Para hacer esta ruta es necesario solicitar autorización en la zona de reserva del Parque Natural Sierra de Grazalema. Señalar que en estas fechas, julio, se conceden autorizaciones en el caso de senderismo sólo hasta el primer mirador o para hacer la garganta verde integral. Por lo tanto recomendamos hacer la visita en los meses en los que se autoriza la ruta completa hasta la cueva de la Ermita. Más información sobre autorizaciones de senderismo en este y otros enclaves del parque aquí.
El inicio de la ruta se localiza a unos 5 kms. de Zahara de la Sierra, dirección a Grazalema, por el Puerto de las Palomas. Se adjunta un fichero kmz para googe earth-maps correspondiente a la actividad de barraquismo de la Garganta Verde integral. En este caso, únicamente se hará la parte de aproximación superior.
Salimos de Zahara de la Sierra por la CA-9104 dirección Grazalema por el Puerto de las Palomas. Siempre en ligero ascenso, a los 5 kms., veremos un camino de tierra a nuestra derecha de acceso a una amplia explanada en tierra. Es el aparcamiento de cabecera de nuestro descenso. Varios carteles nos informan que estamos en una Zona de Reserva, así como de la ruta de la Garganta Verde. También se localiza una pequeña fuente. En la siguiente fotografía una puerta de acceso al sendero de aproximación, desde la misma zona de aparcamiento. En julio no hay ningún coche en la explanada, ni en la aproximación, ni en el retorno. En estas fechas el senderismo en esta zona únicamente está permitido hasta el primer mirador. Dejamos la puerta bien cerrada, tal y como solicitan en el cartel e iniciamos los cerca de 2,2 kms. de la ruta, en nuestro caso aproximación al barranco.
Inicialmente por sendero horizontal, de inmediato vislumbramos que estamos entrando en un entorno espectacular. En el primer tramo del sendero veremos un desvío a izquierda que, en poco más de 100 metros, nos lleva a un mirador (siguiente fotografía). Luego volveremos sobre nuestros pasos al sendero principal. Disfrutamos de las tonalidades de la caliza y de la enorme potencia del valle.
Volvemos al sendero, con algún pequeño tramo de ligero ascenso. El sol andaluz pega fuerte. La gorra pasa a ser una prenda indispensable. Llevamos un móvil con el track de la ruta, que seguimos-comprobamos, cada cierto tiempo.
Luego entramos en un tramo a izquierda con fuerte descenso hacia el cauce. Un cartel ruega silencio. Destacar que los pequeños han respetado ese cartel en la totalidad de la actividad. Les explicamos que es fundamental no molestar a las especies que habitan la zona, y de forma especial en época de nidificación.
Luego iniciamos un rápido descenso por sendero muy marcado y cómodo, sin dificultad alguna. En muchos tramos se parece más a estar bajando por escaleras que por un sendero. Algunos tramos están excavados con escalones casi perfectos.
Y así vamos perdiendo altura durante un buen tramo (siguientes fotografías).
Luego el sendero pierde la pendiente y avanzamos por sendero horizontal. Nos imaginamos que más adelante volveremos a iniciar descenso hacia el cauce. Seguimos y seguimos y observamos que el sendero deja de estar muy pisado, hasta un punto que está con cierta maleza. Algo no pinta bien. Revisamos nuestro track y está claro que nos hemos pasado algún desvío a izquierda en algún punto. Vuelta para atrás. A los pocos metros, muy cerca, observamos un pequeño cervatillo. Todo un espectáculo para los pequeños. Les hemos enseñado que cuando se divisa algún animal, es fundamental permanecer en total silencio. En otro caso, se escaparán. Después de un rato el pequeño cervatillo se pierde monte arriba. Seguimos nuestro sendero, de regreso, para buscar el desvío. Finalmente conseguimos llegar al correcto que, nuevamente, inicia un fuerte descenso. En este tramo llegamos a un segundo mirador, siguiente fotografía, con la zona superior de la Garganta Verde, ante nuestros ojos. Bonito, muy bonito.
Después de un buen rato en este enclave, volvemos a iniciar el descenso, por sendero muy marcado, con escalones en algunos puntos, y barandillas de protección en otros.
En la siguiente fotografía se aprecian los escalones perfectamente escavados, tras un paso estrecho, en el sendero.
Y así perdemos cota rápidamente. El cauce se vislumbra próximo.
Llegamos al cauce y seguimos por sendero en el margen derecho. A los 100 metros aproximadamente ante nuestros ojos se abre una auténtica maravilla de la naturaleza, la cueva de la Ermita. De grandes dimensiones, presenta un colorido único, con todo tipo de tonalidades, y un gran número de formaciones (siguientes fotografías). Llama la atención especialmente los tonos rosáceos.
Este puede ser el punto perfecto para regresar y volver sobre nuestros pasos. Aunque se podría seguir descendiendo un tramo más hasta la cabecera de la primera dificultad vertical, en el que sería necesario el uso de arneses, cuerdas, etc. Hasta dicha dificultad se entra en un tramo en el que nos sorprende la enorme altura de las paredes de la Garganta Verde. Colosal, espectacular.
Luego el cauce se abre ligeramente dejando entrar la luz. En este tramo nos encontramos varios buitres a ras de suelo. Avanzamos lo más alejado de ellos para evitar cualquier molestia. En la siguiente fotografía uno de ellos con el máximo zoom que me proporcionaba el móvil. Afortunadamente en este punto el cauce era ancho y los pudimos evitar sin molestarlos por el margen derecho.
Hasta encontrarnos la primera dificultad vertical que nos obliga a meternos en cuerda. Desconozco si el parque permite hacer este último tramo de la ruta. En caso negativo, se deberá regresar en la cueva de la Ermita.
Ruta 5 estrellas a planificar con los más pequeños sin duda alguna.
Como complemente, indispensable visitar la playita, una zona de baño, área recreativa, totalmente recomendable con niños (otro enlace aquí). En la siguiente fotografía la playita de Zahara de la Sierra.
Imperdonable no visitar Zahara de la Sierra, una maravilla de pueblo blanco. Las siguiente fotografías del día de llegada, por la noche.
También se puede visitar otra localidad de las importantes de la zona, Ronda, con mucho y bonito que ver teniendo, en su puente nuevo, el elemento más emblemático de la ciudad. De todas formas, preferimos la tranquilidad de Zahara de la Sierra. Como la cabra tira al monte, desde el puente nuevo de Ronda bajamos al río Guadalevín, también conocido como Tajo de Ronda, en un tramo habitual en descenso de barrancos.
Me habían dicho que Cádiz enamora. Era una provincia que tenía pendiente. No me creía estas chorradas, pero la verdad, volveremos pronto.
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