. Reunidos en la misma, recuperamos
las cuerdas y pasamos las sacas. Un pequeño impulso permite atravesar el sifón
sin problema alguno, sumergiendo parcialmente la cabeza bajo el agua. La siguiente fotografía muestra el tamaño del sifón, media cabeza, lo que obliga a sumergirnos para pasarlo.
Al
otro lazo nos encontramos un ambiente totalmente espeleo. Una gran marmita,
muy oscura, sin apenas luz, con una buena sección de
techumbre. Se aprecia
la cabecera de la dificultad, en aéreo, que evita el sifón. Tal vez este pequeño tramo
recorrido se pueda considerar lo mejor del Bras Noir.
Recorremos gran parte de la oscura marmita. Al frente el
cañón se abre,
estamos en la cabecera del P10.
Nos aproximamos al P10, con cuidado, ya que la roca resbala
considerablemente. Esta dificultad está equipada en el margen izquierdo.
En la base una gran marmita. Como en todo el descenso, alucinamos con el tono negro de las pozas producido, supongo, por el color de la roca volcánica del fondo.
En la base una gran marmita. Como en todo el descenso, alucinamos con el tono negro de las pozas producido, supongo, por el color de la roca volcánica del fondo.
Durante el descenso de esta dificultad no paramos de hacer
comentarios sobre el pequeño tramo recorrido preguntándonos
si el resto del descenso será similar.
El tramo recorrido, desde la cabecera del P15, primera dificultad del descenso, hasta la cabecera del P10, es magnífico. Señalar que el resto del descenso es abierto aunque igualmente magnífico.
El tramo recorrido, desde la cabecera del P15, primera dificultad del descenso, hasta la cabecera del P10, es magnífico. Señalar que el resto del descenso es abierto aunque igualmente magnífico.
Tras unos pocos metros de progresión, sin dificultades
aparentes, llegamos a la cabecera del P30, equipado en el margen izquierdo a
cierta altura. Esta dificultad, que se desciende casi en su totalidad fuera de
agua, es una rampa con una ligera inclinación.
Desde la cabecera del P30 disfrutamos el paisaje del
valle. La progresión por esta dificultad no
presenta dificultad alguna. En la base
nos espera una gran marmita, como siempre predominando el color negro.
La recuperación de las cuerdas es limpia y rápida. Nadamos una primera
gran marmita, rodeados de paredes muy “labradas”.
Un pequeño tobogán nos da paso a una segunda marmita. Notamos dos aspectos que destacan en este descenso desde el punto de vista de precauciones menores, la primera, resbala un montón y, la segunda, el agua está ciertamente fría, no mata, pero despierta.
Un pequeño tobogán nos da paso a una segunda marmita. Notamos dos aspectos que destacan en este descenso desde el punto de vista de precauciones menores, la primera, resbala un montón y, la segunda, el agua está ciertamente fría, no mata, pero despierta.
Equipado en el margen izquierdo, nos encontramos un primer
tramo, con un pasamanos en fijo, para la aproximación a la cabecera.
Esta dificultad tiene una primera parte, en rampa, una según parte vertical
y, una tercera, aérea.
Desde
la cabecera del margen izquierdo, apreciamos una segunda cabecera en el derecho. Aunque intuimos que la recuperación será más
complicada en la instalación del
margen izquierdo, decidimos utilizarla,
optando por la que creemos más
interesante en la progresión, para hacerla parcialmente en agua. A
priori, vemos que desde esta cabecera hay
varios roces, formando unos ciertos ángulos. Habrá que tirar fuerte en
la recuperación. Descendemos suavemente para evitar roces. En la
progresión cruzamos la lengua de agua, en el primer cuarto, desde el
margen izquierdo al derecho.
Continuamos por la rampa. En la última parte se progresa en aéreo. Tened mucho cuidado con los roces. En caso de duda o como mecanismo de protección de la cuerda, utilizad la instalación del margen derecho, sobre la vertical, mucho más aconsejable. Para aproximarnos a dicha cabecera utilizad la del margen izquierdo para asegurar la progresión.
Continuamos por la rampa. En la última parte se progresa en aéreo. Tened mucho cuidado con los roces. En caso de duda o como mecanismo de protección de la cuerda, utilizad la instalación del margen derecho, sobre la vertical, mucho más aconsejable. Para aproximarnos a dicha cabecera utilizad la del margen izquierdo para asegurar la progresión.
Tras el descenso, buscamos el punto idóneo para la
recuperación. Desde fuera del agua imposible. En el agua únicamente desde la
vertical, al no hacerse pie en absoluto. Varios intentos y la cuerda no recupera
ni unos milímetros. Lo que nos temíamos, la gran cantidad de ángulos y roces
desde la cabecera del margen izquierdo, tras el pasamanos, complica enormemente
la recuperación. Nuevamente recomendamos utilizar la instalación del margen
derecho, sobre la vertical, con menos ángulos y roces. Es un poco tarde y
tenemos que recuperar la cuerda. Tras dejarnos las manos en el intento, no
conseguimos recuperar ni un par de metros. Como siempre, el meter en nuestras
sacas el equipo adecuado nos permite solucionar cualquier dificultad. En este
caso, un croll en nuestro maillón y un basic con pedal, ya
que con un único bloqueador tampoco era tarea fácil, y tras dejar un buen
montante de energía pedaleando en el agua, recuperamos la cuerda. Lo dicho,
utilizad la instalación del margen izquierdo, tras el pasamanos, para
asegurar la progresión a la del margen derecho, mucho más aconsejable al tener
menos roces y ser más fácil la recuperación. En la
base nos encontramos con una gran poza que requiere un pequeño tramo de
natación. En este punto se encuentra un escape en el margen derecho.
Unos cuantos metros de progresión y llegamos a la que
posiblemente sea la dificultad de menor interés estético
del descenso, un P20 equipado en el margen izquierdo (natural en árbol). Para
variar un poco el descenso, equipamos la cuerda en el margen derecho
directamente a un árbol. El P20 no presenta dificultad alguna.
Tras la poza de recepción llegamos a la cabecera del P10, que realmente se trata de una pequeña presa.
Tras la poza de recepción llegamos a la cabecera del P10, que realmente se trata de una pequeña presa.
El P10 tiene instalación en el margen derecho para descenso en cuerda. También es saltable. Esta dificultad no presenta ninguna dificultad y constituye
el punto final del descenso. Otra opción es la de utilizar el escape por el
margen derecho desde su cabecera. Una pequeña trepada nos da paso a un sendero por el bosque. Como
en otros descensos, disfrutamos de la vegetación de la zona.
Finalmente, tras unos minutos alucinando por el bosque,
llegamos al otro extremo de la poza de recepción del P10.
Damos
por concluido el descenso y decidimos continuar por el cauce, desde este punto
prácticamente seco, del Bras Sec, justo hasta
el aparcamiento donde hemos dejado el coche. El agua desaparece bajo la tierra,
mejor dicho, bajo la roca volcánica. El descenso ha finalizado, al menos el que aparece en las topografías del Bras Noir aunque, por otro lado, el tramo
de río que nos queda de retorno nos ha sorprendido
tanto como el propio descenso.
Un vistazo atrás nos permite despedirnos del valle por el que discurre este excelente, aunque corto, descenso. El tiempo estimado de descenso, según caudal y grupo, es de 3h, incluido el tramo que falta hasta el coche.
Un vistazo atrás nos permite despedirnos del valle por el que discurre este excelente, aunque corto, descenso. El tiempo estimado de descenso, según caudal y grupo, es de 3h, incluido el tramo que falta hasta el coche.
En el tramo de río de retorno que nos queda prácticamente
hacemos tantas fotos como en el propio descenso. Cada unos pocos pasos nos llama
la atención alguna formación. El fondo del cauce nos muestra magníficos trabajos
del agua sobre la roca volcánica.
En el recorrido apreciamos todo tipo de formaciones
caprichosas, marmitas con agua estancada, en buen estado, etc., todo ello en un
cauce de una anchura considerable.
