En nuestra ruta de Granada a Salobreña, una vez pasada la localidad de Dúrcal que, en nuestro caso, se convirtió en lugar de pernocta, nos desviamos a la localidad de Saleres, próxima a esta pequeña ruta.
Se puede considerar una ruta, aunque se desarrolle por el interior de un barranco, dado que en los meses de julio-agosto, nunca después de lluvias, se puede hacer como un sendero apto para todos los públicos, con unas mínimas condiciones para moverse por senderos. Aunque también se puede considerar un descenso de barrancos, no siendo necesario el uso de neopreno, ni arneses, ni cuerdas, ni similares. Únicamente el bañador, dado que el agua no pasa nunca del nivel de la rodilla (en dichas fechas). De todas formas, por lo estrecho del barranco, no estará mal llevar casco, nunca se sabe lo que puede caer de arriba.
Ruta totalmente recomendable, especialmente para la gente que no es practicante del deporte de descenso de barrancos. Podrán disfrutar de algunos entornos típicos de este deporte, en una ruta corta y sencilla. La única nota negativa, que es una ruta muy cortita. Se entra en el barranco y, casi sin darte cuenta, ha finalizado. En total se recorrerá poco más de 3 kms.
Antes de nada, como siempre, incluimos un fichero kmz para google-earth maps para que puedas posicionarte en el inicio de la misma. Pon a navegar tu Smartphone y te llevará a Saleres y al inicio de ruta. En el pueblo una cuesta por carretera bien asfaltada, te llevará al cementerio. Aparca el coche en el aparcamiento del cementerio. Luego continuas caminando por la carretera 243 metros, en ligero ascenso hasta un camino que sale a la derecha de la carretera. Cogeremos dicho camino, en ligero descenso, siempre recto, hacia el barranco. En cierto punto cogeremos a izquierda. Sigue el kmz con tu móvil. Desde el coche al inicio del barranco entre 15 y 20 minutos, con mucha calma. En la siguiente fotografía el último tramo del camino antes de llegar al cauce del Luna.
El inicio del barranco discurre por sendero, sin ver agua alguna en el cauce.
Se desciendo por senderos bien formados, en algunos tramos acondicionados.
Y llegamos a una gran explanada, con un buen número de olivos, con un sistema de riego por goteo.
Para de inmediato meternos en un tramo del Luna espectacular, de estrechas paredes, en el que el agua hace su aparición. En este tramo nos encontramos pequeños y sencillos destrepes.
En otros puntos nos metemos en agua hasta la rodilla.
Es un barranco espectacular, que hará las delicias de los no practicantes de descenso de barrancos.
En otro punto, el más estético, observamos un empotre en lo alto del barranco.
Y con calma seguimos haciendo pequeños destrepes.
Disfrutando de un entorno barranquero sencillo, pero bonito.
Pronto, demasiado pronto, finaliza el estrecho. Y se escucha la frase, muy bonito, pero demasiado corto. Los pequeños están acostumbrados a hacer barrancos de varias horas y, claro está, 15 o 20 minutos de descenso, con calma, no les da para mucho, pero vale la pena totalmente.
En dicho punto cogeremos sendero ascendente por el margen derecho, algo perdedor. Los campos de naranjos predominan en esta ladera. Es propiedad privada, respeta la naturaleza y los árboles por encima de todo. Sigue el GPS para regresar en 15 minutos, con calma, al coche aparcado en el cementerio.
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