jueves, 28 de mayo de 2020

Por la cuerda montañosa de los Alpes Julianos (Circular Bovec-Kanin-Prevala-Crnela-por la ruta de Veliki vrh Rombon y la Rupa-Bovec, Eslovenia)

De obligada visita en Eslovenia algunas de las múltiples rutas que discurren por las cuerdas montañosas de los Alpes Julianos que, además, aglutinan un buen número de simas por encima de los 1000 metros de desnivel como, por ejemplo, la Cehi 2, con -1485 metros.

En las proximidades de Bovec cogemos, a las 8 de la mañana, el teleférico de las pistas de esquí de Kanin que nos sube de una altitud de algo más de 400 metros a la cota de 2300 metros. De esta forma estamos en un buen punto para poder dedicar el máximo tiempo a esta zona, en nuestro caso un día bien completo. Una vez dejamos el teleférico, con unas vistas únicas desde sus 2300 metros, cogemos dirección Prevala, paso montañoso hacia Italia. Desde este punto se divisan algunas construcciones de la I Guerra Mundial. Las siguientes fotografías muestran algunos puntos de la ruta hacia Prevala.



En este primer tramo atravesamos algún pequeño nevero. Señalar que en estas fechas no es necesario material técnico de montaña (piolets, ni crampones), únicamente unas buenas botas de montaña, el forro polar por posibles cambios climáticos, una gorra para el sol, gafas de sol y algo de intendencia. En nuestro caso además metemos nuestro GPS. Es una zona desconocida para nosotros y es bueno asegurar el retorno. En muchos momentos del día nos vimos avanzando entre una densa niebla. Un GPS es un buen compañero en estos lugares.

Desde Prevala parten 4 rutas posibles. Destacar la que se adentra en Italia, en una zona de montaña colosal y la que continua por la zona de las simas, en tierra eslovena, en dirección a Veliki vrh Rombon. Cogemos esta última ruta. El macizo de caliza es espectacular, aunque la niebla nos cubre por momentos muchos puntos del entorno. Las siguientes fotografías muestran algunos puntos del tramo entre Prevala y Crnela.



El sendero está perfectamente balizado, aspecto totalmente de agradecer cuando se camina entre la niebla que, con su cierta gracia, nos acompaña gran parte del día.


En varios puntos caminamos por senderos de pedrera, con una cierta caída en su base, aunque la niebla no nos deja ver el final. El resto del día lo dedicamos a ver agujeros, algunos vivac de exploraciones, etc.



En algunas ocasiones la niebla se abre y nos deja ver la cuerda montañosa de la parte italiana. En el caso de la siguiente fotografía se aprecia, al fondo entre la niebla, la cadena italiana de los Alpes Julianos.


A gran altura, podemos asomarnos a un puesto de la I Guerra Mundial, posiblemente utilizado en tiempos recientes como refugio de montaña (siguientes fotografías). Desde las alturas de una vertical pared se observa un gran valle en toda su amplitud.



En nuestro recorrido también encontramos varios trozos de bombas de la guerra. Tras muchas vueltas no logramos dar con la boca de la Cehi2. Como es lógico, recomendamos llevar las coordenadas de la boca para una mejor localización. De todas formas, pasar todo un día por esta zona es totalmente recomendable. En Crnela analizamos las dos opciones que tenemos. La primera regresar al teleférico y descender cómodamente a Bovec y, la segunda, bajar a pié los 1600 metros de desnivel que nos separan de dicha localidad. Como es lógico optamos por la segunda. Decidimos continuar por la ruta de la Rupa. La siguiente fotografía muestra un detalle del tramo intermedio de la Rupa.


Y en las siguientes la zona de la Rupa en la que se inicia el tramo de descenso hacia Bovec. Es hora de iniciar una potente desescalada (mucho más bonita que la que estamos viviendo en pleno 2020).


   
La siguiente fotografía muestra la parte baja de la ruta de la Rupa, tras un buen montón de metros descendidos.


En el punto de unión de la ruta de la Rupa y la procedente del Veliki vrh Rombon nos encontramos la construcción de un antiguo refugio de montaña y algunos abrigos artificiales en la montaña.


Aunque cada vez vemos Bovec más cerca, no termina de llegar. El último tramo discurre entre un espectacular bosque. Al llegar al valle lo primero que nos topamos es una refrescante fuente. En la siguiente fotografía se aprecia el valle de Bovec, desde el último tramo del descenso.

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