A esta entrada traigo un pequeño reportaje de un descenso nocturno de hace un buen montón de años realizado con mi buen amigo Pablo Fernández en el Quincoajo. Hace mucho que no compartimos actividades y, la distancia, junto con la familia, nos ha ido separando. Tal vez algún día nuestros caminos se vuelvan a cruzar y volvamos a disfrutar de lo que más nos gusta, la espeleo-barrancos.
1 comentario:
Saudades de vocês os dois amigos. Grande abraço.
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