A esta entrada traemos el descenso del Río Verde, pero entrándole-combinando con el Barranco de los Madroñales. El Río Verde lo hicimos, por primera vez y en compañía de mi gran colega Pablo Fernández, hace un buen montón de años, creo recordar que en 2003. Este ha sido el único descenso de barrancos en el que he tenido una lesión, en la forma de un esguince. El Río Verdes es, sin duda alguna, uno de los barrancos de Andalucía a planificar. Se le entre directamente o combinado con otro es tema de cada uno. Con niños, combinarlo supone incrementar la aproximación, retorno y tiempo de descenso. Tal vez con niños lo ideal sea hacer únicamente el Río Verde.
En la planificación, como siempre, hacemos uso de nuestra herramienta inseparable en descenso de cañones, la página de topocanyons. Morta, creo que no eres consciente de lo mucho que nos aporta topocanyons. Espero nos veamos pronto en algún encuentro. Desde esta página llegamos a otras que nos proporcionan todo tipo de información sobre los descensos, como la de actionman-rio verde o la de actionman-madroñales, con información muy valiosa sobre los descensos (croquis, aproximaciones, tiempos, etc., etc.).
En el caso del Río Verde tendremos que gestionar autorización. Contactamos con la Delegación Provincial de la Consejería de Medio Ambiente de Granada, para solicitar información sobre la tramitación de la autorización.
C/ Joaquina Eguaras nº 2, 18013 Granada.
TLF. 958 14 52 00, 958024368 FAX. 958 14 52 15
Email usopublico.gr.cmaot@juntadeandalucía.es
La gestión de la autorización, así como la información proporcionada, de primera. Les remito el formulario por fax, sin necesidad de registro, y en poco más de una semana tengo la autorización por correo electrónico. Gracias por todo.
Sobre el Barranco de los Madroñales no está claro si está o no permitido. Todo apunta a su no publicación oficial como tal. En caso de duda, solicita información al respecto al organismo competente.
Una vez disponemos de autorización, gestionamos alojamiento. En este caso el campamento base lo hacemos en un pueblo maravilloso, Lentegí, muy bien ubicado tanto para estos descensos como para otro de los que tenemos planificados, el del Río Lentegí. Nos alojamos en "El mirador de Lentegí". De forma resumida, un 10 de alojamiento. Sergio, su propietario, otro 10. Si necesitas alojamiento en la zona, sin duda alguna esta es una opción totalmente recomendable. La casa, amplia, muy limpia, con todo lo necesario, en la parte alta del pueblo, con acceso en coche muy bueno, con unas vistas espectaculares, una terraza en la que las cenas y desayunos se hacen muy amenas con el valle y el pueblo a nuestros pies. Sergio, mil gracias por todo, y por estar pendiente de nosotros en todo momento. Al atardecer siempre nos dábamos un paseo por el pueblo, en cuesta, como gran parte de los pueblos blancos. En la plaza de la parte baja, en un bar con una pequeña terraza, disfrutábamos de unas buenas cervezas, amenizadas con unas interesantísimas charlas con la propietaria del local. Sois un encanto y tenéis un pueblo único. Espero no cambie nunca. Verano tras verano no hago más que escribir sobre los encantos de esta tierra.
Volviendo a la actividad, la combinación de ambos barrancos puede llegar a ser dura, especialmente pensando que no hemos hecho combinación de coches y vamos con dos niños. Aunque con el paso del tiempo, envejecemos y empezamos a pensar que a los que más dura le resultan estas actividades es a nosotros. Ellos cada vez tiran más. Nosotros vamos a menos.
Sobre las alternativas, según los participantes, son varias las posibilidades.:
1.- Hacer únicamente el descenso del Río Verde con combinación de coches.
2.- Hacer únicamente el descenso del Río Verde a un único coche en cabecera. Se puede hacer entero o salir en la dificultad llamada de la Y.
3.- Combinar la entrada con el Barranco de Madroñales con combinación de coches.
4.- Combinación de barrancos a un único coche.
Inicialmente decidimos descartar el descenso a dos coches. Motivo, disponemos de un único vehículo. También nos planteamos hacer el descenso del Río Verde completo, de tal forma que una vez finalizado, únicamente uno de nosotros hiciese el sendero de retorno por el coche de cabecera y recogiese al resto al final del descenso. Descartamos esta opción por varios motivos.: combinación larguísima de coches, incluida una larga pista de tierra a la que además se accede tras pagar en una caseta al inicio de la misma. Por otro lado, llevamos un coche de los llamados de carretera, no muy adecuado para caminos. Contando con que el coche de cabecera se ubica en el mismo punto hagamos o no la combinación de barrancos, nos decantamos por entrar por el Madroñales, seguir por el Río Verde y salirnos en la cascada "Y" para hacer el retorno caminando a por el coche de cabecera.
