La aproximación se inicia a la entrada de la localidad de Purón, a poco más de 10 kilómetros de Llanes, en plena Sierra del Cuera. Con un desnivel de 80 metros y un desarrollo de 700 es una cueva totalmente recomendable con niños que sepan progresar en cuerda. Indispensable neopreno, iluminación resistente al agua, equipos de vertical, 2 cuerdas de 30 metros + cuerda de backup, entre otros "kits" de actividad. Sobra decir que esta travesía es recomendable con niños siempre y cuando el caudal sea bajo o moderado.
En esta actividad encontramos una parte realmente peligrosa y, por cierto, no en cueva. Los últimos 5 kms. de carretera antes de llegar a Purón han supuesto un considerable estrés. En pocas palabras, si vas en coche es llevadero pero, en nuestro caso, en autocaravana, hemos de indicar que esta carretera no es apta para este tipo de vehículos. El ancho de esta vía, poco más que un coche, con apartaderos cada bastante distancia, supone todo un reto para nuestras ACs. A la ida nos cruzamos 3 coches, siendo sus conductores los que amablemente retrocedieron hasta el apartadero más próximo. Muchas gracias a todos. En el regreso, nos cruzamos con un coche de una vecina de Purón. Al ver la autocaravana nos indicó que era una auténtica locura circular con tal vehículo por esa carretera. Señalar que tiene toda la razón. Se apartó a su lado, tocando prácticamente con su retrovisor abatido en la roca. Tuvimos que pasar dejando media rueda de la autocaravana por fuera de la carretera y a escasos milímetros... Las carreteras si que son un auténtico peligro en este nuestro deporte. En resumen, si vas en este tipo de vehículos, mejor no entres en esta carretera. Lo curioso es que sigan existiendo estas carreteras, especialmente pensando en que hay un buen número de casas-habitantes en dos núcleos urbanos de la zona. Pero bueno, al final pudimos aparcar la AC a la entrada del pueblo, punto de partida de la aproximación.
Cuando nos encontramos con la primera casa del pueblo, antes de una subida, observamos a nuestra izquierda un camino y un puente. Dejaremos aquí nuestro vehículo. La aproximación a boca de cueva desde este punto supone un total de 2,5 kms. con un desnivel de 310 metros. Con calma, las vistas son bonitas.
Se adjuntan dos ficheros kmz con los "tracks" de aproximación.:
- El primero de ellos, disponible aquí, representa una ruta desde el pueblo de Purón al Pico Liño. En su primer tercio se coge desvío a derecha, siguiendo el "track" del enlace del punto siguiente, a boca de cueva.
- El segundo, disponible aquí, representa la aproximación a boca de cueva desde el camino del "track" anterior, así como el descenso del río exterior, una vez salimos de la travesía, que no hacemos al no parecernos de cierto interés, y el sendero de retorno al camino en el caso de hacerse el barranco-río exterior.
Antes de nada, incluimos topografía, planta y perfil, de la travesía. Desconozco sus autores para poder referenciarlos. En su desarrollo no hay pérdida posible, únicamente seguir el curso de agua. Reseñar la existencia de 3 dificultades de progresión vertical en cuerda, así como varios pasos estrechos en agua.
Desde el aparcamiento a la entrada del pueblo, reseñado anteriormente, cruzamos el puente sobre el río Purón, para seguir en todo momento el camino principal, ancho y siempre en ascenso.
Pasaremos al lado de varias construcciones.
Según cogemos altura las vistas son realmente bonitas, con el pueblo en el valle y el mar al fondo.
A los 20 a 30 minutos observamos los afloramientos, en la siguiente fotografía a la derecha, de la travesía. También vemos desde cierto punto la boca de salida. El acceso o boca de entrada se encuentra por la parte de atrás de las pequeñas montañas.
Afortunadamente para nosotros, los pequeños empiezan a portear material. Es de agradecer esos kilos de menos. En un rellano del camino, ver "tracks", nos desviamos a derecha por unas praderas, repletas de ganado.
Sin molestar, alejándonos del ganado, atravesamos esta zona.
Hasta llegar a la boca de entrada, en cuya zona localizamos un par de vacas a la sombra. En este punto observamos dos bocas de entrada próximas. Se puede acceder por cualquiera de ellas, dado que a los pocos metros dan al mismo punto. Como en otras ocasiones, accedemos por la de nuestra derecha. En la siguiente fotografía la boca de entrada.
Estamos a 6 de agosto y no me imaginaba que en estas fechas pudiese llevar tal cantidad de agua. Este invierno ha llovido demasiado. Pero se agradece el caudal, hará más divertida la travesía. Además este nivel no supondrá peligro alguno.
