En algún momento de la actividad, es totalmente recomendable visitar el pueblo de Pineda de la Sierra, con su arquitectura en piedra característica de la zona, así como la localidad de Urrez. También, en las inmediaciones de Arlanzón, no debéis perderos las excavaciones arqueológicas de Atapuerca.
►Vía Verde Sierra de la Demanda-Tramo1 (fichero kmz para google-earth aquí)
Incluimos también el correspondiente mapa de ruta para google-maps.
Del gráfico de perfil de ruta se observan dos mitades bien diferenciadas. La primera, desde el km 0 al km 25, saliendo de Pineda de la Sierra, con llegada a Arlanzón, en la que predomina claramente el descenso, la hace muy adecuada para niños. La segunda mitad, de regreso, es simétrica, pero claramente predominando las subidas. En caso de hacerse la vuelta con niños, deben tener una mínimas condiciones físicas. Lo preferible es organizar la ruta a dos vehículos, o con un adulto que regrese por el de cabecera y, según cómo se vean los pequeños a su llegada a Arlanzón, seleccionar entre los dos planes posibles.
La ruta la iniciamos en un gran aparcamiento a la derecha de la carretera que nos encontramos 1 kilómetro antes de llegar a Pineda de la Sierra (siguiente fotografía). Un lugar muy tranquilo. Pineda de la Sierra, tal y como se ha comentado, es un pueblo con mucho encanto, que no debes perderte.
Desde dicho aparcamiento un camino nos llevará, en poco más de 5 minutos, con un ligero ascenso, a pinchar con la Vía Verde (siguientes dos fotografías).
Al llegar a la Vía Verde la cogeremos a derecha, en dirección contraria a la localidad de Pineda de la Sierra (siguiente fotografía).
En la mayor parte de la ruta, con grandes rectas casi siempre en descenso, iremos acompañados de montañas.
Algunas construcciones humanas salpican la ruta. Han pasado los años y también tienen su encanto.
A lo lejos, en lo alto, una granja.
A nuestra derecha, a cierta distancia, apreciamos que circula el Río Arlanzón.
Seguimos ruta entre todo tipo de árboles.
Los puentes son lugar obligado de parada, para observar los ríos que atraviesan y, quien sabe, tratar de localizar alguna cascada. En este caso en la pasarela sobre el Arroyo de las Amarillas.
Estamos en la cola del Embalse del Arlanzón.
Es verano y el nivel del embalse deja grandes explanadas que, en este caso, son aprovechadas por los rebaños de vacas.
Es pleno día pero, aún así, la luna nos acompaña. Pocos lugares como la Sierra de la Demanda tiene un cielo nocturno tan espectacular. Cada vez que visito esta zona, sea para hacer rutas de bici, "pateos" o espeleología, suelo dedicar un buen rato de las noches a observar el cielo. Tal vez una baja contaminación lumínica sea la responsable de tal espectáculo nocturno.
La ruta avanza con el embalse a nuestra derecha.
En algunas zonas entre frondosos árboles, que nos proporciona una agradable sombra.
Alguna rampa, de pequeña longitud, pero fuerte pendiente, nos obliga a caminar, aunque alguno de los pequeños trata y, en algunos casos, consigue, subirlas sobre sus bicicletas.
Los kilómetros van cayendo lentamente. Todas las zonas de esta ruta son para disfrutar.
Predominan los tramos con sombra, muy de agradecer en pleno agosto.
Muchos tramos están protegidos por vallas de madera.
Un cartel nos informa de una rampa con un 7% de pendiente que, tal vez, más bien sea de un 25%. Son muy pocos metros de rampa, con hormigón en su calzada. Estando seca no reviste dificultad alguna. En el caso de que algún pequeño no quiera descenderla sobre su bicicleta, nada de tonterías, a pasear.