Adjunto varios ficheros kmz con los tracks de las posibles variantes:
- El primero incluye los tracks del Río Verde con combinación de coches. Track disponible aquí. Señalar que en este caso, que hemos descartado, los distancias suponen.: 5,7 kms de pista de tierra con pago de peaje al coche de retorno; 9 kms de carretera; 3 kms de pista de tierra de coche de cabecera. En nuestro caso hicimos los 9 kms de carretera y los 3 de la pista de tierra del coche de cabecera, dejando el coche en el punto del track parking2. Desde el parking 2 de cabecera son 2 kms. más hasta el inicio del Río Verde. Nosotros hicimos este sendero hasta la fuente de las Cabrerizas, sendero para el Verde y continuamos con el track del siguiente punto para hacer la aproximación al Madroñales.
- Este otro track incluye la aproximación al inicio del Barranco de los Madroñales, desde el inicio del sendero al descenso del Río Verde. Supone en total 1,9 kms. de camino extra, con un desnivel de 110 metros; más 500 metros por sendero que ha desaparecido o por el cauce antes del inicio del barranco. Track disponible aquí. En nuestro caso, seguimos este track después de hacer la del coche de cabecera del track del punto anterior.
- Retorno caminando desde algo más de la mitad del descenso del Río Verde, en la dificultad llamada "Y". Es la opción que hicimos. Supone 3,5 kms caminando de retorno con un desnivel al inicio del sendero de 200 metros. Track disponible aquí.
- Río Verde retorno a pie completo desde el final. Haciendo el Río Verde hasta el final y el retorno sin combinación de coches. Supone un total de 5 kms. Opción descartada. Track disponible aquí.
- Río Verde sendero variante retorno. El retorno del track del punto 3 o retorno desde la "Y", que es el que hicimos, lo variamos en cierto punto con este sendero, que adjuntamos en el siguiente track. Supone 1,2 kms. con un desnivel de 150 metros. Este y el tramo inicial de la "Y" nos mete un desnivel total de algo más de 350 metros.
Por lo tanto, después de los 3 kms. de la pista de tierra de cabecera, con un punto en el que los coches bajos deben pasar con mucho cuidado, llegamos al parking 2. Desde aquí, con todo el material a la espalda, deberemos seguir camino durante 1,5 kms. hasta la fuente de las Cabrerizas. Luego cruzar el cauce del Río Verde y seguir por el camino ancho principal, ascendente, otros 1,5 kms. más otros 500 metros por el cauce. En total 3,5 kms. de aproximación.
Después de descender el Madroñales y el Río Verde hasta la "Y", el retorno supondrá otros 3,5 kms. en cuyo tramo inicial salvaremos un desnivel de 200 metros. En total, entre aproximación y retorno, 7 kms. que, unido a los dos descensos, nos proporciona una jornada completa y divertida. El descenso del Madroñales puede suponer unas 2 horas y, el del Río Verde, hasta la "Y", otras 2 horas. Siempre jugad con un buen margen de tiempo.
Respecto al material necesario, 2 cuerdas de 30, para el Madroñales, cuerda de "backups" y neopreno imprescindible. A finales de julio ambos ríos llevaban agua, obviamente el Madroñales mucha menos, equipos de vertical, casco, kits varios de barrancos, etc. Algún día de estos escribiré una entrada con el kit de especialidades en barrancos que llevo. Es poca cosa, aunque creo que puede ser de mucha utilidad en algunas circunstancias. Hasta la fecha no he tenido que utilizarlo nunca, pero no sobra en absoluto.
Una vez dejado nuestro único coche en el parking 2 del track, después de unos ligeros apuros en un punto del camino de tierra, en el que el frente del coche tocaba en el camino, iniciamos nuestra "pateada". No entiendo esta moda de poner esos frentes a los coches para que luego no podamos ni acercarlos a los bordillos más bajos de nuestras ciudad (y en los caminos …). Sí, sé que están de moda los maravillosos SUV, aunque a mi personalmente me parecen el timo de la estampita. Pensando con que el 99% de nuestros recorridos son sobre asfalto, no le veo mucho sentido a un coche muy elevado, más inestable, pesado y con mayor consumo; y que además si lo metes en caminos de verdad, tampoco responden demasiado. Las ciudades están repletas de estos. Lo que sí los coches llamémosle normales deberían tener otro tipo de frente, un poco más adaptados a los bordillos tipo de nuestras ciudades.
