No solo de espeleo y cañones vive el hombre

Hace mucho tiempo que no me subía en unos esquís. Este deporte es como andar en bicicleta, una vez que aprendes nunca se olvida. Ayer decidí volver al deporte que me ha producido una lesión de hombro que me ha acompañado gran parte de mi vida. Además, en la estación de esquí en la que me inicié en este deporte, Pajares (fotografías aquí). Aprovecho para informar a todos los ecedecianos de que tengo intención de volver a practicar mi bestia negra del deporte, el esquí. Si alguno de vosotros es aficionado, que de señales de vida, para tenerlo controlado y pueda unirse a futuras actividades sobre el polvo blanco.

Sin duda alguna, la seguridad en todo tipo de deportes ha mejorado considerablemente. No hace mucho era muy raro ver esquiadores con casco, a excepción de los niños. Me ha llamado la atención comprobar que gran parte de los esquiadores actuales llevan casco. Algo similar ha ocurrido en el descenso de cañones. Si cojo alguna de nuestras primeras fotografías, lo habitual era encontrarnos con el pelo por casco, y unas zapatillas de deporte de bajo coste como calzado, todo esto unido al neopreno de 3mm. más barato existente. Bueno, ser estudiante hace que para poder practicar deportes en la naturaleza tengas que llevar a la mínima expresión el material utilizado. Obviamente este tipo de práctica está enfrentada con la seguridad en el deporte, pero cuando no existe alternativa... Afortunadamente hoy no se entiende un deportista de descenso de cañones que no tape sus canas con un casco y, por lo que he visto, en menor medida, un esquiador que no haga lo mismo con su cabeza. Me imagino que la educación deportiva también ha tenido mucho que ver. A fin de cuentas, una buena educación es la que hace que todo progrese a mejor, al menos en ciertas disciplinas.

En resumen, claramente la seguridad en el deporte ha mejorado considerablemente en los últimos años, como era de esperar.