Desde Ajaccio coged la N193 dirección al Col de Vizzayona, punto de corte con la conocida ruta GR20 y a la localidad de Corte. Al llegar a Bocognano, a la mitad del pueblo, desde la misma N193, sale una pequeña carretera a la izquierda hacia Busso. A los 1000 metros aproximadamente tomamos carretera nuevamente a la izquierda, siguiendo un cartel que indica Richiusa Moulin. A los pocos metros llegamos al borde del río de la Gravona, curso principal. En este punto una cadena nos impide continuar con el coche (siguiente fotografía).
Se aprecia un gran cartel que informa sobre el peligro de crecidas en el cañón. Este es el punto en el que se dejará el coche. Para este descenso únicamente es necesario un vehículo. En la siguiente fotografía se puede apreciar el valle que forma la Richiusa, en el entorno del Pico Migliarello, de 2254 metros de altura. Este pico presenta, en estas fechas, pequeños neveros, los cuales forman diversas cascadas que proporcionan la mayor parte del caudal de la Richiusa y barrancos adyacentes. Por descontado señalar las bajas temperaturas del agua de la Richiusa, procedente pocos metros por encima de su inicio de la nieve del Migliarello.
En este punto, tras prepara el material necesario (ver ficha técnica al final de esta entrada), se inicia el ascenso. En el mismo punto del panel que avisa de los riesgos de crecidas, dos carteles de madera nos señalan el sendero a seguir. A los 20 metros un puente de cemento cruza el caudaloso río de Gravona. Tras cruzar el río seguid sendero muy marcado que lentamente asciende hacia el curso de la Richiusa. La siguiente fotografía muestra el sendero de aproximación en este punto. Se aprecia al fondo el Pico del Migliarello y el valle de la Richiusa.
Tras unos cuantos minutos de aproximación coged desvío del sendero a la derecha que, a los pocos metros, nos da acceso a un pequeño puente que cruza la Richiusa. Este punto es ideal para establecer el posible caudal del cañón. Se deberá tener en cuenta para la evaluación del caudal el ancho de la superficie de agua en este punto intentando, en la medida de lo posible, extrapolarlo a una zona encañonada. Tras cruzar el puente, continuad por el sendero que incrementa sustancialmente su pendiente y, en zigzag, asciende rápidamente. El sendero progresa por el margen izquierdo del río, hasta un promontorio desde el que se divisa todo el valle de la Richiusa. El tiempo estimado hasta este punto, desde el coche, está entre los 30 y 35 minutos. En la fotografía también se puede apreciar el monte por el que se asciende y el promontorio de referencia. Se trata del tapado por el árbol de la fotografía.
Continuad por la senda,
balizada con marcas de colores en diversos puntos, progresando cada vez más
próximos al cauce del río. La siguiente fotografía muestra el sendero en
la parte final de la aproximación.
A
los 10 o 15 minutos el camino se junta con el río. Este es el punto de inicio
del descenso, que se muestra en la siguiente fotografía. El tiempo estimado total de aproximación es de 1 hora.
El tiempo
estimado de descenso, pensando en un cierto caudal, es de 3h. La progresión
nos proporciona toda una variedad de pequeños rápeles, saltos y toboganes, todo
ello entre grandes bloques y paredes de granito que, en algunos puntos,
fundamentalmente al final del descenso, se encañona considerablemente.
En la primera parte del
descenso nos llama la atención, además de las bajas temperaturas del agua, las
grandes marmitas de un agua totalmente cristalina y con unas tonalidades de un
verde fuerte. En estos momentos lo que más nos llama la atención es el color del
agua. En algunos de estos puntos es posible saltar. Se recomienda
en todo momento evaluar y revisar el punto de recepción de salto. En la siguiente fotografía se observa una de los primeros
saltos del descenso.
Tal y como se puede apreciar en las dos fotografías siguientes, destacar el maravilloso color verdoso del agua.
Se continua progresando por diversos destrepes de reducida dificultad y disfrutando de los primeros toboganes. En la siguiente fotografía se observa unos de los primeros toboganes.
Las dificultades se alternan, destrepes, saltos, toboganes, etc. La siguiente fotografía muestra otro de los saltos del primer tramo del descenso.
Hasta el final del primer tercio del descenso no aparece el primer rápel, de 13 metros. La instalación, formada por dos spits con chapa y maillones, está en el margen derecho. Señalar que las instalaciones no son todo lo buenas que se podría desear. Se aprecia una ausencia total de químicos o parabolts y, en muchas chapas, nos encontramos con la unión de 2 maillones en serie. Además, los cordinos de las reuniones de los anclajes y de los naturales habitualmente están bastante viejos. Se recomienda incluir en el material de descenso equipo de instalación, spits, algunas chapas con anilla y cordinos. Esta situación se nos ha repetido en todos los descensos realizados en Córcega, a excepción parcial del Cañón de la Vacca. Tras este primer rápel, que finalizada en una gran marmita, removida por el elevado caudal del descenso, el río se encañona. Continuamos progresando entre saltos y toboganes. Destacar el tobogán que se muestra en la siguiente fotografía.
En otros casos,
tras evaluar las posibilidades de la dificultad como tobogán, optamos por los
saltos o por evitar la dificultad. El posible tobogán de la siguiente fotografía, dada su verticalidad, se evalúa y se opta, en unos casos por el
salto, y en otros por evitarlo.
