
La primera vez que visite el Gerés era un estudiante, corría el año 1991. En aquella época el número de bares, restaurantes, casas de turismo rural, etc. era muy reducido. Desde aquella, han sido varias las visitas a esta zona, siempre acompañado de nueva gente para que conociese este rincón. En la actualidad ha cambiado mucho, sin duda alguna, para bien. De todas formas, esperemos que no se masifique demasiado, para preservar el entorno lo máximo posible. Toda zona masificada, tarde o temprano le pasa factura a su entorno natural. Siempre se debe buscar un equilibrio entre explotación económica y protección del medio ambiente. Especialmente me gustan los puntos de control en carretera (en verano), por ejemplo en Portela do Home, para que no se pueda parar el vehículo en ciertas zonas de bosque, por cierto, magníficos bosques.
No hay comentarios:
Publicar un comentario