Si Bilbao es una maravilla, San Sebastián no se queda atrás. Ambas en estilos muy diferentes, pero igual de recomendables. Esta ciudad, abierta al mar, es ideal en verano. Pasear por su parte antigua, disfrutar de su gran playa urbana, o de su pequeño parque de atracciones del Monte Igueldo, entre otras posibilidades, son motivos más que suficientes para pasarse por esta ciudad.
En muchos puntos-aspectos esta ciudad me recuerda a la de A Coruña, la más bonita del noroeste de la península, al menos desde mi punto de vista.
En la parte vieja no debemos perdernos los pinchos de sus locales, una auténtica pasada, como se puede observar en las siguientes fotografías. La única nota negativa, los precios son excesivamente altos (buff!!). Pero bueno, son vacaciones y un día es un día. En esto gana con mucho A Coruña. Claramente percibimos que el poder adquisitivo-sueldos en el País Vasco deben ser sustancialmente superiores a los existentes en Galicia.
Con el estómago lleno, se disfruta un buen rato de la playa. Luego recorremos el paseo marítimo hasta la base del Monte Igueldo. Aunque se puede llegar a su cumbre en coche o autobús, decidimos coger el antiguo funicular. A los pequeños les hace gracia hacer la ascensión en tan singular medio de transporte.
En lo alto nos esperan las mejores vistas de San Sebastián (siguientes fotografías).
Y un pequeño parque de atracciones que resulta de lo más atractivo para los niños. Esto no es la Warner, o Port Aventura, pero ellos disfrutan de igual forma. Incluso mejora a los anteriores en poder disfrutar de pequeñas atracciones pero sobre unas vistas incomparables de la ciudad y su entorno.
Rematamos esta entrada con un vídeo FullHD de la montaña rusa de este parque.
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