En 2003 hicimos una visita a esta ciudad dejando constancia y fotografías de la misma bajo el título "Venecia, la ciudad que camina sobre el agua". Repetir información sobre las maravillas de esta ciudad no tiene sentido. En 2018 volvemos a visitar Venecia pero, en esta ocasión, con niños. Incluiré alguna información sobre lo acontecido, así como varias fotografías.
Sobre la logística, la noche anterior nos metimos una "kilometrada" considerable, llegando de noche al aparcamiento de troncheto, en Venecia, con capacidad para 3500 vehículos. Entrando sobre las 22:30 el aparcamiento está casi vacío. Viajamos en autocaravana y es una alternativa recomendable para dejar el vehículo y también para pasar la noche. Colocando la AC hacia el mar las vistas valen la pena. También tiene área de ACs. La verdad es que en pleno agosto, al día siguiente, al irnos a visitar la ciudad, había muchas plazas libres, por lo que posiblemente no habría problema de plazas en el caso de entrar por la mañana. No es barato, pero es una buena ubicación. No recuerdo exacto, pero en agosto, hasta 24 horas, cerca de 40 euros (creo recordar que 38).
Nos levantamos temprano, desayuno y a tomar decisiones. Ir andando a la ciudad o en vaporetto, los autobuses acuáticos de Venecia. Son muchos los kilómetros que vamos a recorrer en nuestra visita, de un día, a Venecia y sus islas. En este sentido, reducir los kilómetros innecesarios es prioritario. En un punto de atención del aparcamiento sacamos un bono familiar que nos permite coger todos los vaporettos que queramos, tanto en Venecia como en sus islas. No recuerdo el precio, aunque con hacer únicamente 2 viajes, sale rentable frente a pagarlos de forma individual. En nuestro caso cogeremos unos cuantos, dado que tenemos pensado visitar también las islas. Claramente es obligado gestionar el bono familiar en el caso de incluir la visita a islas.
Sobre la visita a la ciudad, tiramos de un "track" para recorrer las principales zonas y calles. Sobre decir que, en pleno agosto, con unas colas infinitas, y con el plan que llevamos, se recorre el exterior de la ciudad, sin entrar en ninguno de sus edificios. Se incluye un kmz con la ruta de visita a Venecia desde el aparcamiento de Troncheto. Marcado con una chincheta la zona en la que aparcamos, también el área de ACs del aparcamiento. La ruta incluye también el desplazamiento caminando a Venecia. Con niños sin duda es recomendable utilizar los vaporettos en estos desplazamientos. Además son un atractivo más para ellos.
Cogemos el vaporetto en el embarcadero de troncheto y decidimos seguir hasta la Plaza de San Marco. Las líneas de los vaporettos tienen una nomenclatura similar a la del metro de Madrid. Resulta fácil desplazarnos por Venecia. Por lo demás, la visita siguiendo el "track" adjunto de Venecia se hace en dos partes, en primer lugar la zona, entorno y callejuelas de San Marco, luego visitamos las islas, para rematar con el resto de Venecia. Así se diversifica un poco la visita.
Las siguientes fotografías en el vaporetto del aparcamiento de troncheto hacia San Marco.
En el recorrido observamos algunos "barquitos" que claramente nos hacen pensar que la riqueza está muy mal repartida en este nuestro planeta. No es normal en lo que se ha convertido nuestra humanidad.
Desde el vaporetto ellos observan una ciudad diferentes. Han visitado muchas pero nada parecido a esta, la ciudad que camina sobre el agua.
Luego, a recorrer todo tipo de callejuelas de Venecia.
Y como no, San Marco.
Las maravillosas góndolas.
Y las estrechas calles y pasadizos.
En la misma zona de San Marco cogemos un vaporetto a la isla de Murano. Lleva su rato en vaporetto, aunque ellos lo disfrutan. No conocemos esta isla, únicamente tenemos referencias por su cristal. Atrás dejamos la zona de San Marco.
Otro "barquito" nos hace ver que algo no va bien en nuestro planeta.
A lo lejos Venecia.
Aquí los "barquitos" abundan por todas partes.
En la entrada a Murano destaca su faro.
Recorremos muchas de sus calles. Hay infinidad de tiendas de cristal de Murano, en alguna de ellas con demostraciones de trabajo en cristal.
Adjuntamos un vídeo de una pequeña parte de una de estas demostraciones de trabajo en cristal.
Recorriendo la isla son muchas las obras en cristal que nos encontramos. Las tiendas abarrotan sus calles. Después del gran bullicio de Venecia, pasear por la isla resulta placentero. La acumulación de turistas, aunque alta, es sustancialmente inferior.
Luego cogemos otro vaporetto para dirigirnos a la isla de Burano. Estuvimos dudando si incluirla aunque, sin duda alguna, vale la pena. Burano es la isla del color, con las casas pintadas de colores chillones.
Me recuerda a algún pueblo de pescadores de Asturias o Galicia, en los que las casas están pintadas de colores, con la pintura sobrante de los barcos.
Resulta muy agradable pasear por Burano al atardecer.
Alguna estrecha calle sirve para que ellos hagan lo que mejor saben hacer, el pinzas. Desde esta entrada pido disculpas a los propietarios de los inmuebles de la zona por tener a estos dos enanos escalando por sus paredes.
En Burano también localizamos la torre de una iglesia realmente inclinada. Veo que la de Pissa no es la única que se mantiene en una posición un tanto delicada.
En la siguiente fotografía no se aprecia la inclinación pero realmente es considerable.
Cerramos la visita a Burano pasando por una gasolinera acuática.
Por lo demás, vuelta a Venecia, a recorrer otra de sus zonas. Y así llegamos a la noche. La ciudad se vuelve animada. Poco después de las 10 de la noche, en vaporetto, regresamos al aparcamiento de troncheto, después de un largo día. Es tarde pero iniciamos ruta en dirección a Treviso. Esta noche la pasaremos en el área de ACs de Treviso. Por la noche visitamos dicha localidad que, por cierto, nos ha sorprendido muy positivamente, siendo totalmente recomendable.
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