jueves, 14 de octubre de 2021

Limo (Cariño, A Coruña)

Estamos ante uno de los recomendables entre los descensos de Galicia. El entorno es espectacular, con unas vistas que te quedarán en la retina durante bastante tiempo. Como aspecto importante, a evitar en los meses de estiaje, que irá totalmente seco. A planificar después de lluvias, a ser posible un día soleado, y con el menor viento posible (aquí puede llegar a soplar fuerte). Con buen caudal, se convertirá en un barrancazo, entretenido y técnico (especialmente pensando en las características del equipamiento del mismo, que trata de minimizar la “ferralla” empleada, en una vuelta a los orígenes de este deporte). En la guía de barrancos del lejano oeste, de R. Redondas y C. Ares, encontrarás información sobre este y otros muchos descensos. En esta entrada trataré de incluir información complementaria y, en cierto sentido, mi punto de vista de este descenso (algo siempre subjetivo), tratando de complementar dicha información. 

En cuanto a la aproximación, en la guía hay una descripción completa, más que suficiente para ir a tiro fijo en la aproximación, sin pérdida posible. Aquí incluimos un fichero kmz con el “track” de aproximación, así como los “waypoint” más destacables. También el retorno que hicimos, versión “hard”, aunque existe la versión no tan “hard”. Sobre el retorno, sus aventuras y desventuras, hablaremos al final de la entrada.

 Fichero kmz de aproximación, descenso y retorno versión "hard"

En rojo tienes el recorrido en coche desde el último punto asfaltado hasta la zona de aparcamiento (un único coche). En el margen del camino hay espacio para dos o tres vehículos. Dejad espacio para el paso de todoterrenos, etc. Tanto la carretera de ascenso por asfalto, como el camino, no son aptos para autocaravanas, sí para coches. En nuestro caso íbamos con un coche familiar de los que tiene faldón delantero feo para andar por caminos. En este tramo encontrarás dos o tres pasos, en los que deberás seleccionar la trazada y aligerar acompañantes, para evitar rascar el faldón delantero. Si llevas un coche un poco más alto, y menos pijotero, podrás pasar sin problema alguno. Ojo, con lluvias esta situación puede variar de un año para otro, y lo que antes era transitable, cualquier año se puede convertir en pista para 4x4. La zona de aparcamiento se identifica perfectamente. Cuando el camino apto para coches se convierte en camino únicamente para 4x4, ahí dejaremos el coche. Se incluye en el kmz el punto de aparcamiento.

Aunque en algunas ocasiones pateamos y nos ponemos neoprenos en inicio de descenso, lo ideal aquí es cambiase en el propio coche y salir con la ferralla puesta. Desde el aparcamiento seguimos unos pocos metros por el camino (siguiente fotografía).

Luego observamos un desvío con agua a derecha que acabará confluyendo en el valle y curso del Limo. Nosotros avanzamos unos metros más para de inmediato desviarnos a derecha entre la vegetación, que no molesta, aunque en algunos puntos es alta (esto con el tiempo puede variar).

Buscando las zonas más limpias, o de paso de animales, próximas al Limo, vamos perdiendo cota, hasta llegar a la vertical del descenso. Desde el coche al inicio de descenso (zona vertical) recorreremos poco más de 1 km. En el kmz el “track” de pateo (en rosa) está “dibujado” sobre una estimación de la ruta seguida. En cierto punto, cuando nos encontramos con maleza algo más alta, decidimos descender al río y seguir por el curso.

Tal vez se podría buscar zona de paso de ganado, algo más alejadas del curso, por su margen izquierdo para, al llegar a la altura de la zona de inicio de descenso, bajar perpendicular a machete (será cuestión de probar).

Al llegar a la zona de inicio y de las verticales, se aprecia que el descenso nos va a regalar unas estampas espectaculares del Atlántico. Muy cerca, en Estaca de Bares, se localiza la línea considerada separación, o casi mejor unión, entre el Atlántico y el Cantábrico.

Desde este punto estaremos jugando con las cuerdas casi en todo momento, con pocos tiempos muertos. Iniciamos el descenso con una C15 equipada en el margen izquierdo con doble anilla. Como se puede apreciar en las fotografías, el Limo lleva muy poco caudal, aunque contentos de que no vaya seco. En esta dificultad utilizamos una saca en las proximidades de la cabecera para quitar el principal roce de la misma.


Una parada para observar el mar y hacer fotografías.

De inmediato entramos en dos dificultades enlazadas, una C10 y una C17, equipadas ambas en el margen izquierdo. En el caso de caudales elevados, en este punto tal vez sería aconsejable añadir unos 13 metros más de cuerda para enlazar directamente la C17 con la siguiente dificultad-cabecera. Con caudal bajo, como es el caso, no será necesario.


