Hay varios barrancos, más o menos pequeños, a como máximo 40
o 50 minutos de la ciudad de Málaga, como por ejemplo el Almanchares (Barranco
de Almanchares o el Saltillo - Canillas de Aceituno, Málaga), así como otros en la provincia de Granada. En esta ocasión nos acercamos a un pequeño descenso a unos 40 minutos de Málaga, en la localidad de Jorox.
Es diversa la información sobre este descenso, destacando.:
- Andalucia
Explora: Más datos del Cañon del Río Jorox (Alozaina, Málaga)
- Descenso
Cañones y barrancos: Descenso barranco Jorox (Málaga)
(descensobarrancos.blogspot.com)
- Barranco
de Jorox [Wiki - Infobarrancos.es]
De estas páginas observamos que se indica que suele llevar
agua todo el año, aunque en verano mínima, lo que nos lleva a acercarnos.
El acceso es inmediato desde la misma localidad de Jorox. Pasamos
un primer aparcamiento a la entrada del pueblo y, unos metros más abajo, encontramos otro
aparcamiento en el margen izquierdo de la carretera para un buen número de vehículos.
La entrada al barranco se localiza en una cancela directamente al cauce al final de este
aparcamiento. Material necesario dos cuerdas de 30 metros + cuerda de backup. Al ir seco entramos sin poner los neoprenos, que no son necesarios en absoluto ante la falta de caudal. Si va seco, deja los neoprenos en el coche, no los carretes. Si entra agua, mejor con neopreno.
Estamos a finales de julio de 2022 y lo encontramos seco. Le
entra un poco de agua que, de inmediato, desaparece. También observamos, en
pleno cauce, bajo el puente, una tubería rota que también suelta algo de agua, de una tonalidad poco agradecida, al cauce, que también desaparece. Claramente es una tubería de aguas sucias. Tal vez se deberían reparar y,
de existir, encauzarlas a alguna depuradora.
En la entrada nos encontramos también la Ermita del Cristo de Veracruz.
El acceso al cauce se hace por una cancela.
Avanzamos unos pocos metros y llegamos casi de inmediato a la primera dificultad, una C4 que, al ir seca, destrepamos.
Un puente a cierta altura nos vigila.
Para de inmediato encontrarnos en cabecera de una C10 en dos tramos. El primero lo destrepamos, al ir seco. El segundo lo descendemos en cuerda.
Algún destrepe menor, ...
Otro destrepe de 3 metros nos asoma a una bonita poza de agua. Como siempre, jugamos a tratar de pasarla sin toca agua. Aquí imposible. El agua está en muy buen estado, por lo que ante el calor, al que no estamos acostumbrados, se agradece el chapuzón. Obviamente, el neopreno en esta situación ni de coña.
Para llegar a la penúltima dificultad, una C6, un salto sin dificultad alguna.
Como el descenso es muy cortito, montamos una cuerda para que la tropa puede remontar y saltar todas las veces que quiera.
Además, la dinosauria también decide saltar esta dificultad con las gafas de sol puestas, depositándolas cuidadosamente por accidente a un punto estratégicamente seleccionado en el fondo de la poza de recepción.
Pensé que sería una buena diversión para la tropa, bucear la poza para localizar una gafas en el fondo. Pues no, pasaron de todo, y a lo suyo, saltar una y otra vez. Me tocó a mi hacer unas cuentas zambullidas para escudriñar el fondo y dar con las gafas de sol. Tremenda la mierda de adaptación que tienen nuestros ojos humanos al agua. La verdad, somos un asco, no vemos bajo el agua, no volamos, no ...; eso si, dar por culo eso si que lo hacemos muy bien, ...
Una vez aburridos de saltar y localizadas las gafas, decidimos comer algo rápido en este punto, en plena cabecera de la dificultad más estética e interesante del descenso, una C22, que con poco caudal o seco más bien se convierte en una C25, por el nivel de la poza de recepción. Equipada en el margen derecho, con pasamanos de aproximación, es sin duda lo mejor del Jorox. Analizando este pequeño descenso, la verdad es que no me importaría repetirlo pero con un caudal potente. En algunas de sus primeras dificultades hemos observado algunos cordinos a naturales para montar pasamanos-desviadores. Posiblemente baje potente en invierno.
El descenso, si quitamos las fiestas y jolgorios del mismo, los bañitos, las repeticiones de saltos, el picoteo, etc., se hace en 1h30m.
Desde la misma poza de recepción de la última dificultad, sale un sendero por el margen izquierdo que, a los pocos metros, se convierte en un ancho camino de tierra.
Al coger algo de altura observamos algunas de las construcciones del valle.
El retorno, con calma, pero sin pausa, 15 minutos, y sin pérdida posible, a no ser que decidas abandonar el camino y meterte por el monte con los ojos vendados.
Estamos ante un pequeño juguete de barranco, ideal para complementar con otras actividades y, sin duda, cuando lleve cierto caudal. Observando sus dificultades, la verdad es que no me importaría repetir el descenso con un buen manguerazo de agua.
En la parte alta del aparcamiento, se localiza el Bar de Antonio en Jorox, de obligada visita. Local con mucho encanto, con una parte de su sala excavada en roca. En nuestro caso ocupamos una mesa en la terraza exterior, en la que corre una brisa que no tiene precio dadas las temperaturas de esta tierra. Unas cervecitas Alhambra, que casi está tan buen como las Estrella Galicia (-:, y la tropa de adolescentes, a ponerse hasta arriba de raciones (están creciendo). Al final Antonio nos invita a unos vinos. Tienen un vino dulce de cosecha propia que está muy bueno, pero que tiene un peligro de la leche, como casi todas las bebidas dulces. Muchas gracias por todo, y por el magnífico rato que pasamos en vuestro bar.
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