►Ruta Vía
Verde del Tarazonica [fichero kmzpara google-earth aquí]
Tanto en el fichero kmz como en el mapa se incluye la vía verde completa.
Ver Vía Verde del Tarazonica (Tarazona a Cascante, Zaragoza-Navarra) en un mapa más grande
En esta vía verde no existen túneles, por lo que no es necesario el uso de frontales o sistemas de iluminación. En verano puede hacer mucho calor, por lo que deberemos equipar a los pequeños con gafas de sol, crema protectora e hidratarlos adecuadamente.
Tanto en el fichero kmz como en el mapa se incluye la vía verde completa.
Ver Vía Verde del Tarazonica (Tarazona a Cascante, Zaragoza-Navarra) en un mapa más grande
En esta vía verde no existen túneles, por lo que no es necesario el uso de frontales o sistemas de iluminación. En verano puede hacer mucho calor, por lo que deberemos equipar a los pequeños con gafas de sol, crema protectora e hidratarlos adecuadamente.
Accediendo a Tarazona, entramos hacia el centro de la ciudad. Cogeremos un desvío a la izquierda para dirigirnos a la estación de tren y punto de partida de nuestra ruta por la Vía Verde del Tarazonica. Puedes ver el punto de partida en el mapa de la ruta.
Iniciamos la ruta en Tarazona, en la zona que observamos en la siguiente fotografía.
Casi siempre en un ligero descenso, avanzamos por grandes rectas.
Cada cierto tiempo una higuera nos sale al paso.
En algunos puntos atravesamos caminos, en los que se aprecia una circulación muy reducida o casi nula, que están perfectamente señalizados.
Nos llama la atención los olores de esta vía verde en esta época. Estamos a finales de junio. Una maravilla. Largas rectas con paredes de escobas en flor amarilla. En estas rectas se disfruta tanto con el olfato como con la vista.
Un par de puentes nos dan sombra para hacer una pequeña parada.
Algunos bancos y zonas de descanso a la sombra de los árboles son otros de los puntos en el caso de tener que parar con los pequeños.
Llegamos a la estación de Malón. Como siempre, unos edificios preciosos, pero que el paso del tiempo los está dejando en un estado ruinoso. Es una pena que no se puedan recuperar muchos de los espectaculares edificios ferroviarios que se localizan en la totalidad de las vías verdes.
Esto debió ser una ventanilla de venta de billetes hace mucho tiempo.
El amarillo de las flores de las escobas y las higueras siguen siendo la tónica general.
Más puentes y pequeños cruces con caminos.
Llegamos a la estación de Tulebras.
Y seguimos nuestro camino.
Para llegar a la estación de Cascante, punto final de nuestra ruta.
Iniciamos el regreso sobre nuestros pasos para recuperar el vehículo de inicio de ruta en Tarazona.
Nos preguntamos si el nombre de la localidad de Tulebras tiene alguna relación con las culebras. En lo que llevamos de ruta hemos visto tres de ellas en el camino de la vía verde. No tenemos fotografías dado que le tienen mucho miedo a los humanos y escapan rápido. De todas formas, son unos animales que llaman mucho la atención a los pequeños en, lo que podríamos decir, una mezcla de miedo y de admiración.
Un poco más adelante vemos la camisa de una culebra. Los niños han visto varias culebras y serpientes. Uno de ellos incluso lleva el número de las que ha visto en su vida. En concreto, siete. Pero hasta la fecha no habían visto la piel de una de ellas. Aprovechamos para hablarles de la muda de piel de estos animales, etc., etc.
Seguimos en ligero ascenso hacia el punto de partida para, finalmente, llegar a Tarazona. Por cierto, no hemos visitado esta localidad, pero tiene muy buena pinta.
Iniciamos la ruta en Tarazona, en la zona que observamos en la siguiente fotografía.
Casi siempre en un ligero descenso, avanzamos por grandes rectas.
Cada cierto tiempo una higuera nos sale al paso.
En algunos puntos atravesamos caminos, en los que se aprecia una circulación muy reducida o casi nula, que están perfectamente señalizados.
Nos llama la atención los olores de esta vía verde en esta época. Estamos a finales de junio. Una maravilla. Largas rectas con paredes de escobas en flor amarilla. En estas rectas se disfruta tanto con el olfato como con la vista.
Un par de puentes nos dan sombra para hacer una pequeña parada.
Algunos bancos y zonas de descanso a la sombra de los árboles son otros de los puntos en el caso de tener que parar con los pequeños.
Llegamos a la estación de Malón. Como siempre, unos edificios preciosos, pero que el paso del tiempo los está dejando en un estado ruinoso. Es una pena que no se puedan recuperar muchos de los espectaculares edificios ferroviarios que se localizan en la totalidad de las vías verdes.
Esto debió ser una ventanilla de venta de billetes hace mucho tiempo.
El amarillo de las flores de las escobas y las higueras siguen siendo la tónica general.
Más puentes y pequeños cruces con caminos.
Llegamos a la estación de Tulebras.
Y seguimos nuestro camino.
Para llegar a la estación de Cascante, punto final de nuestra ruta.
Iniciamos el regreso sobre nuestros pasos para recuperar el vehículo de inicio de ruta en Tarazona.
Nos preguntamos si el nombre de la localidad de Tulebras tiene alguna relación con las culebras. En lo que llevamos de ruta hemos visto tres de ellas en el camino de la vía verde. No tenemos fotografías dado que le tienen mucho miedo a los humanos y escapan rápido. De todas formas, son unos animales que llaman mucho la atención a los pequeños en, lo que podríamos decir, una mezcla de miedo y de admiración.
Un poco más adelante vemos la camisa de una culebra. Los niños han visto varias culebras y serpientes. Uno de ellos incluso lleva el número de las que ha visto en su vida. En concreto, siete. Pero hasta la fecha no habían visto la piel de una de ellas. Aprovechamos para hablarles de la muda de piel de estos animales, etc., etc.
Seguimos en ligero ascenso hacia el punto de partida para, finalmente, llegar a Tarazona. Por cierto, no hemos visitado esta localidad, pero tiene muy buena pinta.
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