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Verde Ojos Negros II (Sarrión-Barracas) [fichero kmzpara google-earth aquí]
Ver Vía Verde Ojos Negros II (Sarrión a Barracas, Teruel (Aragón)-Castellón (Valencia)) en un mapa más grande
En esta vía verde existen túneles. Aunque no ha sido necesario el uso de frontales, es aconsejable llevar alguno.
Iniciamos nuestra ruta en la Ermita de San Roque en Sarrión, con un espectacular soportal de acceso.
Por la calle principal de Sarrión seguimos carretera para acceder a la vía verde a la altura de esta localidad. Pasamos por la puerta de las murallas.
Una señal nos indica que está próxima la vía verde. Atravesamos la actual vía férrea, en uso, por un paso elevado.
Llegamos a la vía verde. Iniciamos este tramo con un largo descenso que hace innecesario el pedalear.
Algunas trincheras reflejan el típico paso de las antiguas vías férreas.
Un gran viaducto que nos ofrece unas buenas vistas de la localidad de Sarrión.
Y llegamos al primer túnel, que se encuentra iluminado. Aconsejable llevar frontales por si falla la iluminación.
Atravesamos largas trincheras.
Y el paso bajo algún pequeño puente.
Algún tramo muy pequeño está compartido con tráfico rodado, casi inexistente.
También encontramos varios cruces con caminos y carreteras que están perfectamente señalizados.
La vía verde discurre paralela a la actual vía férrea. Es bonito, y llama la atención de los pequeños, ver el paso frecuente de los trenes. ¿Habrá ERTMS en este tramo?.
Y más cruces de caminos.
Largas rectas, con protecciones de madera.
Los trenes no paran de pasar. Todo un espectáculo.
Más cruces de caminos.
Y la visita de un rebaño de ovejas a la vía verde. La velocidad de los trenes y el posible estrés de sus pasajeros contrasta con la calma y falta de prisa del rebaño y su pastor. Ahora somos un país moderno, un país estresado, un país con prisas, un país con prima de riesgo.
Alguna pequeña subida pone a prueba a los mini-cliclistas. Ellos no tienen cambio en sus bicicletas y tienen que hacer un uso extensivo de su pequeño "hardware".
Pero siempre después de una subida, viene una bajada. Nunca se sube o baja eternamente.
Y disfrutamos de nuevos túneles.
Algunas zonas de descanso.
Y al fondo el espectacular Viaducto de Albentosa.
Y una nueva gran trinchera.
Dejamos Albentosa en lo alto.
Y encontramos pequeños puentes.
Este túnel lo han excavado directamente en la roca, sin presencia de hormigón en sus paredes.
No salimos de las trincheras.
Un cartel nos recuerda que son muchos los kilómetros que podemos hacer en bicicleta en las vías verdes Ojos Negros. De hecho, podríamos llegar hasta la costa valenciana en bicicleta.
Ahora otro cruce, pero este con una carretera de mayores dimensiones. Siempre extremar las precauciones con los niños al cruzar estas vías.
Y más puentecitos.
Como siempre, la presencia de edificios ferroviarios en clara decadencia. A este paso pronto se vendrán abajo. No estaría mal recuperar muchos de ellos. Recuerdo una estación de la Vía Verde del tren Vasco-Navarro que habían acondicionado como vivienda y era una auténtica maravilla.
Atravesamos más viaductos.
Desde los que tenemos unas vistas únicas.
Ahora predominan las largas rectas.
Vemos la localidad de Barracas al fondo, en la provincia de Castellón (Comunidad de Valencia).
A la entrada del pueblo la vía verde discurre a poca distancia de la actual vía del tren.
Un camino a la derecha nos permite acceder a un par de pasos inferiores hacia el pueblo de Barracas.
Nos recibe la Iglesia parroquial de San Pedro, del siglo XVI, XVII.
Y aquí finalizamos este fantástico tramo de la Vía Verde Ojos Negros II. Hace mucho calor y nos sobra toda la tarde. ¿Qué hacer?. Entre las opciones muy recomendables está el acercaros a los localidad valenciana de Segorbe. Sus piscinas públicas, complejo acuático, harán las delicias de los pequeños. En ellas encontrarán un buen número de pequeñas cascadas y toboganes, ideal para los días de fuerte calor. Por cierto, el cocinero del bar-restaurante de la piscina ha estado trabajando en Galicia mucho tierra. Al oír nuestro acento realmente comprobamos que era un enamorado de nuestra tierra. Estuvimos un largo rato charlando y pudimos disfrutar un buen número de las riquísimas tapas que ofrecen en su establecimiento que, por cierto, es totalmente recomendable para tapear.
