lunes, 17 de febrero de 2020

Rivière Sainte-Suzanne Inf (Rivière St Suzanne. Bagatelle. Réunion. Francia)

Tramo del Riviére Sant Suzanne próximo a su desembocadura en el Índico a la altura de la localidad de Sant Suzanne. Descenso que en agosto-septiembre suele tener muy poco caudal. Se recomienda después de lluvias, para disfrutar verdaderamente del descenso. Cauce generalmente abierto en el que no se aprecian escapes aparentes. Predomina la progresión en vertical, con dificultades de pequeñas dimensiones, entre los 6 y 35 metros. Como es de esperar, en este descenso se necesitan dos cuerdas de 40 metros, que posiblemente con las perdidas nos habrán quedado en 35. Se debe recordar que la longitud de las cuerdas varía con el uso y el tiempo. Con caudal adecuado es ideal para la iniciación a la vertical, la mayor parte fuera de agua. Esto último constituye un aspecto negativo del descenso. Mejoraría considerablemente si se equipase por el agua en su totalidad. En este sentido, parece que el tipo y estado de la roca complica esta tarea, pensando en garantizar unos ciertos niveles de seguridad. De todo el descenso destacar la zona del sifón, en la que se deben extremar las precauciones, en caso de mucho caudal evitarlo por el margen izquierdo del río. Esta dificultad se encuentra en la parte inicial del descenso (ver la correspondiente sección con las descripciones y fotografías para una mayor información de esta dificultad). También destacar la cascada Niágara, que pierde mucho con poco caudal. En otro caso, pierde algo de atractivo. El retorno nos deparará una grata sorpresa.


Salimos de Pont Dyves, localidad de nuestro campamento base, por la D27. En unos minutos llegamos a Quatorzième. En la rotonda con la N3, cogeremos dicha carretera en dirección a Sant Benoit. Como es lógico cada uno tendrá que adaptar la aproximación según el punto de partida. Esta carretera nos cruzará la isla del suroeste al noreste. El tiempo estimado hasta Sant Benoit es de 45 minutos. Pasamos por Bourg-Murat, punto de partida hacia otras zonas de interés, como es la volcánica del Pitón de la Founaise. Seguimos por la N3. En el Col de Bellevue vemos desde la carretera las montañas nevadas. Este hecho ha sido insólito en la isla. Según comentan en la televisión, es la primera vez que nieva en la isla. Es un placer asistir a algo tan novedoso. Nos resulta bastante curioso ver la sorpresa de los niños, y los no tan niños, ante la nieve. En los bordes de la carretera observamos gran cantidad de coches detenidos, con sus pasajeros observando la nieve de las montañas.



Gentes con prismáticos y cámaras fotográficas plasmando el líquido blanco. Señalar que se tuvieron que cerrar las carreteras que suben al Circo de Cilaos por el caos formado por los coches de los isleños en busca de nieve. Como es lógico, nadie tiene cadenas.

Cuando iniciamos el descenso hacia la costa nos encontramos con una de las zonas de la isla que más nos ha llamado la atención. Sin hablar de la gran cantidad de endiabladas curvas, las vistas del mar a lo lejos, acompañadas de todo tipo de vegetación selvática en las montañas, nos hacen detener nuestro coche en varias ocasiones.




Además estamos muy próximos a los magníficos valles que aglutinan algunos descensos clásicos de la isla, como son el Trou de Fer, los Takamaka o el Bras Noir.

Atravesamos La Plaine des Palmistes y continuamos el descenso hasta Sant Benoit. En este último tramo dejamos a nuestra izquierda el desvío al Foret de Bébour y observamos una gran cascada, la Biberón. Más adelante también dejamos a la izquierda el desvío al lago Grand Étang.

En Sant Benoit cogemos la N2 en dirección a Bras Panón. Cruzamos Bras Panón y Sant André para, finalmente, circunvalar la localidad de Sant Suzanne. Desde la N2 coged la D51 dirección a Bagatelle. En esta última localidad continuad por desvío a la izquierda hacia el Rivière Sant Suzanne. Se atraviesa un pequeño puente sobre un canal, que puede estar seco, y se continúa en paralelo al río, por su margen izquierdo y ascendiendo en todo momento. Tras 2,5 kms., en una curva muy cerrada a la derecha, encontramos un camino de tierra a la izquierda, en plena curva. Coged este camino para, a los pocos metros, dejar el coche en un pequeño aparcamiento a la izquierda. También se puede continuar unos cuantos metros más justo hasta la cabecera de la primera dificultad del descenso. Estamos en el inicio del Sant Suzanne. Este punto se identifica fácilmente por la escalera de troncos que nos encontramos en pleno camino (siguiente fotografía). Descended por cualquier de los múltiples senderos los escasos 10 metros que nos separan del río.



Lo primero que nos encontramos es la cabecera de un P15. En su base el Bassin Nicole. Apreciamos poco caudal, demasiado poco para la práctica del descenso de cañones. La cascada tiene una gran sección, con una pequeña caída de agua. Encontramos la instalación en el centro de la caída total, ligeramente desviada hacia el margen izquierdo. Esta dificultad tiene algunos roces.




Tras atravesar el Bassin Nicole nos encontramos con un tramo de aproximadamente 200 metros y un destrepe.



