Vía Verde de 42,5 kms en tierras de Vizcaya. Totalmente recomendable con niños. En nuestro caso partimos de la estación de tren de Traslaviña hasta Santalices. Ruta no circular que nos ha supuesto, ida y vuelta, 48 kms. En nuestro caso, al disponer de un único vehículo, volvemos sobre nuestros pasos a la estación de Traslaviña. En el caso de disponer de dos vehículos lo ideal sería organizar una combinación de coches y hacer la vía verde completa, saliendo de la estación de Traslaviña y finalizando en la playa de la Arena. Todo tipo de información sobre esta vía verde disponible aquí.
Como siempre, antes de nada, adjuntamos enlace al fichero kmz para google-earth para cargar en cualquier software GPS que soporte este tipo de ficheros.
Salimos de la estación de tren de Traslaviña, que se localiza a 2 kms. pasada dicha localidad, dirección Balmaseda. En dicho punto un desvío con algo de pendiente, por una pequeña carretera asfalta, en poco más de 100 metros, nos deja en la estación, punto de partida. Pasamos un rato analizando uno de los carteles de la vía verde, que nos muestra gran parte de nuestro recorrido.Como siempre, antes de nada, adjuntamos enlace al fichero kmz para google-earth para cargar en cualquier software GPS que soporte este tipo de ficheros.
En la siguiente fotografía en el aparcamiento de la estación de tren de Traslaviña, inicio de la ruta.
Atravesamos la vía, con mucho cuidado, al ser una vía con trenes en circulación.
Y al otro lado cogemos la vía verde en ligero descenso. Dejamos la estación y avanzamos por camino ancho a la sombra.
No hemos llegado a calentar las piernas y nos encontramos un primer túnel.
Y poco más adelante, un segundo túnel, todos ellos bien iluminados. De todas formas, nunca sobra algún frontal.
Predomina el bosque en este tramo. Sin duda alguna vislumbramos que estamos en una bonita vía verde, totalmente recomendable para hacer con niños.
Muchos tramos están protegidos por barandillas de madera.
Y en otro puntos atravesamos el río por un puente también de madera. Creo recordar que se trata del río Kolitza.
En otro punto nos encontramos unas construcciones de un viejo cargadero de mineral.
En otra zona el bosque se abre y podemos disfrutar de unas espectaculares vistas.
Para seguir nuestro trazado por camino ancho y mucha sombra.
En el recorrido nos encontramos un buen número de carteles en los que algún poeta ha decidido dejarnos su obra.
Un par de grandes bloques evita el paso de coches y otros vehículos a motor.
La vía verde queda cortada en este tramo, y tenemos que cortocircuitar por una empinada pendiente. En algún punto echamos pie a tierra. Bueno, a alguno de los pequeños no hay cuesta que se le resista. Pronto seremos nosotros los que iremos detrás.
En la parte alta nos asomamos a una gran cantera, la de Sopuerta. Aquí aprovechamos para hacer un repaso de unos de los temas que los pequeños estudian en el cole, sobre minería y canteras. Nada mejor que verlo in situ.
De inmediato entramos en un tramo de fuerte pendiente descendente, con algunos cruces de carretera. Nuevos poemas en carteles nos salen al paso.
Entre prados y bosques vamos haciendo kilómetros. Un caballo pasta tranquilamente, pasando olímpicamente de nosotros. Hace bien.
Algunas trincheras de la antigua vía férrea introducen algo de oscuridad en el recorrido, junto con algún pequeño túnel.
En el km. 14 aprox. llegaremos al Arenao, en cuya entrada encontramos un espectacular y moderno edificio en tonos verdosos.
En esta zona atravesamos la carretera por una espectacular pasarela en madera (siguientes fotografías).
Y de inmediato iniciamos una larga y suave ascensión.
Antes de llegar a la parte alta un desvío a la izquierda nos señala el área recreativa de Aguas Juntas. Claramente es el momento de comer algo. Cogemos el desvío.
Para en poco más de 50 metros llegar al área, con mesas, bancos y zona de sombra. Un lugar ideal para comer.
Vuelta a las dos ruedas continuamos la vía verde pendiente arriba. Aunque no durará siempre y pronto volveremos a avanzar rápidamente en un vertiginoso descenso. Atravesamos una carretera por un paso inferior y llegamos a una zona industrial con varias naves. Ascendemos por una carretera con tráfico, rodeando la zona de naves, para coger nuevamente la vía verde en la parte alta. Dejamos el pequeño parque industrial para volver a introducirnos en una zona de bosque.
Esta zona discurre entre bosques, con algún túnel cuya longitud no requiere de iluminación artificial.
Y un segundo túnel, este más largo, perfectamente iluminado.
Los pinares son la tónica general, con algunos ejemplares de gran tamaño. Ahora descendemos.
Hasta llegar a las inmediaciones de Santelices, después de aproximadamente 24 kms. de ruta. Aunque nos planteamos seguir, decidimos darnos la vuelta en este punto. Nos quedan otros 24 kms. de retorno. Claramente lo ideal sería disponer de dos vehículos para hacer la vía verde completa y utilizar el segundo para recoger el de partida. O, en su defecto, también se puede organizar utilizando el transporte público.
Ahora toca desandar nuestro camino.
En la zona del Arenao cogemos un atajo. Si te fijas en el mapa de ruta, todo este tramo hace una gran V que discurre por ambas faldas del valle. En una zona cogemos un desvío a derecha y hacemos un potente descenso, en asfalto, para salir directamente a la carretera a la altura de la pasarela del Arenao. Así nos ahorramos un par de kilómetros.
En la localidad de el Castaño, descansamos en una amplia pradera, en la que también se localiza una fuente.
Para rematar el retorno de la vía verde, siempre disfrutando de toda buena vista que nos sale al paso.
Y con esto finalizamos una nueva vía verde del País Vaco, totalmente recomendable con niños. Aquí una completa descripción de la misma.
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