jueves, 15 de noviembre de 2018

Barranco del Mougás (Mougás, Oia, Pontevedra)

Barranco en el que debemos destacar las vistas desde varios puntos del descenso como nota positiva. Por lo demás, no llega a coger ambiente. Pasado Vigo atravesaremos la bonita localidad de Baiona. Seguiremos por la carretera de la costa en dirección a As Mariñas y A Ermida. Los faros acompañarán nuestra ruta.

La localidad de referencia del descenso es Mougás. Antes de coger desvío a izquierda hacia dicha localidad, observamos desde un puente la situación habitual del caudal del río Mougás en su desembocadura (siguientes fotografías).




En octubre de 2006, después de un temporal y cerca de 12 horas lloviendo muy fuerte sin parar, la zona se convirtió en un auténtico caos, ríos por las carreteras, ramas, piedras, etc. En esa ocasión tuvimos que abortar el descenso, pero incluimos varias fotografías del estado de la desembocadura (siguientes fotografías). Se aprecia el color negro del agua, procedente de la superficie quemada durante el verano y la enorme mancha en el mar. Cualquier otro comentario sobre los incendios y las causas medioambientales derivadas sobra. Endurecer la legislación contra los que provocan incendios debe ser el camino. Y tal vez en algún momento se debería plantear algún tipo de registro sobre posibles pirómanos en nuestra tierra. Soy consciente de lo problemático desde el punto de vista de gestión y protección de datos, pero la deriva pirómana de esta tierra debe cesar.













Pasado el puente de la desembocadura cogeremos desvío a izquierda para ubicar los coches de la combinación para el descenso. Se incluye fichero kmz con la ubicación de coches, así como el inicio y final del descenso del Mougás. En el caso de disponer de un único coche, la combinación supondrá un bonito paseo de 6,5 kms.

En la siguiente fotografía la zona del vehículo de cabecera.


La zona de aparcamiento está a pocos metros del río Mougás. 


Avanzamos río abajo por senderos paralelos, entre pinos, para evitar el tramo inicial sin interés.


El arroyo baja con poco caudal en esta ocasión.


Una pequeña poza marca el inicio de entrada a agua.



Se avanza rápido.


Hasta asomarnos a lo que, para mi gusto, representa lo más positivo de este descenso, las vistas sobre el mar. 


Entramos en un tramo de desarrollo sin interés. 


Para progresivamente ir entrando en cuerda. Algunas cabeceras están equipadas con "parabolts".


Las primeras dificultades no llegan a coger una completa verticalidad. Están algo "rotas".




Seguimos por varias dificultades en cuerda sin gran interés. Varias cabeceras han sido equipada con químicos.


Alguna dificultad casi se podría destrepar. Para evitar sustos nos metemos en cuerda.



Hasta llegar a un "balcón" con una de las mejores vistas del descenso (siguientes fotografías).



Volvemos a entrar en un tramo de dificultades "panzudas", no muy estéticas desde el punto de vista deportivo. 



Enlazamos varias dificultades en cuerda, casi de cabecera en cabecera.


Para entrar en una vertical, la "más estética" del descenso, desde la que también tenemos unas magníficas vistas (siguientes fotografías).














Esta dificultad ganaría mucho con un mayor caudal. De hecho, este descenso únicamente es recomendable con una cierta carga. En la siguiente fotografía este último tramo.


Varios destrepes. 



Para volver a cuerda en otra sucesión de dificultades del Mougás. Aunque de reducidas dimensiones, éstas tienen su relativo encanto.




Llegando a otra sucesión de dificultades "panzudas" (siguientes fotografías), prácticamente enlazadas.









En la siguiente fotografía la sucesión de dificultades referenciadas.


Desde una cabecera observamos el ancho camino de retorno. El coche lo habremos dejado en un apartado de dicho camino a pocos metros del final del descenso.


Entramos en las últimas dificultades del Mougás, enlazadas y de pequeñas dimensiones. 


Varios químicos equipan las cabeceras. 




Enlazamos los últimos tramos-dificultades. 




Abandonamos el descenso por el camino a izquierda. En la siguiente fotografía se aprecia el apartadero con un coche. No es el nuestro, una pena, tendremos que meternos los algo más de 6 kms. para buscar el de cabecera. 


Por el camino recorremos algo más de 2 kms. hasta la carretera. 


En el retorno las vistas siguen haciendo que paremos a disfrutar de lo que tenemos ante nosotros. 


Los ecualiptos han invadido estos montes, como casi todos los de Galicia. Tremenda plaga. 


Al atardecer las estampas se vuelven todavía más increíbles.  


El resto, lo de siempre, al coche de cabecera, cambiarnos de modo neopreno a modo no acuático, y vuelta a casa. Nos quedan unos cuantos kilómetros por delante por una de las autopista más caras de Europa. Esto es una auténtica sangría. 

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