Aparece ante nosotros lo que parece una pequeña boca de cueva. El río se introduce en la misma. Al otro lado se ve la luz perfectamente. Estamos en la zona del sifón. Es en esta pequeña galería donde se encuentra dicho sifón. También apreciamos que en este punto el cauce del río se divide en dos, uno se introduce en la galería y el otro la evita por el margen izquierdo. En caso de mucho caudal es preferible continuar el descenso por el margen izquierdo, llegando a un P20 que nos deposita unos cuantos metros al otro lado de la galería del sifón. Al inicio de la galería apreciamos una gran marmita con caudal en su fondo. Es un gran sifón que, bajo ningún concepto, se debe entrar en él.






Se puede progresar por el margen izquierdo, tras un pequeño destrepe. En la pared encontramos algunas chapas que posibilitan un pasamanos recuperable que asegure la progresión. Al encontrarnos con poco caudal progresamos directamente. Un pequeño destrepe, un vistazo desde el borde del sifón para, al otro lado del mismo, atravesar al margen derecho del río.

Una vez en el margen derecho, tras el sifón, estamos en una zona de arcilla, un poco resbaladiza. Nos encontramos una instalación que nos permite descender el P13 que nos encontramos tras la pequeña galería y el sifón.



También se puede descender, en agua, por el margen izquierdo. En la siguiente fotografía se aprecia una mancha azul en la parte central superior, se trata de la pequeña galería del sifón que atraviesa el río.



Tras este punto tenemos un pequeño tramo de pequeños resaltes, que no presenta gran interés. Pronto nos encontramos con una nueva dificultad vertical, un P15 con una gran poza de recepción. También es posible saltarlo. Las instalaciones están en el margen izquierdo. Se puede optar por el equipamiento en roca o por el llamado rápel Tarzán, desde un árbol del mismo margen, izquierdo.




Tras la poza de recepción, un pequeño tramo entre bloques, sin interés. Un tobogán de pequeñas dimensiones nos permite destrozar un poco más la culera de nuestros neoprenos, y un destrepe de algo más de 5 metros, que lo evitamos por su margen derecho.




Unos metros más y nos encontramos un P15. Siendo la nota predominante del Sant Suzanne, el P15 está equipado fuera de agua en su margen izquierdo, concretamente en un  árbol. La progresión especialmente aérea.




Tras aproximadamente 100 metros de progresión sin interés llegamos a la última dificultad del descenso, se trata de la Cascada Niágara, un P32 equipado en el margen izquierdo, como es habitual en un árbol y totalmente fuera de agua (siguiente fotografías).





El tiempo estimado en el descenso es de 2h 30m, según caudal y grupo. Tras salir de la gran poza de recepción, nos cambiamos y preparamos para el retorno. Continuamos unos pocos metros por el río para coger el primer sendero aparente en el margen izquierdo. El retorno constituye uno de los puntos atractivos de este descenso. El sendero que asciende entre las plantaciones de bananas y las vistas del Sant Suzanne son magníficas.




El tiempo estimado de retorno entre el río y la carretera es de 15 a 20 minutos. El sendero asciende en todo momento. En la parte alta encontramos un cartel que nos señala que estamos en terrenos privados, un poco tarde en el punto en el que nos encontramos. Pronto llegamos a la carretera que utilizamos en la aproximación. En este punto nos quedará aproximadamente 1,5 Kms de asfalto ascendiendo hasta la curva y el camino de tierra a la izquierda que nos lleva hasta el coche. Señalar que nada más salir a la carretera nos paró un joven de la isla en su furgoneta. Ni siquiera tuvimos que hacer dedo. Nos llevó hasta nuestro coche evitándonos la caminata sobre el asfalto. Por cierto, hablaba un poco de español, suficiente como para mantener una agradable conversación. Isla Réunion es un lugar magnífico pero, aún más, lo son las gentes que habitan este lugar.

INFORMACIÓN DE INTERÉS (RAVINE SANT SUZANNE)

Longitud.  3000 m.
Desnivel. -130 m.
Periodo. De junio a octubre. Imprescindible evaluar el caudal y extremar las precauciones en la zona del sifón. Con poco caudal pierde considerablemente.
Equipamiento. Regular (spits con chapa y maillones, fundamentalmente naturales a árboles). Predomina la progresión vertical en dificultades entre los 10 y los 35 metros.
Material. 2x35m. (cascada Niágara desde el árbol), equipo de descenso y neopreno completo.
Horarios. Acceso: inmediato desde el coche / Descenso: 2h 30m según caudal y grupo. / Retorno: 20 minutos hasta la carretera. Otros 20 minutos hasta el coche.
Bibliografía. - Ric-a-Ric Société: ”Topocanyon Ricaric. Carnet de Topos Canyons de La Réunion”. Ed. Ric-a Ric. 2002.
- Institut Geographique National: ”La Réunion. Carte Touristique au 1:100000”. 1996.
- Diccionario Universal de bolsillo Langenscheidt (Francés-Español; Español-Francés).
Dificultad. Grado 2. Predominan la progresión vertical entre 8 y 35 metros. Extremar precauciones en la galería del sifón. Curso abierto en el que no se aprecian escapes aparentes.
ATENCIÓN. Todos los cañones sufren modificaciones constantes, tanto por causas naturales (crecidas, desprendimientos, etc.), como por artificiales (modificación de instalaciones). Verificar siempre la situación, el caudal y las distintas dificultades de los cañones.

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