En la correspondiente página de la wiki de infobarrancos.es dispones de todo tipo de datos sobre este descenso (información general, datos técnicos y tiempos, croquis, dificultades, etc.).
En esta entrada trataré de incluir información complementaria, en lugar de repetir datos, así como un completo reportaje fotográfico.
Sobre el periodo para realizar este descenso, señalar que en agosto irá seco o con muy poca agua, lo que hace no sea recomendable en ese periodo. En nuestro caso lo hicimos en agosto, pero justo después de dos días de fuertes lluvias. Eso nos permitió cogerlo con algo de agua.
Por otro lado, indicar que aunque a priori, desde cabecera del barranco, todo apuntaba a que no sería un gran descenso, señalar que la segunda parte, cambia sustancialmente, y me ha sorprendido muy gratamente, con algunas dificultades muy estéticas en toba. Es como si fuesen dos barrancos distintos en la primera y segunda parte.
Antes de nada incluiré un fichero en formato kmz con la aproximación y retorno del Vau Azones. De este fichero tenemos un descenso con algo más de 1km. de desarrollo y 315 metros de desnivel.
Los tiempos, en nuestro caso la aproximación 1h30m, con calma y haciendo fotografías. Indicar que salimos del mismo centro de Arenas de Cabrales. Al ir en AC no vale la pena mover el vehículo. El descenso, aunque la wiki de infobarrancos señala entre 2 y 3 horas, nos llevó 4 horas, con calma, haciendo muchas fotos, y mis hijos repitiendo algunas dificultades. En formato progresión barranquera entre 2h30m y 3h me parece correcto. El retorno, hasta el mismo Arenas, 35 minutos. Para el descenso, además de la cuerda de "backup", hemos utilizado dos cuerdas de 23 metros.
Como indicamos, iniciamos la aproximación desde el aparcamiento central de Arenas.
Dejamos Arenas atrás e iniciamos ascenso por camino ancho.
Observando las montañas que nos vigilan a lo lejos.
Nos topamos con una cabaña de piedra.
Que está en las últimas, Game Over.
Atravesamos un cercado, con ese nivel arquitectónico que tanto me llama la atención, reciclando lo que sobra en casa. Las típicas vallas somier siempre me han parecido auténticas joyas del diseño y de gran versatilidad.
Lentamente vamos cogiendo altura, los 315 metros de desnivel del barranco no quedará otra que subirlos. Como dicen mis hijos, siempre subir, para luego bajar, ...
Arenas cada vez se ve más lejos, al fondo del valle.
El entorno es bonito, bosque y montaña.
Atravesamos una pedrera, con el río Cares en el fondo del valle. Un muro de piedra trata de evitar posibles desprendimientos.
Con la altura el entorno gana en estética.
Cerca divisamos el inicio del descenso y observamos que por el barranco corre un cierto caudal. No excesivo, pero estando en agosto, más que suficiente. Dos días de lluvias han hecho su trabajo.
Treinta metros antes del puente de inicio del descenso, atravesamos un arroyuelo o aporte de agua al Vau Azones. Toda incorporación de agua siempre es bienvenida en estas fechas.
En la siguiente fotografía el punto de inicio del barranco, en el puente que se observa a la derecha, con el acceso por su margen derecho.
De inmediato, primera dificultad, una C10 equipada a natural en el margen izquierdo.
Una larga rampa que iniciamos con una dificultad equipada en el margen izquierdo. Montando en dicha cabecera esta dificultad, la cuerda de 23 metros no es suficiente para unir con el pasillo siguiente. Le faltan algo más de dos metros. De todas formas, conociendo a mis hijos, los meto por el pasillo para que hagan como tobogán estos últimos metros. Aunque es destrepable, hay que irles buscando entretenimientos. Después, remontan una, dos, tres y hasta cuatro veces, para repetir el pequeño tobogán.
Y también cabeza abajo. La parte de tobogán no hacerla de cabeza, al no cubrir demasiado.
Entramos en una larga rampa, que vamos destrepando con cuidado. Progresamos por nuevas dificultades en cuerda, de pequeñas dimensiones, algunas equipadas a natural en margen izquierdo.
Y otras en el derecho, con doble punto, cadena y anilla.
Y llegamos a una de las dificultades estéticas y bonitas del descenso, una C14 en toba. Sin duda lo mejor de la primera mitad del descenso.
De inmediato una C12 equipada en el margen izquierdo.
Una mirada atrás nos permite observa parcialmente la C14.
En esta dificultad empezamos a progresar de dos en dos. Es hora de agilizar un poco la marcha.
Llegando a otra de las dificultad que, de forma especial, le ha encantado a mis hijos. Un bonito tobogán, para hacer su primera parte en cuerda y, la segunda, como tobogán. Es ligeramente delicado. Id perfectamente echados y hacerlo hacia la derecha, para evitar incrustar tu cabeza en el muro de enfrente, al estrecharse por el margen izquierdo.
El único miembro del grupo que presenta un cierto grado de sentido común decide hacer la dificultad en cuerda.
En otro caso progresamos, una vez revisado todo, sobre pitón.
Para entrar en el tramo más espectacular del descenso, con una sucesión de dificultades casi encadenadas altamente estéticas. Estamos en lo mejor de lo mejor de este descenso.
Una pena que esta dificultad no sea "toboganeable", aunque es bastante estética.
Una C7 equipada en margen izquierdo.
Y una C4 también equipada en margen izquierdo.
Y una sucesión de C6-C6-C8, alguna de ellas en toba.
Un tramo del descenso realmente destacable respecto a la parte superior.
Últimas dificultades del tramo final del descenso, de reducidas dimensiones.
Y algún pequeño tobogán.
Divisamos la proximidad del Río Cares, punto final del descenso.
Casi sin tiempos muertos estamos en el Cares.
Es hora de comer un poco, ...
Y ellos de disfrutar de la corriente del Cares, ...
Para el retorno hay dos posibilidades, con un segundo coche casi inmediato. Unos 30 metros río abajo del Cares respecto al punto de llegada del Vau Azones, tras cruzar el Cares, un sendero te deja en la carretera AS-40, que presenta una zona de aparcamiento con espacio amplio para tres coches.
En nuestro caso, nos tocará volver caminando hasta Arenas de Cabrales. Por el margen izquierdo del Cares, en la misma ladera de nuestro descenso, un sendero al principio poco marcado nos lleva hacia Arenas casi siempre próximos al río.
Luego el sendero se hace más evidente y muy marcado.
Con alguna cabaña de piedra en la zona.
El retorno, hasta el mismo Arenas, entre 35 y 40 minutos. De forma resumida, no tenía grandes expectativas con este descenso, pero debo decir que me ha sorprendido muy positivamente, especialmente la segunda mitad del mismo. Me gustaría poder repetirlo con más caudal.
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