En las dos o tres ocasiones que he hecho esta travesía, recuerdo especialmente una de principios del 2000, en compañía de mi colega Pablo Fernández, en la que tuvimos que abortar actividad llevado poco más de un tercio de la misma. El caudal de aquella ocasión era endiablado. Fuimos revisando cada dificultad y paso analizando la viabilidad de remontar, hasta llegar a un estrecho pasillo por el que el agua bajaba con muchísima fuerza. No está mal tomar este tipo de decisiones cuando las cosas se ponen feas. Las cuevas no se van a ir a ninguna parte.
En esta entrada varias fotografías de algunas de las actividades de los años 200X en esta travesía.
Inicialmente el acceso es algo estrecho, obligándonos a doblarnos. Ellos disfrutan del color de la caliza.
Para de inmediato acceder a una galería alta y cómoda. A los pocos metros, observamos la otra boca de entrada. Nos acercamos a verla, siguiente fotografía.
Para seguir el curso aguas abajo, disfrutando en varios puntos de formaciones de cierta belleza.
Casi siempre metidos en agua.
De formación en formación recorremos los primeros tramos.
Hasta llegar a un pequeño salto de agua, siguiente fotografía, que destrepamos por el margen izquierdo.
En este punto la galería hace un giro de noventa grados y se estrecha considerablemente. Esta fue la zona en la que hace un buen montón de años abortamos una de nuestras actividades.
En algún punto tenemos que quitarnos la saca para poder avanzar con mayor comodidad.
En ocasiones el río coge algo de profundidad, especialmente para los más pequeños.
Hasta llegar a la primera dificultad en cuerda, en la que montamos en doble una de 25 metros.
Accedemos a una zona estrecha, con un gran número de pequeñas marmitas. De alguna de ellas "no resulta fácil salir". Ayudamos a alguno de los pequeños en estos pasos, aunque poca falta les hace.
Ellos perciben esta actividad como un barranco más. No paran de buscar posibles saltos.
Llegamos a una segunda dificultad en cuerda. Un pasamanos nos saca al margen izquierdo fuera de la línea de progresión en agua y de los roces de cuerda. Está equipado en fijo. Con el tiempo esta situación puede cambiar.
También está equipado en fijo el rápel. Revisad la instalación y estado de la cuerda en caso de utilizarla. Esta dificultad vertical es bastante estética, con el agua cayendo a nuestro lado (siguientes fotografías).
Volvemos a avanzar, por una galería cómoda y sin dificultades aparentes.
Disfrutando nuevamente de algunas formaciones.
Hasta llegar a la última dificultad en cuerda. Observamos un pasamanos a nuestra derecha, del que pasamos. Si se hace esta dificultad de una tirada, serán necesarias dos cuerdas de 30 metros. En nuestro caso montamos una en doble hasta una reunión intermedia, cómoda, haciendo lo mismo en el segundo tramo. En las dos siguientes fotografías desde la cabecera del primer tramo. En la parte baja de la fotografía la zona de reunión intermedia, con espacio para 4 o 5 personas aseguradas.
Mientras ellos bajan, aprovecho para hacer alguna fotografía de las sombras proyectadas en la sala. Es un espeleólogo XXL.
Toca esperar un poco.
Aunque el segundo tramo de esta dificultad se podría plantear como destrepe, lo desaconsejamos totalmente. Este segundo tramo, especialmente con agua, no es de fácil destrepe, y mucho menos con niños. Obligatorio meter cuerda para progresar. Tras esta última dificultad, algún que otro destrepe, entre bloques, siguiente fotografía, nos llevará a la boca de salida.
En la siguiente fotografía la boca de salida del Cuevón de Pruneda.
Nos acercamos a la primera dificultad vertical del río exterior. Al no parecer de cierto interés, decidimos iniciar el retorno desde la misma boca de cueva, por el margen izquierdo. De inmediato ascendemos por un sendero poco marcado por una pedrera.
Disfrutando de las vistas. Al llegar a un pequeño afloramiento calizo longitudinal, a los pocos metros, cogeremos a la izquierda para por sendero atravesar por la parte alta de la boca de cueva al margen derecho del río. En algún punto hay una cierta caída. En otros tramos se han montado pasamanos en fijo. Tomad las medidas de seguridad oportunas en cada caso y situación para evitar posibles accidentes.
En poco más de 20 minutos llegamos al camino de nuestra aproximación. Ahora toca bajar. Un descanso a la sombra siempre sienta bien.
Desde el camino observamos la zona de la boca de salida.
En la siguiente fotografía, en rojo, una aproximación al sendero de retorno, empezando en la boca de cueva.
Sin duda alguna una actividad totalmente recomendable con niños, como una forma perfecta para introducirlos tanto en el mundo de la espeleología como en el de los descensos de barrancos.
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