Sin tiempos muertos, entramos en otras dos dificultades enlazadas, C8 y C25 equipadas en el margen izquierdo. En esta dificultad también se aprecia algún roce. En el caso de muchos barranquistas, gestionad los roces cambiándolos cada cierto tiempo con un desembragable en cabecera o técnica similar para proteger la cuerda. En alguna dificultad, siempre y cuando el caudal sea mínimo, descendemos en doble, para repartir peso ante roces. En la siguiente fotografía, desde la cabecera de la C8, se aprecia en el margen izquierdo, unos metros abajo, la cabecera de la C25. Pena de un poco más de agua.

En esta ocasión el viento sopla fuerte. Con el poco caudal que lleva, en algunas ocasiones vemos que el agua fluye hacia arriba, empujada por el viento. En otros puntos-cabeceras nos zarandea con ganas. En la siguiente fotografía la C8, desde la cabecera de la C25.

Y en las siguientes, progresión en la C25.



Entramos en un pequeño tramo de destrepes, de no más de cincuenta o sesenta metros, en el que no escatimamos en tiempos de parada para observar el horizonte.

Algún destrepe más, ...

Para llegar a (ver la topografía de la Guía de Barrancos del Lejano Oeste; aprovecho para enviar un fuerte abrazo a Richard y Carlos- somos afortunados de teneros en este lejano oeste), dos nuevas dificultades enlazadas, en esta ocasión sobre el margen derecho, una C7 y una C20. Aquí nos encontramos, para nuestra sorpresa, con la desaparición de la cabecera, en volado, de la C20, posiblemente por la caída de algún bloque. Buscamos y rebuscamos la cabecera de dicha dificultad, especialmente en la zona clara de ubicación, sobre la vertical del volado, y nada. Se aprecia una decoloración de la roca. Posiblemente alguna caída de bloques se la ha llevado por delante. Ante esto hacemos ambas dificultades desde la cabecera de la C7, con mucho cuidado ante los roces al unir ambas. En la siguiente fotografía la zona de la cabeceara de la C7.

Y en las siguientes, progresión en la C20.


Entramos en otra pequeña zona de destrepes.



En la que nos encontramos el único escape aparente del descenso, una canal en el margen izquierdo (siguiente fotografía).

Tras la zona de escape a izquierda, otra pequeña zona de destrepes, que se hace entretenida.

El descenso va ganando según nos aproximamos al mar.



Para llegar a una C25 equipada en el margen derecho. En el caso de mucho caudal, no es el caso en el descenso ilustrado en las fotografías, se podría hacer como una R35 ramposa, para enlazar con la siguiente cabecera.



De inmediato volvemos a cambiar de margen, al izquierdo, entrando en otras dos dificultades enlazadas, una C10, que resolvemos con un pasamanos recuperable, y una C15. Esta zona es un espectáculo, y con cierto caudal, sería ... (siguientes fotografías).




Esta segunda parte del descenso gana en espectacularidad y verticalidad. Sin duda, estamos en uno de los descensos obligados en Galicia, y con caudal, será mucho mejor.

Sin casi tiempos muertos, y vislumbrando el final del descenso, llegamos a otra sucesión de dificultades, una C7 y una C30 equipadas en el margen derecho. En la misma cabecera de la C30, en su margen izquierdo, nos encontramos dos espárragos a los que se le han quitado las chapas. Una magnífica decisión de los equipadores, rectificando el margen de progresión, ante la situación de ese gran bloque de margen izquierdo.


Al progresar desde la cabecera de la C7, al asomar a la zona de la cabecera de la C30, la tendencia nos lleva a pisar sobre unos pequeños bloques que, casi en la misma vertical, no se perciben demasiado estables. Aunque vamos metidos en cuerda, evitad pasar sobre ellos o tomar las medidas oportunas. En plena vertical encadenamos en cabecera en doble anilla de acceso directo a la C30, no sin antes montar una fiesta colgados de la misma.



Un destrepe de cinco metros (siguiente fotografía).

Para antes de llegar al mar, observamos, en el margen derecho, una empinada rampa, con pedrera y hierva, por la que iniciaremos el retorno. Tiempo de descenso, cuatro deportistas, con calma y haciendo muchas fotos, 4 horas.

