Estamos en uno de los descenso recomendables de Creta. Está estructurado en tres partes. Destaca especialmente el tramo intermedio y el inferior. Descenso a dos coches. Normalmente con caudal en los meses de marzo y abril. Desafortunadamente lo encontramos sin caudal en nuestro descenso de abril (un año demasiado seco). De todas formas, el neopreno es imprescindible. Descenso excavado en caliza con tres partes bien engordadas, especialmente la intermedia, unidas por tramos más abiertos sin gran interés. La dificultad más característica es la vertical de pequeñas dimensiones, no superando los 45 metros. Aunque seco no presenta dificultad técnica, únicamente saber progresar en cuerda de forma segura, se aprecia, por la propia fisonomía del descenso (especialmente en el tramo intermedio), que con caudal alto la dificultad técnica puede ser considerable. Señalar la existencia de desviadores, en alguna de las dificultades, y algunas cabeceras altas, que requieren un poco de técnica para una buena progresión. Necesarias dos cuerdas de 60m y, como siempre, una de “backup”, material de instalación, etc.
Desde Mirtos coged la carretera principal a Mournies y continuad hasta Ano Vianos., y posteriormente un desvío a la izquierda hacia Arvi. Descended hasta el borde del mar y desviaros a la derecha a Keratokampos. A la entrada de esta localidad encontramos a la izquierda la iglesia en la que se deja el coche en el descenso del Kaviousiou. Mirando a los montes cercanos, el descenso de la derecha es el Kaviousiou y el de la izquierda, la parte final del Portella. Continuamos atravesando el pueblo y, a la mitad del mismo, una pista a la derecha nos llevará a la salida del descenso. Una explanada a la orilla del Portella es el punto de aparcamiento del coche de retorno. Con el segundo coche, volveremos por la pista y continuaremos atravesando Keratokampos. Cogeremos una carretera a derecha hacia Hondros, que asciende en todo momento.
Desde aquí tenemos dos posibilidades. Si se quiere hacer la parte intermedia e inferior cogeremos, tras un buen montón de curvas de subida, la segunda pista de tierra a izquierda. Dejaremos el coche al inicio de esta pista y la seguiremos a pie. Sin duda alguna, esta pista resulta intransitable para nuestros vehículos, dado el amontonamiento de basura que la habita (siguiente fotografía).
A los 5-10 minutos, en una curva a izquierda, apreciamos el inicio del descenso, cuando se engorga. Descenderemos a dicho punto. En la parte derecha del mismo enlace se aprecia un pequeño afloramiento de caliza, es el inicio del tramo intermedio y en la pista, el lugar en el que se encuentra la curva a izquierda (donde se iniciará la bajada al cauce).
Si se hace la integral completa. En lugar de coger esta pista, continuaremos por la carretera hasta una pequeña iglesia en el borde derecho de la carretera. Entre Keratokampos y la iglesia recorreremos aprox. 6 kms. Dejaremos el coche de cabecera en el aparcamiento de la iglesia (siguiente fotografía).
Desde la misma iglesia se aprecia una pequeña primera zona engordada del Portella. Accederemos al descenso por la derecha de este pequeño tramo, al final del mismo. Desde la iglesia, en poco más de 5 minutos, siguiendo sendero poco marcado, estaremos en el cauce. Señalar que en el caso de la integral, el tiempo estimado de descenso puede superar las 6 horas.
En el cauce, la zona engordada de la segunda parte del tramo superior, en la que afortunadamente hemos encontrado un poco de agua para mojar nuestros neoprenos, no supone más de 1 hora de progresión, encontrándonos dificultades verticales de pequeñas dimensiones y algún salto. Las siguiente fotografías muestran las primeras dificultades de este tramo y un detalle de la progresión entre los mismos.
Destacar en esta parte una dificultad, que presenta unos tonos rojizos magníficos, que se puede descender en cuerda o saltar (siguiente fotografía). Sin duda alguna recomendamos el salto, siempre verificando el estado del punto de recepción previamente.
El descenso sigue engordado (siguiente fotografía), un par de dificultades verticales más y saldremos a una zona abierta.
Después de esta pequeña zona, un sendero en el margen derecho constituye un claro y directo escape que nos llevaría directamente a la iglesia de partida.
Continuando con el descenso, a este magnífico tramo le sigue uno abierto, carente de interés y algo tedioso. Buscad sendas para progresar lo más rápido posible. Llegaremos a una presa. Desde este punto en nuestro descenso el caudal desaparece y, únicamente, encontramos agua en algunas pozas de recepción. De todas formas, el neopreno es imprescindible. Después de la presa, un pequeño tramo de reducido interés nos obliga a utilizar las cuerdas.
Después otro pequeño tramo abierto que, tras 3 o 4 minutos, nos deposita en el inicio del tramo intermedio. Sin duda alguna estamos en la parte más interesante del Portella. Desafortunadamente, en esta ocasión sin agua. Analizando la formación de este tramo, su descenso con caudal es totalmente recomendable. Iniciamos esta parte con una dificultad que no supera los 20 metros (siguiente fotografía), siempre y cuando la poza de recepción tenga agua. En nuestro caso a estas longitudes se le tiene que sumar algunos metros más, al encontrar la poza de recepción vacía. Señalar que esta primera dificultad, considerando su fisonomía, parece ser toboganeable parcialmente (siempre y cuando tenga caudal y la poza de recepción esté para ello).
