Hemos visto que las ventanas antiguas pueden dar su juego para montajes fotográficos, incluso tb. con esculturas. Una ventana de roble macizo es en sí una pieza única. En la actualidad tenemos aparcada una composición, por falta de tiempo, de grandes dimensiones, para montar sobre tres grandes ventanas, que posiblemente cambiará sustancialmente de estilo y evolucione hacia la fotografía contemporánea. El tiempo lo dirá, queda aparcado, y puede pasen incluso años hasta verlo finalizado. Demasiados proyectos, en demasiados ámbitos, para un único bicho.
Pero también tenemos otros elementos para reciclar, de pequeñas dimensiones, que pueden dar juego para alguno de los rincones de nuestras casas. En concreto, las cajas de madera en las que, en algunas ocasiones, vienen las botellas de vino. Aunque no suelen ser de maderas nobles, las podemos ver con veteados bonitos, produciendo estantes y pequeños armarios con cierto encanto.
Entre algunas de las montadas, un estante acristalado para colgar, reciclado con una caja de seis botellas de vino de Farfalla, regalo de mi vecino, un encanto de persona; o un pequeño estante para que el pequeño guarde sus figuritas; o para los pequeños lego, etc. Es habitual tb. encontrarnos este tipo de cajas aparcadas al lado de los contenedores de nuestras ciudades.
Reciclar estos elementos es realmente sencillo; las tablas separadoras de botellas pueden convertirse en estantes; la tapa de la caja, que viene con sus surcos, la sustituimos por un recorte de cristal; barniz con tonalidad y acabado al gusto; y a colgar o colocar en algún punto.
Con estos objetos tb. tenemos algún proyecto, uniendo varias cajas de diferente tamaño y fisonomía aunque, me temo, va a quedar parado durante un largo periodo de tiempo.
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