Otro cartel nos informa de un desvío a la localidad de Urrez. Dejaremos la visita a esta localidad, muy recomendable, para el final de nuestra ruta. Urrez es otro de esos pueblos totalmente recomendable. En varias ocasiones lo hemos visitado para practicar espeleología en una de sus cuevas, la Torca de Urrez (reportaje fotográfico de 2005 disponible aquí). También muy cerca se localiza otras de las maravillas del mundo subterráneo, la cueva de Fuentemolinos, en las proximidades de la localidad de Puras de Villafranca (reportaje fotográfico de 2005 disponible aquí).
Pero es hora de dejar de "soñar" en esas cuevas y seguir nuestro camino sobre dos ruedas.
Tras la rampa de hormigón, una zona de descanso nos sirve para reponer fuerzas.
Y más adelante, nos llama la atención un pequeño pantano, con varios troncos de árboles en medio del agua.
Volvemos a la ruta, ahora entre pinares. La tipología del bosque va cambiando a lo largo de la ruta.
Para volver, más adelante, a circular por largas rectas con monte bajo y árbol autóctono, entre hayas y robles. En cierto punto cruzaremos una carretera, que es la que lleva a Urrez. No disponemos de fotografías de este punto. Aunque no tiene mucho tráfico, se recomiendo cruzar caminando. Desde ese cruce a Arlanzón nos meteremos en un tramo de continua bajada, con cierta pendiente. En muchos puntos no es necesario darle a los pedales. Simplemente tenemos que dejar llevarnos.
Los pequeños casi siempre delante, los mayores detrás. Ahora todo es rápido. Bajada y más bajada.
Empezamos a ver alguna construcción humana. En este caso una depurado de agua, en la siguiente fotografía. Seguiremos por el camino para, unos metros más adelante, cruzar una carretera y volver a camino de tierra.
Que no dejaremos hasta llegar a la localidad de Arlanzón.
Con vistas de la localidad al fondo.
Una última recta y habremos llegado.
Antes de entrar en la localidad atravesamos por un puente el Río Arlanzón. Nos llama la atención la fauna que puebla sus aguas. En la siguiente fotografía dos humanos, fauna característica de la zona.
Una zona de descanso, con un cartel que nos presenta todo tipo de información de la Vía Verde, marca el final de nuestra ruta.
También observamos una gráfica del perfil completo de la ruta, en la que se aprecia claramente que, con niños, lo mejor es hacer la propuesta que incluimos en esta entrada, de Pineda de la Sierra a Arlanzón, en la que predomina los tramos en descenso.
Y en este punto finaliza la ruta. En Arlanzón, muy próximo al final de ruta, se localiza una fuente, unas canchas de baloncesto, un frontón, etc. En nuestro caso, el grupo se divide en dos. Al no disponer de segundo vehículo en Arlánzon, un grupo se queda en dicha localidad y otro regresa a Pineda de la Sierra. Entre ellos, unos de los pequeños que, en este caso, se meterá 50 kms. de ruta siendo, 25 de ellos, de ascenso.
Aunque el regreso se hace a cierta velocidad, no podemos resistirnos a hacer alguna fotografía en los puntos que más nos llamaron la atención.
Un regreso en ascenso a cierta velocidad, unido al sol, hace que el sudor caiga por nuestras frentes.
Y claramente no podemos resistirnos a acercarnos al Embalse del Arlanzón a refrescarnos.
A nuestro regreso a la vía verde, después de refrescarnos, observamos que un rebaño de vacas se ha adueñado de la misma.
Muy educadamente, al vernos, deciden abandonar el camino y dejarnos paso.
Pronto empezamos a dejar el embalse a cierta distancia.
Para iniciar los últimos tramos del retorno.
Una vez reunidos todos, decidimos visitar la localidad de Pineda de la Sierra y, como era de esperar, se hace utilizando unos de los mejores vehículos inventados por el hombre, la bicicleta. Es silenciosa, no contamina, no consume gasolina, aunque si energía (la nuestra). Además, una zona próxima a Pineda de la Sierra será el punto de partida para el segundo tramo de la Vía Verde de la Sierra de la Demanda.
Y con esto damos por finalizada esta ruta única en una sierra que nunca olvidaremos y a la que pronto regresaremos, la Sierra de la Demanda.
►Entrada-menú principal actividades
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