En el retorno tendremos que remontar los algo más de 340 metros de desnivel que nos separan del coche. Retorno duro, pero divertido, siempre y cuando te guste la escalada extrema sobre hierba (-: Ahora en serio, tiene su encanto este tipo de retornos, sin hitos, sin marcas, e incluso, en algunos momentos, sin esperanza (-:




En el fichero kmz disponible en el inicio de esta entrada se incluye el “track” de retorno que hicimos, que no es el aconsejable, siguiendo las indicaciones de los aperturistas del barranco (disponible en la guía). El retorno supone 1 hora, mientras que la nuestra se alargó a 1h40m. En nuestro caso, como nos habían hablado de lo duro del retorno, y que había que ascender mucho, subimos tanto que nos pasamos. La verdad, es que el retorno “oficial”, se coge bastante pronto, una vez pasadas las dos primeras palas de pedrera y hierva, a la derecha, o al menos eso intuimos. Pues no, como no nos pareció suficiente, nosotros decidimos seguir ascendiendo por la línea de máxima pendiente, en algunos pasos escalando sobre hierba natural. Una caída aquí y rodamos un montón de metros hasta el curso de agua nuevamente (-:

Llegados a cierta altura, nos percatamos de que estábamos demasiado fuertes (-:, y nos habíamos ido de madre ladera arriba.

En ese punto, cuando nos encontramos en el circo, decidimos hacer lo que tendríamos que haber hecho bastantes metros más abajo, desviarnos a derecha, hacia la entrada del barranco. Encontramos otro paso, con una empinada zona sobre hierba (aquí un resbalón y el descenso en esquí alternativo sobre hierba se convertiría en todo un deporte extremo a lo Red Bull). Pasada esta pradera pseudo-asesina (-:, nos topamos con una canal sobre roca por la que circula un chorrillo de agua. Buff, parece nuestra salvación, en otro caso tendríamos que descender gran parte de lo subido. Nos metemos en dicha canal, siempre con la alegría de perder de vista la hierba y circular sobre roca, con mucha más adherencia, esperando no encontrarnos ningún paso complicado. El ascenso por dicha canal es cómodo, con alguna parada para disfrutar de las vistas.


Llegados arriba, con algo más de 300 metros de desnivel ascendidos, salimos a una zona con vegetación baja, avanzando por los pasos limpios dejados por el ganado.

Un par de vacas nos observan, en plan que leches harán estos por aquí. Avanzamos entre la vegetación baja.

Hasta encontrar un camino en muy mal estado. Nos hemos desviado bastante del cauce y zona del coche. Desde este punto, con las referencias que tenemos, posicionamos más o menos el punto en el que se localiza el coche, y decidimos seguir el camino, que da un pequeño rodeo, pero que nos lleva cómodamente a la zona de aparcamiento.


El descenso nos ha supuesto un total de 4 horas y, el retorno, 1h40m, aunque el oficial marca 1h.


INFORMACIÓN DE INTERÉS

Roca.: Anfibolita o granito negro (son las rocas más antiguas de la península ibérica, y forman los acantilados de mayor cota sobre el mar de la Europa continental) [Fuente.: Barrancos del Lejano Oeste, R. Redondas y C. Ares, 2021]

Equipamiento.: Bueno, pero minimizado para evitar exceso de ferralla. “Parabolts” con anillas por duplicado en todas las cabeceras.

Periodo.: Después de lluvias, fuera de los meses de verano. En seco las vistas siguen siendo igual de espectaculares y también recomendable.

Material.: 2 cuerdas de 35m + cuerda de “backup”. Neopreno completo. Posiblemente se agradezca incluso seco (el viento fuerte suele ser frecuente). Equipo de descenso, uno de ascenso comunitario y tampoco sobra algún anti-roce.

Horarios.: Aproximación.- 15 min / Descenso.- 4 horas (cuatro deportistas con caudal bajo y con calma, muchas fotos, etc.) / Retorno.- 1hora (en nuestro caso 1h40m por improvisar un retorno diferente e innovador, con cierto espíritu aventurero, en versión “hard”)

Observación.: El descenso de registro de esta información lo hicimos hace unos cuantos años, creo recordar a principios de 2014, pero quedó entre la mucha documentación y reportajes fotográficos pendientes de publicar, así que ahí va para tratar de ir cerrando temas. 

Bibliografía.: Nuestra biblia de barrancos; “Barrancos del Lejano Oeste. Regos e carrozos do Far West”. Guía de barrancos de Galicia y norte de Portugal, Richard Redondas y Carlos Ares, 2021. (comentario sobre esta guía.: tengo en casa una gran colección de libros de barrancos de muchos lugares de este nuestro querido planeta. En este caso, cada vez que su portada pasa por delante de mi campo de visión, simplemente se me dibuja una sonrisa en la cara. Me parece una obra de arte, especialmente pensando en que nunca una editorial hubiese permitido tal fotografía en una portada, ni muchas de las cosas que dicha guía incluye). Y esa total libertad en su desarrollo, en la que no aparece absolutamente nada de publicidad, ni el logo de empresa alguna de material deportivo, de cuerdas, mosquetones o similares, es lo que hace que sea una guía única.

Dificultad.: v4a2III

ATENCIÓN. Todos los cañones sufren modificaciones constantes, tanto por causas naturales (crecidas, desprendimientos, etc.), como por artificiales (modificación de instalaciones). Verificad siempre la situación, el caudal y las distintas dificultades de los descensos.

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