A 18 kms de Vitoria se localiza el embalse de Illíbarri-Gamboa, el más grande del País Vasco, que proporciona agua a Álava y Vizcaya. Este pantano también se constituye como un núcleo de recreo de mucho encanto, con todo tipo de posibilidades, tanto para la práctica de bicicleta, como para largos e interesantes paseos. Cuenta con una playa en la que los más pequeños podrán disfrutar y, especialmente, refrescarse en verano.
La ruta la iniciamos en la localidad de Landa, en un gran aparcamiento, situado también junto a otra de las rutas que se puede hacer en la zona, la Vía Verde del Ferrocarril Vasco-Navarro. Pero en esta ocasión traemos otra ruta, la que recorre el Embalse de Ullíbarri-Gamboa. En este aparcamiento se localiza el restaurante Etxe Zuri al que a última hora hicimos una visita para tomar algo.
Esta ruta circular supone un total de 31 kms. En nuestro caso, no se hace circular, haciendo uno de los lados del pantano, hasta la primera de sus grandes pasarelas, y regresando sobre nuestros pasos a Landa. El total de kilómetros es el mismo, pero se evita el otro margen del pantano, que tiene alguna rampa con algo de desnivel. Son muchas las actividades deportivas realizadas en las últimas semanas, en todo tipo de ámbitos deportivos, y los pequeños no están para forzar más la máquina, por lo que hoy será un día de "relax".
►Por el embalse de Ullíbarri-Gamboa (fichero kmz para google-earth aquí)
Incluimos también el correspondiente mapa de ruta para google-maps.
Tal y como comentamos, partimos del gran aparcamiento que se localiza a la entrada de Landa (siguiente fotografía). La ruta, alrededor del embalse de Ullíbarri-Gamboa, la haremos en el sentido de las agujas del reloj.
Una pasarela de madera (siguiente fotografía) nos introdude en la ruta y en una zona de recreo.
Los primeros tramos por sendero horizontal, entre árboles.
Un merendero de corte vikingo nos llama la atención.
Para seguir ruta. Hemos empezado y no es momento de parar a comer.
Y de inmediato llegamos a la playa del embalse, en la que cerraremos el día, con unas vistas únicas del entorno (siguientes fotografías).
En casi todo el recorrido avanzamos próximos al agua del embalse, por sendero bien marcado. Unas explandas nos permiten tomar distintos caminos.
Avanzamos por el más aparente.
Pronto volvemos a entrar a una zona arbolada.
Con varias pasarelas en madera.
Un árbol con un pequeño altar, al borde de nuestra ruta.
Y de inmediato llegamos a otro tramo en el que destacan las vistas del embalse (siguientes fotografías). Siempre en sendero sin pendientes, con pequeñas rampas que no suponen dificultad alguna para los pequeños.
Se entremezclan zonas de embalse y de bosque, con mucha sombra (siguientes fotografías).
Con algunas praderas al borde del agua (siguientes fotografías). Una gran variedad de aves habitan en la zona.
Bosque y embalse, embalse y bosque, se entremezclan.
Gran cantidad de curvas y giros alrededor del embalse van acumulando kilómetros.
Con paradas en muchos puntos para disfrutar de lo que se presenta antes nuestros ojos.
Y vuelta a entrar en zonas de bosque. Son varias las pasarelas de madera que atravesamos.
Me llama mucho la atención el que tengan las pasarelas de madera cubiertas de alambrada tipo "gallinero" (siguientes fotografías). Una pasada, estos vascos saben mucho. El agarre de las ruedas de nuestras bicicletas es buenísimo, incluso estándo totalmente mojada la madera. A mi cabeza vienen algunas caídas ciertamente dolorosas sufridas en pasarelas de madera totalmente mojadas en algunas rutas que he hecho en otras zonas. Es bueno tomar nota de lo bueno, aprender, y tratar de importarlo a nuestras zonas de procedencia.
Y vuelta al circular por el bosque. En pocos lugares se aprecia una mejor conservación y cuidado de los bosques como en el País Vasco y Navarra.
Llevamos muchos días de actividades y algunos han concluido la actividad, mientras otros siguen sobre los pedales.
Hasta llegar a una pasarela (siguientes fotografías) sobre el embalse, zona en la que reponemos fuerzas. Aunque sobre decirlo, que la zona quede como estaba, o incluso mejor. La basura a los contenedores.
Para, en lugar de seguir ruta circular, volver sobre nuestros pasos. Los varios descensos de cañones, rutas de bicicleta, rutas de montaña, etc., que hemos hecho, pasan factura, y decidimos tomarnos un día de "relax". De vuelta seguimos encantados con la moqueta de alambre de las pasarelas de madera (siguiente fotografía). Incluso tratamos de ponerla a prueba, pero el agarre es realmente bueno.
Y de regreso, el resto del día se pasa en la zona de recreo, especialmente en la playa del embalse, y en algunos de los chiringuitos y restaurantes de la zona.
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