Para no repetir información, en este enlace diversa información sobre esta pista ciclabile. Por lo demás, se incluye un fichero kmz con la pista ciclabile dele Dolomiti di Fiemme e Fassa con el "track" de la misma.
En nuestro caso saldremos de Fontanazzo y descenderemos por la pista hasta las afueras de Predazzo haciendo, en total, ida y vuelta, 37 kms. En pleno agosto el tráfico de coches por estos valles puede llegar a ser bastante denso, incluidas múltiples y variadas caravanas en varios puntos.
Se incluye un reportaje fotográfico de la pista. Al poco de pasar Fontanazzo encontramos un pequeño aparcamiento a la izquierda de la carretera con espacio para nuestra casa con ruedas. Será nuestro punto de partida. Iniciamos recorrido por camino para bicicletas, compartido con un buen número de peatones, adentrándonos en el valle di Fassa.
Pasamos por la localidad de Capitello di Fassa.
La pista discurre por ambos lados del río Avisio. Bueno, más bien por uno, aunque el otro también dispone de caminos para bici que, en muchos tramos, son más divertidos, al ser por tierra. Para nosotros siempre es preferible un camino de tierra que una pista de asfalto.
En Fontanazzo, circulando por el margen izquierdo del río, siempre descendiendo, localizamos un bonito puente de madera y, en sus inmediaciones, un parque para niños.
No paramos en el parque y decidimos dejarlo para el retorno.
Atravesamos por el puente al margen derecho del río para seguir por la pista.
Largas rectas por pista asfaltada y en continuo descenso nos permiten avanzar con rapidez, siempre disfrutando de las vistas del valle.
Pasaremos por las localidades de Campestrin y Mazzin.
Y por Pera, en las siguientes fotografías.
El contraste de las praderas del valle y las montañas es una maravilla. Siempre acompañados del río (siguientes fotografías).
Dejaremos atrás Pozza di Fassa.
Para entra en un bonito tramo entre bosques.
Llegamos a Soraga.
Tras Soraga nos espera una pequeña cuesta, que se lleva bien.
Para volver a coger velocidad en un largo descenso, en una zona preciosa, siempre rodeados de árboles.
Y grandes praderas.
Hasta llegar a la localidad de Moena. Nos desviamos de la pista para, por la calle Salejada, dirigirnos a la plaza del ayuntamiento, en las proximidades del río Avisio. Paramos a comer en el Central Bar. Lugar totalmente recomendable, tanto por calidad, como por precio. Los platos, el helado y el café riquísimos.
Seguimos rumbo a Forno y Predazzo. A las afueras de esta última localidad decidimos iniciar el retorno.
La lluvia hace acto de presencia.
Desandamos la pista dele Dolomiti, ahora casi siempre en ascenso.
Las grandes montañas nos muestran unas estampas para el recuerdo.
Paramos a tomar algo en una mesa con bancos. Mi vieja bicicleta descansa. Lleva conmigo más 25 años y todavía aguanta. Eso sí, va viejecita, como el dueño.
En el retorno aprovechamos para circular por el margen contrario del río, normalmente por pistas de tierra. Llueve y los charcos son un aliciente más para los pequeños.
En la ruta paramos a observar varias esculturas en madera.
Hay remontes en varios puntos. Las estaciones de esquí de Dolomitas, tanto de este valle, como de otras zonas que hemos visitado, parecen una maravilla. No estaría mal poder volver en invierno.
En otra zona nos llama la atención un gran número de cabañas de madera, en contraste con el verde de la pradera.
Un parque de aventuras próximo a Fassa está repleto de niños. Hay todo tipo de actividades, minirocódromos, tirolinas, etc.
Los pueblecitos de las alturas, entre praderas, parecen de dibujos animados.
Les ponemos los chubasqueros. Lleva un rato lloviendo y aceleramos la marcha.
En la ruta de bajada habíamos dejado para el retorno el parque de columpios del inicio de ruta. Está lloviendo, ahora no hay niños. Una suerte, un poco de lluvia no hace daño.
Camino arriba nos paramos en uno de los muchos altares de la zona en memoria de algún fallecido.
En Pozza di Fassa también visitamos unas espectaculares instalaciones de rocódromo, apta para todos los públicos.
Hasta llegar a la zona de inicio de ruta. Un gran charco ha surgido mientras bajábamos el valle. Los pequeños juegan a atravesarlo a gran velocidad.
Es hora de iniciar ruta hacia nuevas zonas. Este pista de bici nos ha dejado muchas estampas de montaña inolvidables. Dolomitas es único.
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