►Reportaje fotográfico descenso Río Verde de 2003
Antes de entrar en el reportaje fotográfico, adjuntamos enlace a un vídeo que incluye, además de uno de los saltos en el Río Verde, dos toboganes, uno del Madroñales y otro del Río Verde (vídeo en FULL-HD disponible aquí).
Nos adentramos en el valle, por camino ancho, siempre descendiendo. Al fondo de la siguiente fotografía llega otro de los descensos de la zona, el Chortales. Estamos a finales de julio. Parece seco.
En la parte baja veremos a la izquierda de nuestro camino un sendero, con un cartel. En el caso de hacer únicamente el Río Verde se cogería este sendero hasta el punto de inicio del descenso. La parte alta del Río Verde está prohibida, por lo que deberemos acceder al río por dicho sendero. Antiguamente se hacia este tramo también, que nos lleva, entre otros puntos, por la base del barranco Funes, actualmente prohibido. En nuestro caso seguiremos por el camino hasta cruzar el Río Verde (siguiente fotografía).
Continuamos por el camino, siempre ascendiendo. Nos pasamos la vida subiendo, dicen los pequeños. Aunque si algo quieres, algo …
Hasta llegar al Embalse de la Cueva Funes.
Rodeamos por camino la pantaneta.
Siempre cogiendo altura. Es finales de julio, hace calor. En la parte alta, a la sombra de un pino, disfrutamos de las vistas.
Seguimos por el camino, ascendiendo. Pronto el trazado empieza a discurrir horizontal y luego a descender ligeramente. Desde la parte alta divisamos claramente el valle del Madroñales y su curso de agua. También vemos una pequeña presa, punto de inicio del descenso.
Seguimos el "track", hasta el punto en el que el camino atraviesa el Madroñales (siguiente fotografía). Según nuestra información, unos metros antes debería apreciarse un sendero de aproximación a la presa. Después de buscar un rato, llegamos a la conclusión de que dicho sendero ha desaparecido. Se lo ha comido la maleza.
Ante esta situación, nada mejor que meternos al cauce. Para nuestra alegría, corre agua. Realmente no es mucha la gente que hace este descenso. El cauce está repleto de telas de araña, con sus correspondientes inquilinas. Algunas de ellas de tamaño XXL.
Hasta llegar, después de 500 metros de cauce, a la pequeña presa. La destrepamos por el margen izquierdo.
Y seguimos otro pequeño trecho por el Madroñales.
Pronto llegamos a un punto en el que es aconsejable ponernos los neoprenos, aunque se podría continuar por sendero en el margen izquierdo. Claramente es mejor meternos al agua. Este barranco que, con caudal bajo, no supone dificultad alguna, simplemente saber progresar en cuerda, nos llevará unas 2 horas. Tendremos en total, además de varios resaltes y algún salto, 7 rapeles, el mayor de 25 metros.
Entramos en la primera poza, aunque no lo parezca en las fotografías, con agua en perfecto estado.
Para seguir con algunos destrepes.
Pronto disfrutamos con algunas de las especies del barranco, en este caso con una curiosa y agresiva culebra viperina. Realmente tiene mala leche. La dejamos tranquila para que siga disfrutando de su charca.
De inmediato nos encontramos una de las dificultades que más gusta a pequeños y mayores, un tobogán, aunque en este caso de pequeñas dimensiones. Es hora de que los pequeños practiquen. Todavía no lo saben pero este verano pasaremos por unos de los barrancos más espectaculares en este tipo de dificultades, el Carleva, en Francia, aunque eso es otra historia.
Para entra en pequeños rápeles en los que progresamos en agua. Se agradece.
La fisonomía del Madroñales mejora progresivamente.
Entramos en una zona excavada, estética, con nuevos rápeles de pequeño tamaño.
Y así, dificultad tras dificultad, vamos aproximándonos al Río Verde.
Este tramo es el más estético del descenso.
Para llegar a una dificultad, un rápel de mayores dimensiones, sin llegar a los 20 metros.
Ellos buscan saltos en cualquier parte. Todo les vale.
Y la dificultad de 25 metros, en las siguiente fotografías, con dos tramos bien diferenciados por una repisa en el medio.
Nos metemos en nuevos rápeles, pequeños.
Para buscar diminutos toboganes y saltos.
Sin tiempos muertos, casi siempre en cuerda.
Un pequeño paseo, después de varios rápeles, nos lleva al Río Verde. El caudal, como es lógico, se incrementa.
Un pequeño tobogán siempre sirve para desgastar las culeras de los neoprenos.
Ellos saltan desde todas partes. Todo les sirve.
