Al día siguiente de hacer la Vía Verde entre Furtwangen-Wolterdingen nos dirigimos a la pequeña localidad de Boll-Bonndorf para visitar una de las rutas más recomendables de la Selva Negra, la garganta Wutach. Siguiendo el GPS llegamos a una localidad en la que unas obras nos obliga a volver atrás y coger un desvío de bastantes kilómetros. Esto nos cambia los planes para hacer la garganta. Pero bueno, ante todo contratiempo, siempre buena cara, especialmente en vacaciones.
El nuevo itinerario nos meterá un buen montón de kilómetros pero, a cambio, nos sacará de las rutas típicas de turismo de verano y podremos disfrutar, por no decir alucinar, con la arquitectura de un buen número de pueblos alemanes. Que pasada como cuida esta gente el entorno, tanto el natural como el artificial. Pasaremos por diversas localidades de pequeño tamaño, todas ellas agrícolas-ganaderas, hasta un lugar conocido como Schwärzenbach. Decidimos parar a comer en este punto por, entre otros motivos, lo que se aprecia en las siguientes fotografías. Zona de recreo, columpios en madera, baños públicos perfectamente cuidados, etc., etc., y todo ello en un entorno ganadero y de grandes praderas.
Un gran número de columpios de madera convierten la zona en una pequeña gincana para los niños.
Pasamos un par de horas en la zona, además de comer. No quieren irse. No tenemos prisa. Luego nos quedamos.
Pasarelas.
Tirolinas.
Y un gran campo de fútbol con porterías. Que más puede pedir un pequeño. O un grande.
Varios carteles de madera proporcionan información sobre las muchas posibilidades en la zona.
Todo perfectamente cuidado. Aquí las pintadas son inexistentes. Seguimos teniendo mucho que aprender.
Rematamos con un partido mayores contra pequeños.
Luego seguimos camino, pasando por auténticas aldeas, rumbo a la garganta Wutach.
No hay comentarios:
Publicar un comentario