Cada vez que pensamos que el retorno toca a su fin, una nueva
sorpresa se aparece ante nosotros. Tal vez la más
curiosa sea el hundimiento de una buena sección, de un tamaño considerable, del
suelo del río. Este fenómeno ha dejado al descubierto una gran sala subterránea,
por la que aparentemente circula el agua, todo un espectáculo. En esta zona advertimos diversos abrigos de cierto tamaño.
En el margen derecho de esta zona se aprecia un gran abrigo
longitudinal, con alguna formación en su interior. Destaca una columna de dimensiones medias. En
la siguiente fotografía se aprecia la
entrada, longitudinal al hundimiento.
En el margen izquierdo del Bras Sec, la acción del
agua sobre la roca ha partido la pieza, formando una
pequeña galería que comunica con el bosque.
En
la pequeña galería que conecta con el bosque se aprecia el desprendimiento de
una cierta cantidad de bloques de tamaño medio. La progresión nos sigue
proporcionando todo tipo de pequeños destrepes.
Otra pequeña formación que nos llama la atención constituye
una pequeña marmita, agujereada por su parte inferior. Como es lógico, decidimos
probar su grado de comodidad.
En este punto estamos próximos al aparcamiento. Algún rincón
nos sorprende con magníficos contrastes y mezclas entre la roca y los árboles.
Siguiendo el cauce llegamos al puente de la carretera
de aproximación “radier submersible”, a escasos 30 metros del
aparcamiento donde dejamos el coche. El tiempo estimado desde la última
dificultad del descenso hasta el coche es de 10 minutos, sin paradas que nos
permita disfrutar del entorno. En nuestro caso el retorno superó la hora. Las
cosas se deben tomar con calma y disfrutar con ellas.
INFORMACIÓN DE INTERÉS (BRAS NOIR)
Longitud. | 750 m. |
Desnivel. | -130 m. |
Periodo. | De junio a octubre. Imprescindible evaluar el estado del caudal. Si el nivel de la poza inicial cubre la totalidad del sifón, desistir en el descenso. En este caso evaluad el caudal para decidir la opción de cortocircuitar el sifón. |
Equipamiento. | Bueno (parabolts y maillones, algunos naturales en árboles). Predomina la progresión vertical con dificultades entre los 10 y 45 metros. A priori, no se aprecia ningún punto delicado. Tened cuidado con la cabecera utilizada en el P45, de cara a los posibles roces y a su recuperación. |
Material. | 2x45 m., equipo de descenso y neopreno. Se recomienda meter algún equipo de ascenso, para verificar el estado del sifón y para posibles recuperaciones. También es aconsejable cuerda de “backup”. |
Horarios. | Acceso: Hasta el aparcamiento de la Petite Plaine, saliendo de Pont D’Yves: 50 m. / Desde el coche (aparcamiento): 30 m. / Descenso: 3h, según caudal y grupo. (incluido el tramo final hasta el coche) / Retorno: inmediato. |
Bibliografía. | - Ric-a-Ric Société: ”Topocanyon Ricaric.
Carnet de Topos Canyons de
La Réunion”. Ed. Ric-a Ric. 2002. - Institut Geographique National: ”La Réunion. Carte Touristique au 1:100000”. 1996. - Diccionario Universal de bolsillo Langenscheidt (Francés-Español; Español-Francés). |
Dificultad. | Grado 3. Predomina la progresión vertical de dimensiones medias, entre los 10 y 45 metros. Tomad precauciones en la parte inicial, evaluad el estado del sifón para decidir el punto de inicio del descenso. Evaluad el caudal. Tened cuidado con la recuperación del P45. El agua está bastante fría y la roca resbala mucho. Descenso con un primer tramo muy cerrado, encañonado, y una segunda parte abierta. Un escape tras el P45. |
ATENCIÓN. Todos los cañones sufren modificaciones constantes, tanto por causas naturales (crecidas, desprendimientos, etc.), como por artificiales (modificación de instalaciones). Verificar siempre la situación, el caudal y las distintas dificultades de los cañones. |
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