Entramos en un tramo de progresión horizontal, con algún pequeños salto.
En esta zona aprovechamos para comer algo.
Y vuelta a saltar.
Para entrar en las primeras dificultades en cuerda del Río Verde (siguientes fotografías).
Está claro el motivo del nombre del río. El verde es la tónica general.
¿Dónde va ese?.
A disfrutar, es hora de un pequeño pero bonito tobogán del Río Verde.
Otra dificultad en cuerda con una poza de recepción de un verde impresionante (siguientes fotografías).
Para entrar en un tramo de progresión "horizontal"-
Con alguno que otro salto.
En este punto llegamos a otra de las dificultades divertidas del Río Verde, un tobogán cuya primera parte debemos destrepar. No disponemos de fotografías de dicha dificultad pero sí de un vídeo FULL-HD del mismo.
Otra culebra, en este caso pequeñita, nos sale al paso. La dejamos tranquila en su hangar.
Para llegar a nuestra última dificultad, bonita, estética y divertida, progresando en agua. Es la llamada "Y" (siguientes fotografías).
Un pequeño salto, en el punto en el que finalizamos el descenso e iniciaremos el retorno. Desde aquí se podría seguir río abajo, encontrando nuevas dificultad, creo recordar entre ellas algún bonito salto, aunque creo no vale la pena alargar el retorno. En el caso de combinación de coches seguiríamos el descenso hasta el parking 1 del primer "track".
En este punto me percato que mis zapatillas de barrancos, mi segundo par, han dicho hasta aquí. No son de barrancos, son de "trail running", unas five ten que me han acompañado durante un buen montón de años y barrancos, además de en varias cuevas. Al respecto, en 2010 escribí una entrada sobre ellas (disponible aquí). Cada par me salió por 27 euros y me han durado 8 años, acompañándome en todos mis descensos y cuevas. Sin duda alguna, relación calidad-precio, mejor imposible. En alguna ocasión me he probado las five ten de cañones y, sinceramente, me parecen demasiado armatrostes. Este tipo de calzado muy ligero se adapta mucho más a lo que busco.
Por delante nos quedan unos 3,5 kms. de retorno. Al inicio por sendero bien marcado, en al margen derecho del río, partiendo desde la misma poza de recepción de la "Y". Este primer tramo salva un desnivel de 200 metros.
Al final de este tramo observamos a nuestra derecha un camino con desarrollo "horizontal".
En la siguiente fotografía el último tramo del sendero desde el camino de retorno.
Las vista del valle del Río Verde nos hacen parar a disfrutar.
Es última hora de la tarde y la sombra se agradece.
El camino serpentea a lo largo de la montaña, sin desniveles aparentes.
Para entrar en una zona de fuerte descenso, hasta el cauce del Río Verde.
Llegamos al punto de inicio del descenso del Río Verde, zona habitual de bañistas. En esta zona se localiza diversa basura. No entiendo que gente que se acerca aquí a disfrutar del encanto de este río pueda irse dejando atrás basura. Realmente, no me entra en la cabeza.
Atravesamos el Río Verde a su margen izquierdo.
Entre la basura, un paquete de tabaco, en el suelo, nos recuerda que "Fumar puede matar al hijos que esperas". No quiero ser bruto, pero podría adaptar la frase pensando en el capullo que no tiene reparos en tirar la basura al suelo, especialmente en estos enclaves. Sin duda alguna fumar puede matar al hijo que esperas pero, si algún día tienes hijos, no creo que estés capacitado para educarlos correctamente. En pocas palabras, llévate la basura a casa. O mejor dicho, quédate en casa.
En el margen izquierdo del Río Verde, cogemos sendero nuevamente ascendente, con varias giros, hasta llegar a una zona desde la que divisamos otro de los barrancos de la zona, prohibido, el Funes (siguientes fotografías).
Un poco más adelante, pasado el Barranco Funes, decidimos improvisar y desviarnos a nuestra derecha por un empinado sendero. Lo tienes en el quinto de los "tracks" adjuntos al principio de la entrada. Supone 1,2 kms. con un desnivel de 150 metros. El retorno se hace largo, pero las vistas valen la pena.
Desde las alturas observamos parte del camino del retorno, al otro lado del valle.
Este sendero nos dejará en el camino principal, por el que descenderemos unos metros hasta el "parking 2" y al coche. Un día maravillo y completo con una combinación totalmente recomendable de barrancos, el Madroñales y el Río Verde. En el caso de que los pequeños no tengan una buena condición física y carezcan de una mínima experiencia en descenso de cañones, mejor haced únicamente el Río Verde.
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