Un pasamanos en el margen izquierdo nos facilitar la aproximación a la cabecera (siguiente fotografía).
Un pequeño tramo horizontal, en el que se aprecia un escape posible por el margen izquierdo, es el inicio de un encadenamiento de dos pequeñas dificultades en cuerda. LA primera equipada en el margen derecho, que se puede destrepar si no hay caudal y, la segunda, con posibilidad de utilizar la cuerda desde la primera haciendo uso de un desviador situado en el margen izquierdo (siguiente fotografía).
En este punto encontramos un sifón colgado en la cabecera que, aunque en seco no proporciona ningún problema, posiblemente con cierto caudal pueda dar algún susto. Después de esta dificultad un giro de 90º a la derecha nos muestra un pequeño pasadizo, con algún derrumbe. Sin duda alguna es uno de los puntos interesantes de este tramo (siguiente fotografía).
Inmediatamente después una cabecera en el margen derecho nos permite progresar hasta una segunda cabecera, ubicada a cierta altura, en la vertical de una pequeña dificultad. En el caso de ir acompañados de deportistas poco técnicos, recomendamos poner en esta cabecera un cordino-pedal para asegurar el cambio de cuerda. Nuevamente nos encontramos la profunda poza de recepción vacía, ganándole varios metros a la dificultad (siguiente fotografía).
El descenso, en todo momento engordado, progresa por pequeñas dificultades, estéticas, con agua esperando en las pozas de recepción (siguientes fotografías).
Llegamos al P45, por el que no corre agua. Equipado en el margen izquierdo. En el caso de cierto caudal y ante la posibilidad de que el sifón que se encuentra en la poza de recepción no esté practicable, se aprecia varios parabolt por el margen izquierdo que posibilitan montar un pasamanos recuperable para, al final del mismo, poder hacer un rápel que nos deposite al otro lado del sifón. En nuestro caso, con el descenso seco, progresamos por el P45 (siguiente fotografía).
En su base, apreciamos que el sifón es una gran puerta (siguientes fotografías), que se atraviesa a nado, y que posiblemente se requiera un fuerte caudal para que sifone completamente (aunque este dato lo desconocemos).
Tras pasar el sifón el cañón se abre y el sol entra fácilmente. Una nueva dificultad en rampa (siguiente fotografía), equipado en el margen derecho, nos deposita en una poza y en el final del tramo más interesante de este descenso.
Un hilillo de agua corre por esta dificultad. Sin duda alguna, la sequía ha sido una putada. En el margen derecho una pared repleta de vegetación chorrea agua (siguiente fotografía).
Iniciamos un tramo de progresión sin dificultades avanzando, unas veces por el agua, y otras por senderos. Tras unos cuantos minutos, encontramos algunas dificultades que nos obligan a utilizar nuestras cuerdas. Alguna de ellas estética y bien formada (siguiente fotografía).
Finalmente llegamos a un destrepe por el margen izquierdo y una cuerda en fijo nos permite hacer una pequeña trepada para, en el margen derecho, hacer el último y magnífico rápel del descenso, que no supera los 25 metros, con bastante formación en toba. Otra caída de agua, en este caso sin agua, se aprecia en el margen derecho. Sin duda alguna esta dificultad, con dos caídas de agua en paralelo, con bastante caudal puede ser todo un espectáculo.
En unos minutos llegamos al aparcamiento del coche de retorno que nos encontraremos en el margen derecho. En nuestro caso, hicimos el descenso a un único coche. Señalar que la gente de la isla es encantadora. En las dos ocasiones que hicimos dedo, el primer vehículo que pasó nos paró y llevo a nuestro coche de cabecera. Es habitual el uso de pickups en la isla. Nuestra gratitud a las tres personas que nos llevaron en su pickup. Sin duda alguna, algo tan emocionante como un buen descenso, el ascenso en la caja de un pickup por una carretera llena de curvas.
El tiempo estimado de descenso, en el caso de la integral, es de 7 horas. En el caso de hacer el tramo intermedio e inferior el tiempo estimado es de 5 horas. El tiempo de retorno es de 15 minutos (no se cuenta el tiempo entre coches).
La información de interés del Cañón de Portella se puede resumir en:
Roca. Caliza
Longitud. ¿
Desnivel. ¿
Periodo. febrero-abril (puede llegar a tener gran caudal). Evaluad el mismo, especialmente antes de entrar en el tramo intermedio (punto en el que se tiene un escape claro, directo y rápido). Con gran caudal presuponemos, dada la fisonomía del descenso, que tendrá una gran dificultad, e incluso ser impracticable.
Equipamiento. Bueno
Material. 2x50m., cuerda de “backup”, equipo de descenso y equipo de ascenso, material de equipar, etc.
Horarios. Acceso: 5m / Descenso: 7h (integral), 5h (tramo intermedio+inferior) / Retorno: 15m (no incluye tiempo entre coches)
Dificultad. Grado 2-3 (según caudal)
ATENCIÓN. Todos los cañones sufren modificaciones constantes, tanto por causas naturales (crecidas, desprendimientos, etc.), como por artificiales (modificación de instalaciones). Verificar siempre la situación, el caudal y las distintas dificultades de los cañones.
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