Cuando alguien
conoce un cañón, las dificultades se convierten en facilidades. Cuando alguien
visita un cañón por primera vez, la prudencia se convierte en el mejor amigo de
la diversión. Conservar los huesos es la mejor
recomendación para poder seguir practicando descensos de cañones.
Tras una primera
parte de saltos y toboganes, con muy pocos rápeles, hay algo de tiempo para el
descanso, disfrutando como no del “agua verde” de las marmitas.
Las dificultades
continúan y, como no, los pequeños toboganes. En las siguientes fotografías se observa otro de los toboganes del recorrido.
Llegamos a un
nuevo rápel, de 12 metros, equipado con 2 spits con chapa en el margen de
la izquierda. En la siguiente fotografía se
puede apreciar el caudal de la Richiusa, pese a la ausencia de un gran
estrechamiento del cauce.
Tras este punto,
entrando en el último tramo del recorrido, el descenso se encañona
considerablemente y discurre entre altas paredes. Sorprende el enorme trabajo
del agua en el granito. Se progresa entre destrepes y pequeños rápeles. En la siguiente fotografía uno de estos rápeles.
En esta zona la altura de las paredes y la grandeza del descenso se incrementa
considerablemente. En las últimas dificultades,
concretamente la penúltima, se aprecia lo que, desde la cabecera, se puede
interpretar como un tobogán con salto a su final. Tras examinarlo decidimos que bajo ningún concepto se debe hacer esta
dificultad como tobogán con salto –tipo lanzadera-. Es totalmente obligado hacerlo
como rápel. Es bastante posible que la salida del posible tobogán, dado su
rebufo y el ángulo de salida, determine una recepción del salto en plena panza
de granito. Por lo tanto, se rapela esta dificultad. Si bien en la primera parte
de esta dificultad el elevado caudal produce algunas incomodidades en la
progresión, al llegar a la pequeña vertical, la evolución se hace inmediata. En la siguiente fotografía se aprecia la parte final de esta
dificultad.
Las bajas
temperaturas del agua hacen que, en algunas ocasiones, se fuercen posiciones para estar fuera de agua, por ejemplo para recuperaciones de cuerda. Este tipo de
proceder puede provocar, en algunas ocasiones,
resbalones y pequeñas caídas, aunque esto es otra historia (dedicado a
Arturo).
Únicamente queda
una dificultad para finalizar lo que se puede considerar descenso. Esta última
dificultad es un salto de 3 metros. La siguiente fotografía muestra
esta última dificultad, que constituye el final de la parte de mayor
estrechamiento de la Richiusa.
Lo que queda es de progresión muy sencilla y sin interés que, en muchas ocasiones, se puede evitar por senderos que discurren paralelos al río, al principio en su margen izquierdo y después en el derecho. A los 20 minutos estamos de regreso en el coche. Durante el recorrido se atraviesa, en el margen izquierdo, una escuela de escalada en las paredes paralelas al río. En la siguiente fotografía se aprecia la progresión en el retorno de Arturo muy cerca de la ubicación del coche.
Queremos
agradecer a nuestro colega Arturo su buen hacer en el ámbito del descenso
de cañones y, sobre todo, su compañía en todo tipo de actividades. A lo largo de
esta semana y en los descensos realizados lo hemos tenido en nuestra mente en
todo momento. En muchas ocasiones se ha oído, entre nosotros, la frase de:
“joder, que pena que no esté Arturo aquí”. Esperamos poder repetir
actividad en Córcega para que vea los descensos que, en esta ocasión, se
ha perdido.
Por lo tanto, el retorno es
casi inmediato. Se puede optar por progresar por el río hasta el puente que, en
la aproximación, se utilizó para cruzar al margen
izquierdo, o buscar sendas paralelas al río para un retorno más rápido. El
tiempo aproximado de retorno, desde la parte final de la zona de estrechamiento,
es de 20 minutos.
Córcega tiene
otras muchas cosas para ver. Además de cañones, esta
isla también tiene magníficas playas.
INFORMACIÓN DE INTERÉS (CAÑÓN DE LA
RICHIUSA)
Roca. Granito
Longitud. 1500 m.
Desnivel. -200 m.
Periodo. De abril a junio con un cierto caudal, necesario evaluarlo. De julio a
septiembre. Existen riesgos de riadas en épocas de lluvias y
tormentas.
Equipamiento. Regular
(spits con chapa y maillones)
Material. 1x30m.,
cuerda de “backup”, equipo de descenso, equipo de ascenso, cordinos,
cinta de anclaje, casco y neopreno indispensable. Se recomienda meter equipo de
instalación, spits y algunas chapas con anilla.
Horarios. Acceso: 1 h. desde el coche / Descenso: de 3h a 3h 30m según caudal y grupo /
Retorno: 20m
Bibliografía. - Hubert Ayasse, Philippe Dubreuil.: “CORSE paradis du canyoning.
40 descentes à dècouvrir”. ISBN 291179750-7. DCL Editions.
2001.
- Michelin. Ediciones de Viaje. “Corse-du-Sud, Haute-Corse”. nº 345.
2000.
Dificultad. Grado
3
ATENCIÓN. Todos los cañones sufren modificaciones constantes,
tanto por causas naturales (crecidas, desprendimientos, etc.), como por
artificiales (modificación de instalaciones). Verificar siempre la situación, el
caudal y las distintas dificultades de los
cañones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario