En Mende (Coirós), en las proximidades de la localidad coruñesa de Betanzos, se localiza esta ruta que discurre paralela al río Mendo. Es un entorno tranquilo en el que se localizan dos molinos rehabilitados pero que, con el tiempo, y los visitantes indeseables, están empezando a dejar de estar en buen estado. Se trata del "Muíño do Carlista" y "Muíño do Mende".
Se adjunta fichero kmz a una ruta que supone un total de 17 kms. En nuestro caso únicamente hacemos un pequeño paseo no circular de aproximadamente 4 kms., ida y vuelta. El estado en el que nos encontramos algunos tramos del sendero hizo que diésemos la vuelta.
Iniciamos el sendero en las proximidades del Lugar de Mende, al que se accede por carretera estrecha por desvío que se coge en la NVI en las proximidades de Betanzos.
En el inicio nos encontramos un cartel informativo de ruta. Se observa que hay tres tramos posibles.
Iniciamos el camino siempre en paralelo al Mendo, por su margen izquierdo.
Pronto nos topamos con un gran molino que, tal y como puede observarse, ha sido restaurado. Por desgracia y la mala mano de algunos impresentables, se encuentra con cristales y otros elementos rotos. Sin duda alguna la legislación debería castigar con mayor dureza todo tipo de actos vandálicos. Que estos y otros elementos, así como las paredes de los edificios de nuestras ciudades, estén destrozadas y repletas de pintadas es algo, sin duda, que se debería atajar de forma drástica. Es mucho el dinero invertido en restaurar estos elementos como para permitir que ciertos individuos hagan del destrozo su forma de vida. A la cabeza me vienen muchos lugares y ciudades que hemos visitado, normalmente fuera de España, en los que es prácticamente imposible ver pintada alguna o destrozo en el patrimonio culturar y natural.
Seguimos sendero río arriba. Los participantes de cuatro patas son, sin duda alguna, los que más disfrutan.
Algunas pasarelas entretienen a los pequeños.
Nuestro delfín disfruta y se esfuerza en seguir el camino de forma totalmente autónoma. Y eso que carreta su propia mochila.
Entramos en una zona de construcciones rehabilitadas, en un tramo en el que se ha encauzado parcialmente al Mendo.
Nos alejamos de la civilización por sendero bien marcado. Alguna pasarela parcialmente destrozada pone a prueba la pericia equilibrista de los pequeños. Este tipo de actividades siempre con las medidas de seguridad oportunas y, en caso de duda, seguid el camino (siempre a lo más seguro).
Del tramo siguiente no disponemos de fotografías. En esta zona se pasa por debajo de la autovía. Aquí el sendero se ha venido abajo en algún tramo. Resulta realmente incómodo y resbaladizo. Se debería arreglar y desbrozar este tramo.
Llegamos a un nuevo puente de madera.
Y, tras una pradera, a otro gran molino.
En este punto observamos que el sendero que discurre paralelo al río no esta en buenas condiciones como para seguir con niños, por lo que decidimos dar por finalizada la ruta y volver. El retorno lo hacemos por el margen derecho del Mendo, por camino más ancho y cómodo, aunque menos estético.
Y con esto damos por finalizado un pequeño paseo por el Río Mendo que, sin duda alguna, necesita ciertas labores de reparación y desbroce. Como siempre, crear rutas y senderos es algo muy enriquecedor, aunque no debemos olvidarnos que su correcto mantenimiento es vital para que perduren en el tiempo.
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