Como siempre, antes de la actividad nos metemos en las tareas de planificación empezando por la página de topocanyons. Morta, un abrazo y muchas gracias por todo. Nuevamente la página de actionman nos proporcionó información muy valiosa sobre el descenso (croquis, aproximación, tiempos, etc., etc.). Así como la página de aljibe. En este caso también tendremos que gestionar autorización, al estar en la zona de reserva del Parque Natural Sierra de Grazalema. Contactamos con la Delegación Provincial de la Consejería de Medio Ambiente de Cádiz, para solicitar información sobre la tramitación de la autorización. Nos atendió una persona encantadora que nos proporcionó todo la información necesaria. Tramitamos la solicitud y a los tres días teníamos la autorización. Nuestro total agradecimiento por ponernos las cosas tan fáciles y por el magnífico trato en todo lo necesario. Ojala todas las administraciones funcionasen con este nivel de eficiencia y empatía hacia el ciudadano. Señalar que en estas fechas, julio, se conceden autorizaciones en el caso de senderismo sólo hasta el primer mirador o para hacer la garganta verde integral, este último caso el nuestro. Más información sobre autorizaciones de senderismo en este y otros enclaves del parque aquí.
Con las facilidades y plazos de la autorización en este caso si nos fue fácil poder gestionar con la suficiente antelación alojamiento en el mismo Zahara de la Sierra, concretamente en El Peñón. Relación calidad-precio totalmente recomendable. Una casa preciosa. Espero que el hermano de la propietaria se haya recuperado del accidente que sufrió esos días. Sobre esta localidad, una auténtica y absoluta pasada. Una maravilla, sus terrazas en la parte alta, su torre vigilante, sus estrechas calles, el cine de verano al aire libre, etc., etc. Pueblo andaluz de casas blancas único. Sin duda alguna volveré. Se come no bien, lo siguiente, requetebien. Localidad que nadie debe perderse. Creo que ha quedado claro que me ha gustado mucho.
Volviendo al descenso, opino lo mismo que de Zahara de la Sierra, que cosa más bonita. En julio lo encontramos seco, lo habitual en estiaje, por lo que no utilizamos neopreno, ni siquiera peto. Pero aún con la ausencia de agua, nos quedamos con la boca abierta. Con agua este descenso tiene que ser la leche. Eso sí, en ese caso, no para-con niños. En cuanto al nivel técnico, estando seco, no presenta dificultad alguna, únicamente saber progresar en cuerda y manejarse en destrepes sencillos.
Pensando en una actividad con niños, debemos considerar que el descenso supone, además de la aproximación y el retorno, cerca de 4 kms. Aunque muchas referencias indican un tiempo de descenso de 4h30m si está seco, para nuestra sorpresa, en 3h30m estábamos fuera. Pero preferible planificad para 4h30m. Cuerda de 25 metros + cuerda de "backup". Si está seco no es necesario neopreno. Con caudal indispensable el neopreno. En este último caso, mejor no hacer con niños. Equipo de vertical, agua, comida y el kit habitual de emergencia en cañones, entre lo habitual. Se recomienda hacer a dos coches. En nuestro caso, se hizo a un único coche, lo que supone, un largo camino. En concreto, entre la aproximación y el retorno, unos 11,2 kms. a mayores de los cerca de 4 del descenso. En el caso de disponer de 2 coches, la aproximación será de 2,2 kms. y el retorno inmediato.
El inicio de la aproximación se localiza a unos 5 kms. de Zahara de la Sierra, dirección a Grazalema, por el Puerto de las Palomas. Se adjunta un fichero kmz para googe earth-maps tanto con la aproximación como el retorno.
Salimos de Zahara de la Sierra por la CA-9104 dirección Grazalema por el Puerto de las Palomas. Siempre en ligero ascenso, a los 5 kms., veremos un camino de tierra a nuestra derecha de acceso a una amplia explanada en tierra. Es el aparcamiento de cabecera de nuestro descenso. Varios carteles nos informan que estamos en una Zona de Reserva, así como de la ruta de la Garganta Verde. También se localiza una pequeña fuente. En la siguiente fotografía una puerta de acceso al sendero de aproximación, desde la misma zona de aparcamiento. En julio no hay ningún coche en la explanada, ni en la aproximación, ni en el retorno. En estas fechas el senderismo en esta zona únicamente está permitido hasta el primer mirador. Dejamos la puerta bien cerrada, tal y como solicitan en el cartel e iniciamos los cerca de 2,2 kms. de la aproximación.