Y no te olvides visitar la parte antigua de Segorbe, una maravilla totalmente recomendable.
Ver Vía Verde Ojos Negros II (Sarrión a Barracas, Teruel (Aragón)-Castellón (Valencia)) en un mapa más grande
En esta vía verde existen túneles. Aunque no ha sido necesario el uso de frontales, es aconsejable llevar alguno.
Iniciamos nuestra ruta en la Ermita de San Roque en Sarrión, con un espectacular soportal de acceso.
Por la calle principal de Sarrión seguimos carretera para acceder a la vía verde a la altura de esta localidad. Pasamos por la puerta de las murallas.
Una señal nos indica que está próxima la vía verde. Atravesamos la actual vía férrea, en uso, por un paso elevado.
Llegamos a la vía verde. Iniciamos este tramo con un largo descenso que hace innecesario el pedalear.
Algunas trincheras reflejan el típico paso de las antiguas vías férreas.
Un gran viaducto que nos ofrece unas buenas vistas de la localidad de Sarrión.
Y llegamos al primer túnel, que se encuentra iluminado. Aconsejable llevar frontales por si falla la iluminación.
Atravesamos largas trincheras.
Y el paso bajo algún pequeño puente.
Algún tramo muy pequeño está compartido con tráfico rodado, casi inexistente.
También encontramos varios cruces con caminos y carreteras que están perfectamente señalizados.
La vía verde discurre paralela a la actual vía férrea. Es bonito, y llama la atención de los pequeños, ver el paso frecuente de los trenes. ¿Habrá ERTMS en este tramo?.
Y más cruces de caminos.
Largas rectas, con protecciones de madera.
Los trenes no paran de pasar. Todo un espectáculo.
Más cruces de caminos.
Y la visita de un rebaño de ovejas a la vía verde. La velocidad de los trenes y el posible estrés de sus pasajeros contrasta con la calma y falta de prisa del rebaño y su pastor. Ahora somos un país moderno, un país estresado, un país con prisas, un país con prima de riesgo.
Alguna pequeña subida pone a prueba a los mini-cliclistas. Ellos no tienen cambio en sus bicicletas y tienen que hacer un uso extensivo de su pequeño "hardware".
Pero siempre después de una subida, viene una bajada. Nunca se sube o baja eternamente.
Y disfrutamos de nuevos túneles.
Algunas zonas de descanso.
Y al fondo el espectacular Viaducto de Albentosa.
Y una nueva gran trinchera.
Dejamos Albentosa en lo alto.
Y encontramos pequeños puentes.
Este túnel lo han excavado directamente en la roca, sin presencia de hormigón en sus paredes.
No salimos de las trincheras.
Un cartel nos recuerda que son muchos los kilómetros que podemos hacer en bicicleta en las vías verdes Ojos Negros. De hecho, podríamos llegar hasta la costa valenciana en bicicleta.
Ahora otro cruce, pero este con una carretera de mayores dimensiones. Siempre extremar las precauciones con los niños al cruzar estas vías.
Y más puentecitos.
Como siempre, la presencia de edificios ferroviarios en clara decadencia. A este paso pronto se vendrán abajo. No estaría mal recuperar muchos de ellos. Recuerdo una estación de la Vía Verde del tren Vasco-Navarro que habían acondicionado como vivienda y era una auténtica maravilla.
Atravesamos más viaductos.
Desde los que tenemos unas vistas únicas.
Ahora predominan las largas rectas.
Vemos la localidad de Barracas al fondo, en la provincia de Castellón (Comunidad de Valencia).
A la entrada del pueblo la vía verde discurre a poca distancia de la actual vía del tren.
Un camino a la derecha nos permite acceder a un par de pasos inferiores hacia el pueblo de Barracas.
Nos recibe la Iglesia parroquial de San Pedro, del siglo XVI, XVII.
Y aquí finalizamos este fantástico tramo de la Vía Verde Ojos Negros II. Hace mucho calor y nos sobra toda la tarde. ¿Qué hacer?. Entre las opciones muy recomendables está el acercaros a los localidad valenciana de Segorbe. Sus piscinas públicas, complejo acuático, harán las delicias de los pequeños. En ellas encontrarán un buen número de pequeñas cascadas y toboganes, ideal para los días de fuerte calor. Por cierto, el cocinero del bar-restaurante de la piscina ha estado trabajando en Galicia mucho tierra. Al oír nuestro acento realmente comprobamos que era un enamorado de nuestra tierra. Estuvimos un largo rato charlando y pudimos disfrutar un buen número de las riquísimas tapas que ofrecen en su establecimiento que, por cierto, es totalmente recomendable para tapear.
Y no te olvides visitar la parte antigua de Segorbe, una maravilla totalmente recomendable.
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