Dejamos el vehículo en el aparcamiento de la zona del albergue Hohneck, punto de partida de esta ruta, circular, que supondrá un total de 8,5 kms. Adjuntamos fichero kmz para google earth.maps con la ruta completa.
Desde la carretera, por un lateral del albergue, cogemos camino en ligero ascenso (siguiente fotografía). Al fondo a la izquierda de dicha fotografía se aprecia nuestra casa con ruedas.
Un paso vallado para evitar que se escape el ganado nos da acceso a unas vistas estupendas.
En pareja.
O como trio. Disfrutamos de un gran valle.
Aquí iniciamos un vertiginoso descenso por sendero bien marcado (siguientes fotografías). En el fondo del valle nos espera el lago Schiessrothried.
En las proximidades del lago entramos en una zona de bosque.
Donde el musgo decora el entorno con sus diversas gamas de verde.
Es una zona única, en el que la naturaleza ha mezclado bosque y roca de una forma singular (siguientes fotografías).
Grandes ejemplares de árboles perduran al paso de los años.
El sendero se convierte en ancho camino.
Poco antes de llegar al lago Schiessrothried.
El valle con su lago forma uno de los principales enclaves de esta ruta.
Con las montañas vigilantes en lo alto.
Una pequeña presa retiene el agua. Un último vistazo antes de continuar camino.
Aguas abajo avanzamos por sendero entre bosques.
Aquí los árboles se comen el metal. Tal vez sea una forma de defensa.
Para llegar a un nuevo lago, el de Fischboedle, más pequeño que el anterior, pero igual de espectacular.
Un merendero cubierto forma un enclave idóneo para reponer fuerzas.
El bosque se refleja en sus aguas.
Por la parte inferior del lago cogemos un ancho camino para, a los 20 metros, desviarnos a la derecha por sendero ascendente con bastante pendiente. Un cartel nos indica que nos estamos introducimos en un sendero difícil. Lo cierto es que nos quedan por delante 500 metros de desnivel, aunque no recuerdo que fuese difícil, o que costase mucho.
Por sendero poco marcado iniciamos ascenso.
El musgo también decora el suelo en esta zona.
Entre todo tipo de árboles, alguno de ellos con un buen montón de años.
En un descampado nos encontramos los restos de una hoguera. Es altamente curioso, tanto en la zona de Alsacia como en la Selva Negra, en Alemania, observamos una gran cantidad de hogueras en zonas de bosque e incluso en parques naturales. También vimos hogueras encendidas en muchas ocasiones en plena zona de bosque. Y en contra de lo que pudiera parecer, no hemos visto ni un metro cuadrado de bosque quemado. Increíble, pero cierto.
En todo momento ascendiendo, llegamos a una gran pradera. El entorno es espectacular (siguientes fotografías).
En ella se localiza el refugio de Kerbholtz, que rodeamos por sendero muy marcado.
Para volver a entrar en zona de bosque nuevamente para ascender por fuerte pendiente.
Al coger una considerable altura vislumbramos pequeñas aldeas al fondo del valle, entre grandes praderas, en una estampa de película.
Un respiro nos introduce por un sendero que discurre sin pendiente en una zona desprovista de vegetación alta.
Unos plácidos bichos se afanan en segar la hierva.
En esta zona localizamos un bar repleto de gente. Una pequeña parada y seguimos nuestro camino.
Volvemos a un sendero nuevamente ascendente. Se lleva bastante bien.
Por camino ancho, con vistas en nuestros 360 grados (siguientes fotografías).
En la cuerda superior percibimos que hemos llegado al punto más alto del camino.
El fondo del valle por el que discurre nuestra ruta se ve lejano.
Una gran concentración de caballos reivindica su derecho a unas grandes y frondosas praderas.
El final del camino está próximo.
Desde una zona rocosa observamos el sendero por el que iniciamos la ruta en fuerte descenso a los lagos (siguientes fotografías).
Para terminar, nos despedimos de esta estupenda ruta con un combate de judo en pleno tapiz de hierva. Edu, tienes unos buenos alumnos en esta disciplina.
Esta zona esta repleta de rutas, todas ellas de mucha calidad. Se podrían organizar otras muchas, aunque es momento de movernos de zona. Sin duda alguna volveremos.
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