Inicialmente por sendero horizontal, de inmediato vislumbramos que estamos entrando en un entorno espectacular. En el primer tramo del sendero veremos un desvío a izquierda que, en poco más de 100 metros, nos lleva a un mirador (siguiente fotografía). El día es largo y es aconsejable disfrutar de todo, incluidas las vistas desde este enclave. Luego volveremos sobre nuestros pasos al sendero principal. ¿Qué son 200 metros a mayores frente a los cerca de 4 kms. de descenso y 11,2 de aproximación y retorno que nos vamos a meter?. Disfrutamos de las tonalidades de la caliza y de la enorme potencia del valle. En este punto se nos pasa por la cabeza por primera vez el Río Vero.
Volvemos al sendero, con algún pequeño tramo de ligero ascenso. El sol andaluz pega fuerte. La gorra pasa a ser una prenda indispensable. Llevamos un móvil con el track de la ruta, que seguimos-comprobamos, cada cierto tiempo.
Luego entramos en un tramo a izquierda con fuerte descenso hacia el cauce. Un cartel ruega silencio. Destacar que los pequeños han respetado ese cartel en la totalidad de la actividad. Les explicamos que es fundamental no molestar a las especies que habitan la zona, y de forma especial en época de nidificación. Aunque todavía no saben que este descenso les deparará muchas sorpresas.
Luego iniciamos un rápido descenso por sendero muy marcado y cómodo, sin dificultad alguna. En muchos tramos se parece más a estar bajando por escaleras que por un sendero. Algunos tramos están excavados con escalones casi perfectos.
Y así vamos perdiendo altura durante un buen tramo (siguientes fotografías).
Luego el sendero pierde la pendiente y avanzamos por sendero horizontal. Nos imaginamos que más adelante volveremos a iniciar descenso hacia el cauce. Seguimos y seguimos y observamos que el sendero deja de estar muy pisado, hasta un punto que está con cierta maleza. Algo no pinta bien. Revisamos nuestro track y está claro que nos hemos pasado algún desvío a izquierda en algún punto. Vuelta para atrás. A los pocos metros, muy cerca, observamos un pequeño cervatillo. Todo un espectáculo para los pequeños. Les hemos enseñado que cuando se divisa algún animal, es fundamental permanecer en total silencio. En otro caso, se escaparán. Después de un rato el pequeño cervatillo se pierde monte arriba. Seguimos nuestro sendero, de regreso, para buscar el desvío. Finalmente conseguimos llegar al correcto que, nuevamente, inicia un fuerte descenso. En este tramo llegamos a un segundo mirador, siguiente fotografía, con la zona superior de la Garganta Verde, ante nuestros ojos. Bonito, muy bonito. Señalar que la práctica deportiva del descenso de cañones en esta parte superior está prohibida.
Después de un buen rato en este enclave, volvemos a iniciar el descenso, por sendero muy marcado, con escalones en algunos puntos, y barandillas de protección en otros.
Y en este punto mi vieja cámara fotográfica de cañones decide morirse. Llevamos muchos años juntos y hemos envejecido en consonancia. El resto de las fotografías las hacemos con un viejo smartphone. He hecho todo el descenso con el móvil en el bolsillo, haciendo fotografías. Me ha llamado mucho la atención que en gran cantidad de puntos del descenso, incluso en zonas muy angostas y profundas, sonaba un pitido indicando la entrada de whatsapps. No entiendo como puede llegar señal a muchos de los puntos en los que percibí entrada de mensajes. Aunque, por otro lado, es de agradecer, más en una actividad con niños, el tener cobertura en diversos y variados puntos del descenso. Obviamente este aspecto puede variar con el tiempo.
En la siguiente fotografía se aprecian los escalones perfectamente escavados, tras un paso estrecho, en el sendero.
Y así perdemos cota rápidamente. El cauce se vislumbra próximo.
Llegamos al cauce y seguimos por sendero en el margen derecho. A los 100 metros aproximadamente antes nuestros ojos se abre una auténtica maravilla de la naturaleza, la cueva de la Ermita. De grandes dimensiones, presenta un colorido único, con todo tipo de tonalidades, y un gran número de formaciones (siguientes fotografías). Llama la atención especialmente los tonos rosáceos.
Después de un buen montón de tiempo disfrutando de esta catedral natural, iniciamos el descenso. En el caso de hacerse una actividad de pateo en esta zona, este será el punto de regreso al coche de cabecera. Río abajo será necesario el uso de cuerdas, arneses, etc., etc. Recordad que esta ruta necesita de autorización.
Entramos en un tramo en el que nos sorprende la enorme altura de las paredes de la Garganta Verde. Colosal, espectacular.
Luego el cauce se abre ligeramente dejando entrar la luz. En este tramo nos encontramos varios buitres a ras de suelo. Avanzamos lo más alejado de ellos para evitar cualquier molestia. En la siguiente fotografía uno de ellos con el máximo zoom que me proporcionaba el móvil. Afortunadamente en este punto el cauce era ancho y los pudimos evitar sin molestarlos por el margen derecho.
Hasta encontrarnos la primera dificultad vertical que nos obliga a meternos en cuerda. Nos son muchas las que nos encontraremos, y ninguna superará los 13 metros. El siguiente equipado en el margen izquierdo.
Entramos en una zona espectacular, encañonada, en la que nos topamos con una nueva dificultad para hacer en cuerda. En el caso de que el descenso llevase agua, con la poza de recepción llena, esta dificultad se podría hacer, siempre previa evaluación, como un tobogán con la parte final aérea (siguientes dos fotografías).
En otro punto localizamos una nueva dificultad vertical. Con una instalación próxima al punto de caída de agua, en caso de tenerla, percibimos una poza de recepción con agua en no muy buen estado. Por el margen izquierdo existe equipamiento para poder montar un largo pasamanos recuperable para evitar totalmente la poza. En nuestro caso observamos que descendiendo desde la cabecera principal, por el margen derecho de la poza, haciendo algún paso circense, podemos evitar entrar en dicha poza.
En otro punto observamos algunas pintadas-grabados en una pared del descenso. Sin comentarios. Unos mamones.
Las paredes vuelven a coger altura, en un entorno que nos deja boquiabiertos.
En algún punto observamos un buen número de formaciones en las paredes (siguientes fotografías).
Bloques empotrados a gran altura proporcionan un aspecto al descenso casi de espeleo.
Con el cielo a gran altura.
La totalidad del descenso es una maravilla.
Para entrar en una nueva zona un poco más abierta que deja entrar el sol. En el caso de ser necesario puede ser un enclave ideal para comer y reponer fuerzas.
Y volvemos a progresar entre bloques de caliza.
En un tramo estrecho nos llevamos una gran sorpresa, un jabalí muerto en el cauce que posiblemente ha caído desde una gran altura (siguientes fotografías). Por su estado ha debido ser reciente. Antes de este punto los pequeños iban con la broma de que podía llover vacas, y al ver el jabalí se quedaron alucinados de que realmente podía llover jabalís.
Como era de esperar, los buitres se disponían a darse un gran festín. Aquí el cauce era mucho más estrecho y tuvimos que aplicarnos bastante, incluso hacer alguna maniobra-trepada algo circense, para molestarles lo mínimo posible. En las siguientes fotografías utilizando el zoom del móvil.
De repente, nos topamos con la surgencia del Río Bocaleones, y el cauce se llena de agua totalmente transparente. Su tonalidad nos recuerda al agua procedente del deshielo. Una maravilla, y no está nada fría. Bueno, con el calor que hace se agradece enormemente el poder sumergirnos en agua, incluso sin neopreno.
Varios destrepes animan este último tramo del descenso. Entramos en contacto con el agua, lo que para nosotros es una gran suerte.
Con algún paso estrecho, muy estético. En esta zona es habitual encontrarte bañistas, lo que apunta que el final está próximo. Desafortunadamente, esta zona acuática es demasiado pequeña. Una lástima no poder disfrutar de un buen tramo acuático, aunque con lo que hemos visto, es más que suficiente. Maravilla de maravillas.
Salimos por sendero al margen izquierdo para, en 3 minutos, llegar a un puente sobre el cauce que nos lleva a una explanada, posible punto de un segundo coche, en caso de disponer del mismo. Sería de agradecer para poder tener un retorno inmediato. No ha sido nuestro caso.
Desde la explanada, cogemos camino ancho que, tras 3 kms. de continuo ascenso, llegar a la localidad de Zahara de la Sierra.
En la siguiente fotografía con Zahara de la Sierra al fondo, con sus características casas blancas.
Una última subida y entramos en el pueblo.
Y con esto, damos por finalizada la descripción de un descenso que nos ha sorprendido enormemente. Una pasada totalmente recomendable. Buff, me encantaría poder disponer de tiempo y desplazarme a Andalucía en época de lluvias para hacerlo con agua. De forma resumida, una barranco que nos ha enamorado, unido a un pueblo que también.
Para terminar, incluimos varias fotografías de estos días, las primeras, de la planta baja de la casa El Peñón.
O las del día de llegada, por la noche, de subida a la torre del homenaje de Zahara de la Sierra y luego de paseo por sus calles.
También tuvimos tiempo de visitar otra localidad de las importantes de la zona, Ronda, con mucho y bonito que ver teniendo, en su puente nuevo, el elemento más emblemático de la ciudad. De todas formas, preferimos la tranquilidad de Zahara de la Sierra. Como la cabra tira al monte, desde el puente nuevo de Ronda bajamos al río Guadalevín, también conocido como Tajo de Ronda, en un tramo habitual en descenso de barrancos.
Me habían dicho que Cádiz enamora. Era una provincia que tenía pendiente. No me creía estas chorradas, pero la verdad, volveremos pronto.
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